Blog de Eugenio Saenz

Momentos a recordar de un año para olvidar

Que 2009 ha sido un año para olvidar no es desde luego, en nuestro caso, una frase hecha. Problemas de muy diversa índole han convertido este último año en uno de esos que no nos gustaría volver a repetir, pero bueno, como esto no deja de ser un blog de vinos y no el muro de las lamentaciones, hablemos de esos buenos momentos que ha tenido, porque afortunadamente los ha habido.

Momentos de buenos vinos, de buena gente con quien compartirlos, explicados y loados por sus elaboradores o por otras personas que los conocen y admiran tan bien como ellos. Y como homenaje y recuerdo a esos buenos momentos y a esas personas con quienes los he compartido, aquí tienen, por tanto, los vinos más destacables del año 2009:

ESPUMOSOS

A pesar de que se trata del tipo de vino que más veces bebemos a lo largo del año, no ha sido una temporada de grandes descubrimientos en champagne, por lo que hemos constatado muchas confirmaciones, solemos ir a lo seguro. Lo mejor, sin duda, la impresionante cata de Selosse de la que damos cuenta en la anterior entrada, con la Cuvée Contraste como vino más destacable, un vino que repetimos la pasada nochevieja y que es uno de los mejores y más originales champagnes con los que nos hemos topado. De igual forma, destacamos dos excelentes vinos de Billecart-Salmon, un Elisabeth Rosé 1998 degustado en casa hace un añito y su hermano del 2000, de diferente carácter e igual clase, catado, el igual que el impresionante Grande Cuvée 1996 en el evento Vitis Vinifera de Barcelona y de la mano de Antoine Billecart. Igualmente ha caído alguna botella de los grandes clásicos (Krug Grande Cuvée, Bollinger RD 96, Bollinger Grande Anée 99), pero a estos el valor se les supone. No fallan nunca.

BLANCOS

Alemania y la riesling han sido sin duda las estrellas del año. La presentación de la añada 2007 el pasado febrero en Gerona, amén de dos enormes catas verticales de dos míticos pagos (Herrmanshöhle de Dönnhoff y Kirchenstück de Bürklin-Wolf) han sido sin duda momentos estrellas de este año vinícola. Y si elegimos un vino de ambas, nos quedaríamos con Dönnhoff Hermannhöhle Spätlese Trocken 1998 y con Bürklin-Wolf Kirchenstück GG 2002. Dos de los mejores riesling secos catados hasta el momento y que formarían un trío casi insuperable con Clos de Saint Hune de Trimbach.

Otro de esos vinos blancos que nos han dejado huella este año ha sido un Marqués de Murrieta blanco de 1982, además de un Tondonia Blanco Gran Reserva de 1973. Son esos enormes vinos que se elaboraban antaño en Rioja, partiendo de la variedad Viura y a base de largas crianzas en maderas viejas. Hoy, unos buenos años después, son vinos que te hacen replantearte muchas cosas y que proporcionan momentos de disfrute máximo. Vinos sin duda para engrandecer nuestra historia.

También nos acordamos de algún Borgoña blanco de gran nivel como el Corton Charlemagne 2002 Bonneau du Martray o 2006 De Montille, el Puligny-Montrachet 1er Cru Les Referts 2005 de Arnaud Ente o el finísimo Pulingy Montrachet 1er Cru Le Cailleret 2006 De Montille, pero ninguno ha alcanzado el excelso nivel de los anteriormente citados. Además cierto es que cada vez compramos y bebemos menos Borgoñas blancos, pero no porque no nos gusten, sino porque sucumben ante alemanes, alsacianos o los vinos del Loira en un aspecto tan importante como la relación calidad-precio. El Borgoña bueno hay que pagarlo y hay que pagarlo cada vez más. Y no siempre lo que recibes se corresponde con lo que pagas.

