Blog de Eugenio Saenz

Vitis Vinifera 2009: un día en Barcelona


Últimamente estamos viajando mucho a tierras catalanas por motivos vinícolas. La triste ausencia de eventos interesantes en la capital y la cada vez mejor y más económica oferta de vías de comunicación han hecho que en el último mes y medio nos hayamos desplazado tres veces con motivo de tres excepcionales eventos. Este último tuvo lugar el pasado lunes 9 de marzo y consistió ni más ni menos que en la presentación de gran parte de los vinos y productores que importa Cuvée 3000, una de las importadoras de vinos más destacables que trabaja en nuestro país.

El evento tuvo lugar en el Auditorio de Barcelona y allí vivimos una jornada de lo más interesante que vamos a narrar en los próximos renglones. Vaya por delante que este tipo de acontecimientos tienen su parte y su carácter social y por tanto resulta del todo imposible poder probar toda la oferta existente, por lo que nos fijamos una selección previa que el fin y al cabo fue lo que tratamos de catar.

En una amplia sala del auditorio figuraban ni más ni menos que 65 mesas con otros tantos productores, incluso alguna mesa con más de uno, así que como se puede comprobar la oferta fue de lo más numerosa y siempre de gran calidad. Por la mañana se pudo catar con cierta tranquilidad, pero a partir de las 5 de la tarde el evento se colapsó un tanto por la numerosa presencia de público. Así y con todo, salimos contentos y satisfechos por el nivel de la organización, por el de muchos de los vinos catados y por supuesto, por saludar y compartir una jornada con buenos amigos y conocidos.

Así pues, sin más dilación, vamos al grano y hablar de lo que pudimos catar por tipos de vino.

ESPUMOSOS


Billecart-Salmon es una de nuestras casas preferidas en Champagne. Sus vinos nos entusiasman por su pureza, por su finura y por su capacidad de evolución. El amigo Antoine Billecart llevó consigo casi toda su gama, con la ausencia del exclusivo Clos de St Hilaire. Comenzamos con su Blanc de Blancs, vino delineado, fino, de excelente acidez, ideal para el marisco. Su Brut Reserve es uno de los mejores Brut de base y nos explica a las claras cuál es el estilo Billecart.

De ahí pasamos al enorme Nicholas François Billecart 1998, un champagne de primera categoría, fino, vínico, estructurado. Realmente bueno. Y su Grande Cuvée 1996 son palabras mayores. Aquí notamos un perfecto trabajo de viña y ensamblaje. Un vino con décadas de recorrido.

Finalizamos con sus dos excelentes rosés, primero el Brut Rosé, un vino que nunca me cansaré de beber y de recomendar y después ese Elisabeth Rosé 2000, que continúa por los caminos del impresionante 98 y que es uno de los mejores champagnes rosados. Una maravilla llena de sensaciones y de finura. Repetimos varias veces de este vino, hasta que el bueno de Antoine se cansó de nosotros...lo siento, pero para mí es adictivo.

Como siempre, fantástica la gama de este productor. Sólo con esto, ya mereció la pena el esfuerzo de venir.

Probamos también el siempre interesante Cava Gran Caus de Can Rafols dels Caus, fresco, rico, de excelente RCP. No pudimos catar su magnífico Parisad, uno de los mejores cavas del mercado.

BLANCOS

Después de la orgía de vinos alemanes en Gerona, aquí tuvimos la ocasión de probar un buen muestrario de otros de nuestros blancos preferidos, los de Borgoña, de los cuales había muchos y muy buenos representantes.

De Château de Puligny Montrachet catamos su Puligny “villages” 2006. Este vino nos gustó mucho por su buena acidez, su marcada mineralidad y su magnífica integración de la madera.

Un productor que nos gusta por su razonable calidad ofrecida a precios bastante ajustados es Château de Beauregard. Sus vinos “villages” de Saint Veran, Mâcon Fuisse y Poully Fuissé en la añada 2007 son buena muestra de ello. No emocionan, pero si que resultan muy interesantes en su gama de precios. Otra cosa son los superiores, el Poully Fuisse Menetrieres 2004 y el Poully Fuisse Grand Beauregard 2003. Aquí percibimos una mayor complejidad, una mayor profundidad. Vinos de un cierto interés sin duda.

