Blog de Eugenio Saenz

Champagne-Sherry, una bendita locura

Quienes siguen habitualmente los artículos publicados en este espacio virtual conocen sobradamente cuáles son, hoy por hoy, nuestras preferencias en el mundo del vino. Saben que gustamos ante todo de los riesling alemanes y los chenin blanc del Loira tanto secos como dulces, de la maravillosa y apasionante Borgoña tanto blanca como tinta, de los austeros y profundos nebbiolos del Piamonte, de las perfumadas syrahs del Ródano Norte o de los grandes clásicos inmortales de la Rioja o de Burdeos por encima de todo, pero a la hora de la verdad y si tuviéramos la mala fortuna de tener que decidirnos solamente por dos tipos de vino para llevarnos a una isla desierta lo tendríamos igualmente muy claro: Champagne y Jerez o lo que es lo mismo, Jerez y Champagne. Ambos compatibles y ambos imprescindibles, quizá el Champagne para compartir y el Jerez como vino más introspectivo, pero con estos papeles absolutamente intercambiables entre ellos.

Las benditas locuras solamente se les ocurren a los benditos locos. Y los que han tenido la ocasión de conocer a Fernando Angulo y a vivir lo que es la esencia de la “famiglia” saben de qué les hablo. Para los que no conocen de qué va la vaina, nada mejor que remitirles a leer el artículo publicado por Jordi Melendo en El Mundo Vino con motivo del primer Champagne-Sherry que se celebró en Ronda, donde todo queda perfectamente retratado. Nosotros vamos a hablar hoy del segundo evento de esta serie que se celebró en Madrid a finales de abril en un pequeño y realmente acogedor espacio dedicado al disfrute del Champagne situado en la zona con más encanto de la capital –los Austrias- y llamado Champeron Paris. Regentado por Florent Mercier, un joven francés de la Champagne afincado hace ya un tiempo en Madrid, se trata de un espacio realmente delicioso para celebrar un evento de estas características, así que más a gusto y nunca mejor dicho, en “famiglia”, no pudimos estar. Además de los comentarios de Florent para la parte de los Champagnes contamos con la presencia de Morgane Fleury, propietaria de la Maison Fleury y de la que probaríamos uno de sus grandes vinos e igualmente con la de Esteban Cabezas, un experto formador vinícola con experiencia internacional como apoyo para la parte de Jerez, así que con unos vinos tan buenos y con una compañía como mínimo a su altura la sesión no pudo ser más satisfactoria. Fueron un total de nueve vinos, cinco de Champagne y cuatro del marco de  Jerez, vinos todos ellos excepcionales y que por tanto requieren un pormenorizado análisis. Veamos.

Comenzamos con un Champagne de bienvenida mientras nos presentábamos, un Marie Courtin Efflorescence Extra-Brut. Estamos situados en la Côte des Bars, al sur de Champagne y con unas composiciones de suelo parecidas a las de Chablis, aunque en esta zona curiosamente la pinot noir es la uva reina. Se trata de un pequeño productor dirigido por Dominique Moreau que respeta una filosofía de trabajo nada habitual en Champagne, trabajando solo un viñedo, solo un varietal y siempre vinos de añada. Efflorescence es un 100% pinot noir de la añada 2006 de una parcela situada en Polisot, vinos fermentados en barricas usadas y con levaduras autóctonas. Realizan selección masal. Se trata de un vino de enorme finura y redondez, limpio, mineral, ligeramente especiado, con una perfecta acidez en boca, una burbuja fina e integrada y un final realmente placentero, cremoso, largo y evocador, uno de esos vinos que han provocado nuestra confesa adicción al Champagne, un productor que desde luego ya está en nuestra lista de pequeños-grandes de la zona. Pero esto solo era el aperitivo, así que vamos con lo que nos ofreció la cata en sí.

