Un plan original y diferente para este verano, puede ser organizar una cata de vinos en casa.
Lo ideal para probar vinos de buena calidad sin que suponga un gasto excesivo, es pedir a los invitados que cada uno traiga una botella.
Existen muchas posibilidades, se puede poner un precio máximo y que cada persona traiga una botella que considere muy buena con ese presupuesto.
Otra posibilidad es indicar a cada invitado un tipo de uva y poder comparar las diferencias.
Lo mejor es pasar el vino a decantadores para que no exista ninguna pista sobre la procedencia.
Otra opción, en el caso de no disponer de suficientes decantadores, es envolver todas las botellas con el mismo tipo de papel y eliminar la “capucha”.
Para hacerlo con rigor, cada convidado debe disponer de una hoja donde anotar sus impresiones y poner sus votos.
Las copas deben “envinarse” antes de pasar al vino siguiente.
Hay que poner pan o galletitas saladas para tomar entre un vino y otro eliminando sabores.
Cada invitado debe disponer de una servilleta de color blanco para poder apreciar el color del vino.
Es buena idea premiar el mejor vino o al mejor catador. El regalo debe ser algo relacionado con el vino: un sacacorchos, un termómetro, etc…O una botella de vino.
Una vez hecha la cata, se sirve una cena informal y se beben los vinos que se degustaron previamente, según el gusto de cada uno.
¡Salud!