Un vino que suscitó cierta polémica fue el Corton Charlemagne 2007 de Lucien Lemoine, en especial por su integración de la madera. Por encima de todo se trata de un excelente vino, con una gran prestancia, potencia y untuosidad. Quizá todavía demasiado joven para hacerse una idea. ¿Moderno? ¿Clásico? Muy bueno, en cualquier caso.

La gran sorpresa entre los blancos fue quizá el Macon Village Quintaine 2007 de Guillemot-Michel. Biodinámica radical y vino con autenticidad. Mucha flor, mucho perfume, buen vino sobre todo. Interesante.

Terminamos los blancos con una buena ración de Meursault. Primero los vinos de François et Antoine Jobard, un productor que siempre figura entre nuestros favoritos. Sus 2006 estaban austeros y cerrados, pero se les notaba una excelente materia. Ahora mismo nos gustó algo más entre sus “lieu-dits”, En La Barre que Les Tillets, este último se mostró quizá algo más cerrado. Su Genevrieres 2006 es una joyita todavía pendiente de eclosionar, lleno de sustancia y estructura. Poruzots 2004 es otra cosa. Aquí hay más “gordura”, más grasa, pero ante todo mucha expresión de tierra y viña. Lo dicho, un productor que siempre nos convence.

Los de Ballot-Millot nos gustaron sobradamente mostrándose muy accesibles y directos, quizá por las características de la difícil añada 2007. El “villages” quizá fue el más flojo, no nos dijo mucho, al igual que Les Narvaux, probablemente algo cargado de madera. Otra cosa sin duda resultaron los más grandes, Charmes, Perrieres y Genevrieres, que figuran por el orden de nuestras preferencias, del que menos al que más nos gustó. En cualquier caso tres fieles reflejos del estilo de vino y viñedo que representan. Genevrieres nos pareció una obra maestra, llena de mineralidad y limpieza. Muy buen productor sin duda, sacando buen partido de una añada complicada.

De Alsacia figuraba un solvente productor como es Schoffit. Su Riesling sec 2007 y el Riesling Grand Cru Schistes 2007 estaban algo cerrados, pero se mostraban aromáticos y delineados, con cierta clase. Gustaron, aunque menos que sus soberbios dulces que luego mencionaremos.

Había además buena representación nacional (Do Ferreiro, Viña Mein, Tricó, etc.), pero solamente probamos los que son nuestros blancos favoritos nacionales modernos, los de Can Rafols dels Caus. Sus tres vinos blancos de gama alta llamados Xarel-lo Pairal, Viña La Calma y El Rocallís se sitúan sin duda en el “top” de los blancos nacionales actuales. Nuestro favorito sin duda El Rocallís, un vino de verdadero nivel internacional, que sin duda sorprenderá a quien lo pruebe. Muy recomendable.

TINTOS

Gran selección de vinos tintos nacionales y del mundo, con algunos participantes realmente ilustres.

Comenzando con nuestra querida Borgoña, de Confuron-Cotetidot pudimos catar un excelente Vosne-Romanee Les Suchots 2006, amén de un soberbio 99 que llevaron como sorpresa. Esencia de Vosne, profundidad especiada. Grandes vinos.

De Jacques-Frederic Mugnier probamos sus "Nuits" Clos de la Marechale 2006, y Clos des Fourches 2006 y el Chambolle-Musigny 2006. Vinos todavía jóvenes, cerrados, algo complicados, pero con la finura y la expresividad que esperas de este excelente elaborador. Y gracias al amigo Víctor Franco pudimos cuando menos probar un poco del Musigny 2006 que obviamente estaba hermético, pero que mostraba por debajo la grandeza de uno de los mejores tintos mundiales.

Moviéndonos hacia otra de nuestras zonas preferidas, el Ródano, comenzamos con los fabulosos Côte-Rotie de Jamet en añadas 2006 y 2007, este último todavía no comercializado. Florales, serios, profundos, plenos, muy buenos vinos. Ahora está más hecho el 2006, pero 2007 tiene muy buena pinta.

Otro excelente Côte-Rotie resultó sin duda la cuvée Grandes Places 2006 de Jean Michel Gérin. Magnífica expresión de lo que tiene que ser una Syrah. Una Syrah de libro.

Del Domaine Combier catamos sus siempre convincentes Crozes-Hermitage tanto el básico como la cuvée Clos des Grives, ambos de la añada 2007. Vinos muy equilibrados, de una magnífica RCP. Compras siempre habituales ambos, vinos que nunca nos cansaremos de recomendar.