Larmandier-Bernier Blanc de Blancs 1er Cru Extra-Brut

De este productor ya les hemos hablando en anteriores ocasiones y siempre señalamos que es uno de nuestros “vignerons” preferidos en Champagne, además fue probablemente el primero que conocimos, con lo que le tenemos un afecto especial. Situado en Vertus, trabaja en biodinámica con 9,5 has de viñedo en varios pueblos como el propio Vertus, Chouilly, Cramant y Bergères-les-Vertus. Esta botella corresponde a su vino de base, un 100% Chardonnay mezcla de vino de añada con un 40% de vinos de reserva, un vino de enorme finura, que siempre responde a las expectativas, pura frescura, puro equilibrio, un vino de marcada acidez y de paso amable, largo y cremoso, de esos que se beben sin ningún tipo de moderación, un vino que es una incitación a la fiesta y a la alegría, que termina contagiando positivismo, y todo ello a un precio más que competitivo. Nunca nos cansaremos de los Champagnes de Larmandier, un productor extraordinario.

La Bota de Manzanilla Pasada Nº10

Uno de los vinos que más nos han impresionado en los últimos años, para nosotros ha marcado un antes y después en la percepción de lo que es y puede llegar a ser una manzanilla. En enero de 2008 se realizó la saca, un vino que el capataz Rafael Rivas seleccionó cuando La Guita se hizo cargo de las Bodegas de la Calle Misericordia. La solera consta de 15 botas cuyo secreto no fue otro que el continuo trabajo de Rafael realizando pequeños refrescos que la conservaban siempre activa y manteniendo las botas casi llenas, algo que contribuía al equilibrio entre la acción de la mínima flor que queda y la acción propiamente oxidativa, no olvidemos que hablamos de un vino con una edad media estimada entre los 12-14 años.

Hace poco tuvimos la suerte y la desgracia de disfrutar de nuestra última botella de esta saca en casa y lo cierto es que volver a encontrarnos con ella en esta cata nos hizo una ilusión especial. Los 4 años de botella le han dado a este vino una prestancia sencillamente arrolladora. El color es ahora más subido y ha perdido algo de su fuerza punzante, pero a cambio ha ganado una complejidad en nariz y una profundidad en boca que te dejan sin palabras. Es un vino sencillamente perfecto, perfectamente sencillo, un vino que nos parece que se encuentra en otra dimensión, así que si les queda alguna botella es el momento de disfrutar de ella, poco a poco y dejando que se airee en una amplia copa, ya que no hace más que ganar matices. Es cierto que la Nº20 nos pareció incluso superior y que la Nº30 va por un camino muy similar, pero es que ahora mismo y con los años de botella, esta Nº10 está en un momento especialmente dulce. Un vino que continúa rompiendo moldes y nuestro favorito en la cata.

Michel Gonet Brut Millesimé 1996

Productor familiar con más de dos siglos de historia y que trabaja con 40 has de chardonnay en plena Côte des Blancs, en concreto en el Grand Cru de Avize. El millesimé es como en muchos otros casos su obra cumbre y si a eso le añadimos que la añada a catar fue ni más ni menos que el 96 pues ya está casi todo dicho. La añada 96 es una de las mejores de todos los tiempos y todavía más para la chardonnay, que desarrolló una acidez y una pureza que en los mejores casos conllevará una longevidad casi eterna.

Hace un tiempo que probamos este vino en un restaurante y lo cierto es que continúa igual, su complejidad en nariz es arrolladora, tiza, frutas blancas, anisados, especias, con un paso  por boca pleno de fuerza, acidez, balance y longitud, dejando una placentera sensación cremosa en el final donde vuelve toda esa carga mineral del terruño de Avize. Este es uno de esos vinos cuya capacidad de guarda se mide en decenios e incluso nos parece que todavía no está listo, pero resulta todo un placer beberlo y disfrutarlo. Nuestro consejo está claro y no es otro que compren y beban todo el Champagne del 96 que puedan y más en blanc de blancs. Es una añada histórica y probablemente nunca más se alcancen las condiciones climatológicas de aquel impresionante año.