TINTOS

Y si en blancos, Alemania y su diva han llevado la voz cantante, hemos de reconocer que en tintos, nos hemos convertido definitivamente al Piamonte y a la Nebbiolo, a Barolo y Barbaresco. Borgoña es grande, esto nadie lo duda, pero las decepciones que nos da son muchas. Es una zona peligrosa para comprar y en la que muchas veces, llegar a un gran vino te cuesta unos cuantos resbalones. En cambio, Barolo y Barbaresco ofrecen una regularidad muy superior, aquí la calidad media está siempre más asegurada. También puede ayudar algo que este año hemos tenido la ocasión de probar varios de los vinos de los mejores productores, de los reyes Giacosa y Voerzio, algo así como si pudiéramos probar Leroy y DRC en Borgoña. Pero aún así, seguimos pensando en que los vinos del Piamonte nos parecen los más fiables y regulares. En estos momentos, nuestros tintos preferidos.

Así pues y dentro de dos catas memorables dirigidas por el maestro Asenjo, destacamos los Barolos Cerequio y Sarmassa 2001 de Voerzio, además del Barbaresco Asili Riserva 2000 y el Barolo Rocche del Falletto Riserva 2001 de Giacosa. Cuatro vinos que posan ya en el baúl de los recuerdos.

En vinos tintos nacionales, tres referencias para la memoria. La primera, un Vega Sicilia Único de 1970, un vino que nos muestra toda la esencia de los Vegas clásicos, vinos inmortales por su concepción y por su eterna calidad. La segunda, un Viña Real Reserva Especial de 1964, de la mítica añada riojana, uno de esos vinos por los que el tiempo no pasa. Las más grandes añadas de este vino (54, 62, 64, 81 y alguna más) están entre los mejores vinos tintos españoles de todos los tiempos. Y sin dejar la Rioja más clásica, otro nombre mítico es Castillo de YGAY. Ese Gran Reserva Especial de 1925 es otro de los grandes vinos del año, un vino increíblemente joven y vivo, con un paso por boca espectacular.

Pero también en la Rioja actual hay vinos de clase y calidad mundial y uno de ellos es El Pisón. No olvidamos esa maravillosa tarde que pasamos con Juan Carlos Lópes de Lacalle en la que probamos Pisón 95, 98 y 2004, vinos que sin duda merecen estar en el podio de los elegidos. Elegancia, terroir y distinción a raudales. Muy grandes. Y ese 2007 va por el mismo camino. ¿El mejor vino tinto español de la actualidad? En nuestra opinion, sí.

DULCES


Cuatro vinos dulces vamos a reseñar en este listado de los mejores. El primero, un impresionante Bürklin-Wolf Pechstein TBA 2007, un vino imposible que sin duda fue el más destacable de la presentación de la magnífica añada 2007 en Alemania. Un nuevo registro entre los TBA de Pflaz, de mucho más carácter Pechstein que TBA, para entendernos. Nos recordó al enorme Juffer Sonnenuhr TBA 2006 de Haag del año anterior. El segundo fue el quizá sea el mejor vino del año, un trascendental Huet Le Haut Lieu Moelleaux 1945. Un vino monstruoso, lleno de sensaciones de terruño, lleno de delicadeza y de elegancia. Por el pasarán otros 65 años más sin problemas. Un mito.

El tercero y catado el mismo día que el Huet fue un Egon Müller Scharhofberger Spätlese 1999 de subasta, un vino que posee la perfecta delineación y arquitectura que solamente el maestro es capaz de otorgar. Y el último de la lista, el más reciente, es un Bürklin-Wolf Kirchenstück Auslese 1971, un auslese deliciosamente maduro y equilibrado, un vino lleno de encanto y originalidad que sin duda ha llegado a su mayoría de edad con todas las de la ley. Enorme vino este Auslese y en especial la botella que nos tocó.

GENEROSOS

Aquí y en este apartado dominan los vinos tradicionales andaluces, lo primero por gustos personales y lo segundo porque son los únicos en su especie que podemos permitirnos por el momento. Los Oportos viejos (vintages/colheitas con más de 40 años y Tawnys de 30/40 años) y los madeiras igualmente viejos (vintages o fresqueiras de más de 40/50 años) son inalcanzables por precio y estoy seguro de que no mejores que nuestros más grandes VOS o VORS.

