(En cata con Château Pichon-Longueville Comtesse de Lalande 2000, Vega Sicilia Único Cosecha 1994, RdG Rva 2002)
Un vino dramaticamente excelente por su condición, color, aromas y presencia, el más bello de color de todos y con una profunda armonia floral, aromática...muy envolvente, sufrió los embates de dudas y etiquetas, castillos y fortalezas dificiles de vencer, pero se dejó querer y se descubrió. Era inevitable. La esencia, la fruta, el cuerpo..Una concentración densa, sin tropezones, sin sobresaltos, con tostados y cafe, algo rico que envuelve la boca, chocolate con especias, gofio y nariz floral, soberbio y con recorrido carnoso, perfumado, impresionante, y aun más el final con crujientes de nueces y caramelo sobre natillas, una acidez casi redonda, sutil, genial final. Retronasal espectacular, plumcake, chocolate, tarta de violetas.en alguna ocasión pareció descubrir algunos matices herbáceos ¿Quizás producto de una añada difícil como 2002?

Me gustan los vinos de RdG. He probado estos Trasnochos varias veces. Un vino que no tiene prisa, que tarda en abrirse. Intenso y aromático. Pimienta blanca y toffes, whisky, melocoton y naranjas. En otro plano las notas de maderas nobles, sandalos y acebuches, cueros y grafitos... Poderosos los aromas de frutas rojas sazonadas. Todo corpulento. El vino, aunque lento en llegar, tarda en diluirse en la boca, te acaricia el paladar. Final de ciruela.

De menos a más. Si no fuera por estar al tanto de su peculiar método de elaboración, ese color inquietantemente oscuro le hacía dudar a uno si estaba frente a una tempranillo riojana. Demasiado extracto. Esas impresiones se confirmaron en nariz: fruta negra demasiado madura, madera nueva demasiado reluciente y orgullosa, ¿algo más? Todavía no. Tanto exceso enmascaraba el alma y la verdad del vino. Pero el tiempo hizo su trabajo (PacoHigon ya lo avisó: aireación, mucha aireación)y el vino comenzó a expresarse con mayor nitidez. Entonces sí, la fruta negra madura más comedida, recuerdos florales, pinceladas de regaliz, los minerales intentando asomar. En boca, más de lo mismo: taninos de madera y fruta avasallando, la potencia arrinconando a la elegancia, y una acidez reconfortante dispuesta a que tanto exceso no se lleve al vino por delante. Creo que lo conseguirá. Lo único que necesita es tiempo, porque el vino intenta transmitirnos algo que por juventud y crudeza aún no sabe cómo hacerlo. Ahora, su hermano "menor", el Remírez, le supera en equilibrio, elegancia, profundidad y armonía No puntúo.

Picota muy oscuro y cubierto con reflejos violáceos. La nariz es intensa, fragante, muy expresiva, con una excelente carga de fruta negra, suaves toques de sirope de ciruela, acompañada por un atractivo fondo tostado con recuerdos a regaliz negro y notas especiadas. En boca el ataque es potente, tánico, con excelente acidez, magnífico ensamblaje y muy buen recorrido. Excelente extracción, armonía y equilibrio. En estos momentos le falta bastante botella y agradece una buena aireación (mínimo 4-5 horas).

Color rojo picota oscuro, bastante intenso y con tonos brillantes. Muy expresivo en nariz, con frutos rojos, bayas, pimienta blanca, recuerdos a café con leche-toffee, torrefactos y notas minerales al rato de abierto, madera nueva fina y elegante, muy bien integrada.
En boca es amplio, untuoso, cremoso, pleno, una delicia. En rotronasal leves recuerdos a vainilla.

Color rojo picota de capa alta.
Nariz elegante y muy compleja con predominio de frutos negros. Delicado matiz a madera nueva.
Boca muy potente, pero no agresivo. Gran intensidad y estructura. Tiene un comportamiento muy noble. Un vino para disfrutar, una pena que se tan caro.

Color picota de capa intensa, con menisco violaceo, acreditando a copa quieta en nariz intensos aromas a frutas negras del bosque muy maduras, así cieruelas y bayas silvestre, sobre un extraordinario fondo, al mover, que desprende mas notas a madera fina, regaliz notas minerales. perdenal, y vainilla intensa tambien canela, y chocolate amargo, el paso por boca es extraordinariamente poderoso, estructurados taninos con recuerdos a la fruta, no deja de notarse esta, pasa con mucha exquisites, con paso largo, dejando un retronasal estupendo y ahi, justamente ahi, nuevamente aparece los recuerdos frutales, estupendo y gran vino me ha gustado mas que el 2001, su precio 58 euros, creo que así y todo no deben dejar de perderselo, añadiremos que en 3/4 años la punta de astringencia se pule en botella, palabra.

Picota oscuro con ribete violeta. Nariz con suaves notas de compota de ciruelas pequeñas maduras, frutillos del bosque y unas magnificas sensaciones lácticas de toffe con ligerísimos ahumados del roble. Finas maderas muy bien integradas en los aromas afrutados maduros. Final de nariz con un recuerdo floral de lilas. Buena intensidad. En boca tiene personalidad, ataque seguido de buena acidez que llega a una evolución donde la fruta es la principal protagonista, con rasgos tostados – torrefactos ( que también suven por retronasal ). De recorrido medio y con una pequeña astringencia ( madera – fruta ) que la botella limará ya que deja una pequeña sensación muy agradable de taninos dulces en el posgusto. Muy rico, distinto al 2001 ( solo recuerda en la frutilla negra muy elegante ). Remirez de Ganuza con la combinación de estilos se convierte en un autentico Mago de la Rioja Alavesa, meritos que ha conseguido a base de una viña excelente y una perseverancia digna de alabanzas en las técnicas de elaboración, enhorabuena por ello y más en una cosecha como la de 2002.