Fino Tres Palmas

Volvemos a Jerez con otro viejo conocido, el soberbio Fino Tres Palmas de González Byass. Tercer escalón de esa fantástica colección de palmas, se trata de una selección de botas que procede de la primera criadera del fino amontillado, con una edad media en torno a los 8-10 años y una presencia de la flor ya casi testimonial, un vino que podemos calificar como un fino en su serena madurez. La saca es de apenas 260 botellas de medio litro.

Ya en su momento fue el vino que más nos sorprendió de la colección y ahora confirma de nuevo su brutal categoría, es un torbellino tanto en boca como en nariz y lo consideramos como un fino técnicamente perfecto, es ni más ni menos que lo que nosotros esperamos de un fino de verdad, un vino con una tremenda complejidad en nariz, todavía punzante y poderosa, pero con esa clase que va otorgando la lenta y pausada oxidación, algo que confirmamos con un paso por boca de los que sencillamente emocionan, pues nos encontramos ante un vino que lo aglutina todo. Esta colección de palmas de González Byass es imprescindible para todo aquel que guste de los vinos de verdad, de los vinos al margen de las modas, de los vinos que forman parte de los elegidos, es un auténtico espectáculo en sus cuatro estaciones, pero esta tercera resulta sencillamente apabullante. Aquí hay mucha grandeza, no se la pierdan.

Diebolt-Vallois Mise en Cave 1983

Otro de esos pequeños productores que nos entusiasman por su precisión. Tan solo 11 has de viñedo en la Côte des Blancs, aunque también trabajan una pequeña parte en la Montagne de Reims. Este vino es una joyita de la que todavía quedan algunas botellas que se van degollando poco a poco, procede de viñas de chardonnay de Cuis y Cramant y se trata de un vino de la excepcional añada 82, aunque curiosamente figure comercialmente su puesta en rimas en el año 83.

Con este tipo de vinos hay que tener en cuenta la disparidad de botellas, lo hemos probado unas pocas veces y existe variación, pero en esta ocasión la botella no sólo fue buena, sino que en nuestra opinión resultó extraordinaria. Se trata de un Champagne obviamente maduro, con una nariz de corte más oxidativo, pero en este caso manteniendo una gran frescura frutal y mineral, un vino francamente complejo en su paleta aromática, pero lo que nos convence de las bondades de esta botella es su paso por boca ya que todavía muestra mucha fuerza y mantiene acidez, es largo y envolvente, muy elegante, de corte vínico y francamente armónico, además agradece el aire más y más, y su evolución en copa resulta sumamente interesante. A pesar de que hay botellas y botellas, este es un Champagne que merece la pena probar pues es de lo poco que se puede catar de de esta añada a precios más o menos accesibles y si hay un poco de suerte es un vino que se va a disfrutar mucho y ante todo un excelente ejemplo de lo que es y debe ser un Champagne con años a sus espaldas. Muy bueno.

Palo Cortado Viejo CP

Valdespino es una de las más importantes bodegas de Jerez y del mundo. Sus vinos nacen de mostos del pago Macharnudo Alto fermentados a la vieja usanza, en barrica. Los que se desvían de su camino inicial hacia el Fino Inocente o el Amontillado Tío Diego, pasan a formar parte de la criadera del Palo Cortado Viejo CP,  que se forma a través de cuatro escalas más una solera. Su edad media aproximada es de unos 25 años y no se comercializa oficialmente, su solera suele utilizarse para refrescar la última criadera de Cardenal, el brutal Palo Cortado VORS de la casa. Las iniciales CP vienen de Calle Ponce, una calle situada en el Barrio de Santiago jerezano donde se ubicaba la antigua bodega en la que se hallaba la solera de este vino.