Lo más destacable del año son las novedades del Equipo Navazos, en especial el Palo Cortado Bota Punta Nº 17, un palo cortado de meditación trascendental y el profundísimo Cream Viejo "Bota NO" Nº 19, que nos da varias vueltas de tuerca al concepto existente del Cream. Uno de los más grandes vinos mundiales sin discusión. Y volver a probar esa increíble Manzanilla Pasada Nº 10, un vino para la historia. Y el Fino Antique, el Amontillado Quo Vadis, la Reliquia de Barbadillo, el Oloroso BC 200, etc, etc….

ALGUNAS SORPRESAS

En espumosos, es justo destacar a un Cava, concretamente el Sabaté i Coca Reserva Familiar 2005, un Cava que nos deja una impronta de sensaciones de terroir que hasta ahora no habíamos conseguido obtener en vinos de este tipo. Es un paso adelante en el mundo del Cava, un mundo que cada vez nos sorprende y nos seduce más. Un excelente trabajo. En champagne, digno de mención es el trabajo de Diebolt-Vallois, Tarlant y Benoit Lahaye, tres pequeños productores que no habíamos probado y que nos han causado una grata impresión este año.

En cuanto a blancos nos gustaría resaltar un vino excepcional, que, embotellado en una pequeña cantidad de mágnums, lleva el espíritu de la mejor viña gallega en su impronta. Hablamos de Pedrouzos 2006, un vino que puede marcar un antes y un después en nuestros blancos modernos. Pruébenlo y me dirán. Esperando estamos al 2007. Y sin olvidarnos desde luego de los vinos del Loira, tanto en su vertiente central (Anjou, Turena) como en la superior (Sancerre, Pouilly-Fumé), donde sin duda donde encontramos algunos de los vinos blancos con la mejor RCP del mundo. El Domaine du Collier La Charpentrie 2005 es un claro ejemplo de ello. Un vinazo a precio muy razonable.

Y en tintos, no vamos a olvidarnos de dos proyectos prioratinos prometedores, ya realidades, y que son Ferrer-Bobet y Terroir al limit. Un paso adelente en los registros habituales de la zona. Pureza y definición. E igualmente mencionar los excelentes Barbarescos de Ca del Baio, vinos con una RCP difícil de superar. Y, por supuesto, los cada vez más interesantes tintos gallegos, bien elaborados con mencía o con uvas autóctonas de sus zonas, aportando frescura y buena acidez.

Y por último, en cuanto a dulces y generosos, no dejamos de sorprendernos con la gama Antique de Fernando de Castilla, aunque hayamos disfrutado sus vinos en múltiples ocasiones, además del soberbio nivel de los vinos viejos de Tradición, todos estos ofrecidos a precios que da pena (o mejor dicho gloria) decirlos. Y el Fino La Panesa. Y la manzanilla en Rama de Barbadillo. Y las entergas de Navazos. Y sin salir de Andalucía, ojo a los mocateles de Bentomiz. Estamos en año Vinoble. Marcados con una X tenemos esos días de mayo...

En fin, que un año más pasó. Y con él unos cuantos buenos vinos, que nos han hecho recordar grandes momentos. Vamos a por ese 2010.

Un saludo,
Eugenio Sáenz de Miera Arnau
  1. #1

    AntonioJesus.AkatA

    Eugenio cierto es, quédate con esos vinos tan tan personales que has listado y el resto que se quede en esa barrera de las 23:50:50" del día 31 de Diciembre.

    Mi padre siempre me dice "lo positivo de un mal año, es que el próximo difícilmente será peor" en fin. Buen y majestuoso 2010...

  2. #2

    EuSaenz

    Sí señor, hay que ser positivo y quedarse con los buenos momentos, representados en este caso por estos vinos. Sabias palabras las de tu padre. Seguro que este año las cosas van mejor, sobre todo en el apartado de la salud, que al fin y al cabo es lo más importante.

    Un abrazo y feliz año a ti y a toda la familia Akatá.

    Eugenio.


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