Entrando en producto nacional, dos vinos siempre curiosos e interesantes son siempre los de Tanajara, el Vijariego Negro y el Baboso. Vinos minerales, con estilo, que se beben bastante bien. Clara muestra de ese profundo vergel varietal que podemos encontrar en las afortunadas.

Viñedos de Contino es desde siempre uno de nuestros riojanos preferidos. Su Viña del Olivo figura entre los grandes tintos nacionales modernos. Catamos el 2005 y el 2007 y nos gustó algo más el último. Ojo a este 2007 que nos pareció un magnífico compendio de estructura y elegancia. Y el Graciano 2004 nos pareció más amable que un 2001 bebido recientemente.

Un elaborador de no conocíamos y que nos sorprendió por su buen nivel es Vinyes d’ Olivardots, del Ampurdán. Cariñenas viejas con frescura y seriedad, muy bien vinificadas. A tener en cuenta.

Un proyecto prioratino muy sonado en los últimos tiempos es Terroir al Limit. La filosofía es de lo más atrayente: recuperar viñas muy viejas en determinados terruños que otorguen identidad a sus vinos. Probamos sus dos vinos superiores llamados Les Manyes y Les Tosses, ambos de la añada 2006. Aquí hay sin duda calidad y trasparencia, mucha expresión de terruño. Por lo que he probado, parece sin duda un proyecto muy interesante y a seguir, aunque los precios no acompañen...algo habitual por desgracia en Priorato.

Pese a que hubo muchas otras cosas interesantes (Pujanza, Matassa, Mustiguillo, Casa Castillo, Gauby, etc.), no catamos más tintos reseñables. Y es que es imposible poder probarlo todo, al menos en una jornada.

DULCES Y GENEROSOS

En esta categoría debemos destacar un fabuloso vino de Schoffit, un Pinot Gris Clos de Saint Theobald SGN 2001. Procedente del Grand Cru Ranghen de Thann, se trata de un soberbio vino, pleno, con acidez, largo y con mucho recorrido por delante. De largo el mejor vino aportado por Schoffit, una maravilla. Nos reconcilió con los vinos dulces alsacianos que teníamos algo abandonados. Los alemanes nos tiran mucho...

Y una curiosidad es sin duda el Caligo de DG Viticultors, una chardonnay botrytizada del Penedés que sinceramente nos convenció por su equilibrio y su buena realización. Manteniendo acidez y con los toques del hongo muy bien integrados. Vino interesante sin duda para añadir al panorama dulce nacional.


Por último probamos los vinos del único representante del marco de Jerez en el evento, Gutiérrez Colosía. El fino nos disgustó un tanto, ya que no ofrecía las características genuinas de los finos del Puerto. Su colección “Solera Familiar” sí que nos pareció ya más adecuada con la calidad que esperas de unos vinos viejos, en especial el Palo Cortado, que sin duda destacaba por su profundidad y complejidad. También nos gustó mucho el Amontillado y quizá algo menos el Oloroso y el Pedro Ximénez, en cualquier caso, esta serie sí que colmó las expectativas puestas en ella.

¿Ausencias? Estaban desde luego caso todos los que son, quizá echamos de menos productores como Knoll, FX Pichler y Luciano Sandrone. Y por supuesto, Leroy. Pero no podemos quejarnos.

Durante la hora del almuerzo aprovechamos para acercarnos al local que se ha erigido en todo un templo del vino en el poco tiempo que lleva abierto, Monvinic. Aprovechamos para pedir unas tapas, muy sabrosas y a buen precio, que acompañamos con el siempre original Heymann-Löwenstein Uhlen “R” 2002. Había “mono” de vino alemán y esto nos lo calmó un poco. Un gran vino sin duda. Además, como en las mesas adyacentes había grupos conocidos, nos pasamos las copas de nuestros vinos y pudimos catar tres joyitas como un joven y estructurado Domaine de Chevalier Blanc 2001, un delicioso y encantador Clos de Tart 2001 y un sideral Dönnhoff Brücke Eiswein 2001 que superaba todas las expectativas. Una pasada Monvinic... y gracias a mis compañeros por supuesto.

Y como decía la presentadora del clásico “un-dos-tres”, hasta aquí puedo leer. No pudimos catar mucho más, pero está claro que no fue un día perdido. Para nada, vamos. Un gran evento al que intentaremos abonarnos en próximas ediciones. Pero no estaría nada mal que se hiciese algo en Madrid, contra...

Un saludo,
Eugenio Sáenz de Miera Arnau
(EuSaenz)

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