Ya lo catamos en su día in situ, en la bodega, y nos pareció un vino excepcional pero ahora en su versión embotellada (de la que Fernando ha conseguido unas pocas unidades) nos confirma su brutal clase, una pena que la casa no se decida a comercializarlo. Es un Cardenal en miniatura, un “Cardenalito”. ¿O un Obispo? ¡Qué más dará! Nariz de una hondura brutal, intensa, especiados, frutos secos, maderas viejas, noble en el paso por boca, concentrado y con peso, de una proverbial elegancia marca de la casa, largo, persistente, equilibrado, con ese deje salino, hace salivar a su paso y se queda en el recuerdo durante varios minutos, es un vino que podemos calificar como modélico en su estilo porque representa el balance perfecto, es transcendental pero a la vez cercano y disfrutable, un vino de bandera, uno más en una gama que nos parece que alcanza la perfección en Jerez. Soberbio palo cortado.

Fleury Pere e Fils Extra-Brut millesimé 1996

Uno de esos productores que podemos calificar como peculiares, se trata del primero en Champagne que trabajó todo su viñedo en biodinámica, comenzando en 1989 y ya con todo su viñedo en 1992. Situado en Courteron, en la Côte des Bars, sus vinos son muy personales y con una buena calidad, puros Champagnes de vigneron. Como hemos comentado anteriormente, tuvimos la fortuna de poder contar en la cata con Morgane Fleury, que se encontraba en Madrid pues un par de días antes estaba presentando sus vinos en el Salón de Lavinia. En la cata disfrutamos de un vino muy especial, ni más ni menos que su millesimé del 96, uno de  los grandes vinos históricos de la casa.

Se trata de un vino que parte de un 80% de pinot noir, siendo el resto chardonnay. Nos impresiona su nariz, algo realmente soberbio, complejidad a raudales, profunda, cambiante, con múltiples registros frutales, especiados y minerales, un vino lleno de finuras que no hace más que confirmarse en boca, donde una poderosa acidez destaca en un conjunto perfectamente balanceado y redondo, quedando de nuevo las sensaciones minerales en un largo final donde destaca la integración carbónica. Este es un vino joven y con perspectivas de mejora en botella, pero ahora mismo nos resulta irresistible por su estado de forma, absolutamente arrollador. Una vez más nos quedamos impresionados ante un vino de esta añada 96, una añada de la que no hemos probado Champagnes malos. Y este es de  los buenos, eso lo tenemos muy claro, sin duda el mejor Fleury que hemos catado.

Amontillado 51-1ª VORS

Y para finalizar, uno de los más excelsos amontillados que existen, el 51-1ª de Domecq. Y decimos de Domecq pues se trataba de una antigua botella de este vino, cuando esta mítica casa jerezana se encontraba en lo más alto de su producción. Solera fundada en 1830 y llamada así por la numeración de las botas seleccionadas, se trata de un VORS, por tanto un vino de una calidad superior y con una edad media de más de 30 años. Este es un vino que recordamos con un especial cariño, pues lo probamos por primera vez en una impresionante cata llamada “Inspiraciones de Jerez”, que presentada por Don Beltrán Domecq consistió en la cata de casi todos los vinos de Jerez de la gama Pedro Domecq con propuestas de maridajes. Corría el año 2005 y era la primera vez que probábamos estos grandes vinos viejos de Jerez como este amontillado, el Oloroso Sibarita, el Palo Cortado Capuchino o el PX Venerable. Nos impresionaron tanto que estos vinos ya nos conquistaron para siempre. Además, Don Beltrán nos regaló una botella de VORS a cada uno de los asistentes y a nosotros nos tocó una de este amontillado, justo cuando cambiaron la imagen de los vinos y pasaron a utilizar una botella troncocónica más moderna y unas etiquetas más estilizadas.

Esta era en cambio una de las botellas antiguas y el vino estaba como siempre, absolutamente excepcional. Este es un amontillado viejo de libro, intenso, profundo, misterioso, salvaje, largo, eterno, un vino sin concesiones a la galería, uno de  los grandes vinos que se pueden encontrar en el mundo. En nuestra humilde opinión, no existe en la faz de la tierra un vino más directo y esencial que un viejo amontillado jerezano y este es uno de los grandes, un vino introspectivo, para meditar, para que todo se detenga cuando estamos degustando una copa. En la actualidad esta referencia se encuentra bajo los auspicios de Osborne tras el desmembramiento de la casa Domecq, esperemos que con ello esta soberbia solera continúe con su dilatada historia.

Un final inmejorable para una cata de primer nivel. Luego seguimos degustando alguna botella más y picando unas ricas viandas y sobre todo, disfrutando del buen ambiente que se crea en estas catas. Lo mejor de esta bendita locura es que se trata ya de una realidad, que tendrá continuación dentro de unos días en Ronda. Esto de Champagne-Sherry va en serio y resulta imparable. Y que nosotros lo veamos, claro.

Champagne y Jerez, Jerez y Champagne. Son nuestros vinos, nuestra droga dura, nuestra fuente de inspiración. Del Jerez somos devotos y del Champagne adictos. No sabríamos vivir sin ellos.

Un saludo,

Eugenio Sáenz de Miera Arnau

(EuSaenz)

 

 

 

 

  1. #1

    JoseRuiz

    ¡Hola Eugenio!

    ¡Qué experiencia tan espectacular!

    Todavía me queda en mi armario de vinos una botella de manzanilla Nº10, como es la última busco una ocasión especial, pero a raíz de la lectura de tu crónica creo que generaré esa ocasión especial, precisamente con la apertura de la botella.

    Enhorabuena por la cata y la crónica.

    Saludos,

    Jose.

  2. #2

    EuSaenz

    en respuesta a JoseRuiz
    Ver mensaje de JoseRuiz

    Gracias José, te garantizo de vas a alucinar con la Nº10 en estos momentos, es un espectáculo de vino. Utiliza una copa amplia, incluso tipo Borgoña, la nariz de este vino es algo brutal y es la mejor forma de percibir sus inigualables aromas.

    Saludos,
    Eugenio.

  3. #3

    JoseRuiz

    en respuesta a EuSaenz
    Ver mensaje de EuSaenz

    Lo tendré en cuenta.

    Gracias,

    Jose

  4. #4

    Jordi_Melendo

    Fantástico relato, Eugenio. Me quedo con esta gran frase: "Son nuestros vinos, nuestra droga dura, nuestra fuente de inspiración. Del Jerez somos devotos y del Champagne adictos".
    Un fuerte abrazo!

  5. #5

    ToloS

    Altisimo nivel. De cada vez me gustan mas los vinos de Jerez. Reconozco que desde una primera ignoracia me parecian oscuros y demasiado punzantes, pero ahora los estoy disfrutando. La experiencia del encuentro me marcó. Soy un fan de los palo cortado y les veo un potencial de maridaje infinito

  6. #6

    Mario Cavaradossi

    Estimado Eugenio,

    Muchas gracias por relatarnos con tanto detalle y tanta maestría lo que fue esa segunda experiencia Champagne-Sherry con la Famiglia. Yo tuve la suerte de estar en la primera, en Ronda. Para mí fue una experiencia única, inolvidable e irrepetible, de principio a fin. Y no solo los vinos fueron los culpables. Fernando Angulo, Carmen Caballero, Jordi Melendo y Eduardo Ojeda fueron capaces de crear una experiencia mágica en la que, sin duda, los vinos tuvieron la mayor parte del peso, pero también contribuyeron las palabras, el flamenco sonando de fondo, la guitarra, el Tajo, la luz de Ronda...

    Bendita locura ésta de la que todos nos estamos contagiando.

    Un abrazo.

    Fran

  7. #7

    Jlggg

    Gracias por compartirlo con nosotros. A mi me ocurre lo mismo, cada día me gustan más.

    Saludos

    José Luis Giner

  8. #8

    EuSaenz

    en respuesta a Jordi_Melendo
    Ver mensaje de Jordi_Melendo

    Gracias Jordi, ya sabes que me alegra mucho tenerte por aquí, tú eres uno de los culpables de mi adicción al Champagne, jeje. He leído tu artículo sobre Chartogne y me voy hacer con un Sainte Anne para probar, a ver qué tal.

    Un abrazo,
    Eugenio.

  9. #9

    EuSaenz

    en respuesta a ToloS
    Ver mensaje de ToloS

    Son vinos a los que cuesta ir entrando por su brutal personalidad, pero una vez que te gustan ya no los puedes dejar, además hay todo un mundo detrás de ellos. El palo cortado es algo muy especial, no sé si has probado el “Pata de Gallina” de la última bota de Navazos, es espectacular. Y este Viejo CP merece mucho la pena, lo que pasa es que hay muy poco.

    Saludos,
    Eugenio.

  10. #10

    EuSaenz

    en respuesta a Mario Cavaradossi
    Ver mensaje de Mario Cavaradossi

    Y la que se va a liar el día 2 ni te cuento…en esa no podré estar, por desgracia no se puede ir a todas, este fin de semana tengo un “sarao” de riesling y borgoña en Segovia y el sábado que viene tenía o el Champagne-Sherry de Ronda o una cata de Roulot en Cigaleña (Santander). Al final solo voy a lo de Segovia y el finde que viene descanso, que esto es un sinvivir…

    Lo peor de todo es que el próximo finde deberíamos haber estado por Jerez con motivo de Vinoble.

    Saludos,
    Eugenio.

  11. #11

    EuSaenz

    en respuesta a Jlggg
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    De nada José Luis, para eso estamos, para compartir experiencias. Ambos son mis vinos, yo creo que no hay una semana en el año en que no beba al menos un día un vino de estos.

    Saludos,
    Eugenio.

  12. #12

    Gondorff

    últimamente no paras, macho, me das mucha envidia pero de la mala.
    Un abrazo

  13. #13

    Jlggg

    en respuesta a EuSaenz
    Ver mensaje de EuSaenz

    Así es, yo esta semana he dado cuenta de la bota nº 32.

    Saludos

    José Luis Giner

  14. #14

    EuSaenz

    en respuesta a Gondorff
    Ver mensaje de Gondorff

    Hay que descansar de vez en cuando, que si no…a ver si coincidimos en una de estas en breve.

    Saludos,
    Eugenio.

  15. #15

    EuSaenz

    en respuesta a Jlggg
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    ¿Y qué te ha parecido? Yo la he notado un poco menos punzante que otras sacas, quizá necesita como siempre unos meses más de botella.

  16. #16

    Jlggg

    en respuesta a EuSaenz
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    Tengo pendiente poner la nota.Me ha parecido que ha ganado desde la primera vez que la probe, no obstante sigue siendo más ligera que otras.

    Saludos

    José Luis Giner

  17. #17

    Jorditec

    Leo, ahora que estoy en otro estadio enológico personal, con avidez, envídia y admiración esta cata... Qué pena no tener una máquina del tiempo y poder asistir a ella (Los jereces, casi todos los he bebido y bebo de normal, pero esos 1983 y 1996...)
    Reconozco que en el año 2012, yo me encontraba en etapa tintófila, era un boig pel vi (loco por el vino) en pañales vinícolas, vaya. Afortunadamente y entre otras cosas, gracias a mis amigos del grupo Bojos pel vi (Un grupo donde la sinérgia de las individualidades nos hace progresar a pasos agigantados) he evolucionado mucho; ahora esa cata sería un sueño para mi.
    Enhorabuena por esos ratos tan fantásticos.

  18. #18

    EuSaenz

    en respuesta a Jorditec
    Ver mensaje de Jorditec

    Gracias Jordi, la verdad que es un placer ver como tantos años después todavía siguen ahí vigentes esos post del blog que tanto tiempo me tuvo ocupado y donde están reflejadas grandes catas como esta con Fernando Angulo y Florent Mercier.

    Saludos,
    Eugenio.


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