picota de capa alta, opaco, borde granatoso. Nariz de media intensidad, sin un ápice de reducción negativa por estos años pero necesitado de un rato de apertura para expresarse. Asoma una fruta negra de gran calidad, ciruelas maceradas. Conjuga la austeridad de la monastrell con las maderas nobles, cedro, caja de puro, y ese fondo de cabernet madura que no aporta ni una sola nota apomentonada. Un tinto compacto como una roca, poderoso. Va ganando en potencia y expresión: té negro, balsámicos, hierbas aromáticas (romero, salvia), pimienta negra. Sorprende por su mesura, su equilibrio, sin despuntar el alcohol. En boca es sedoso en la entrada pero con enorme recorrido. Potente y poderoso, con unos taninos aún marcados y dotados de una pujanza terrible que lo llenan todo. Aún así, el conjunto es redondo y de gran pureza. Vivo, concentrado, dotado de una estructura firme. Va a necesitar todavía de unos años para acabarse de domar. Sorprende que el frescor de esta monastrell y su afilada acidez, con esos taninos presentes y de calidad. Gran clase y verdad por todas partes.

Botella comprada en Jumilla. PVP 17.80€.
Abierta y decantada con una hora de antelacion.
De color picota de capa alta, muy cubierto, con ribete granatoso y lagrima fina que tiñe la copa.
En nariz se presento muy cerrado en un principio, mostrando mas tarde fruta negra compotada, tostados y ahumados, madera fina, cueros y notas balsamicas.
En boca tiene buena entrada, taninos presentes, acidez correcta casi dulzona, buen cuerpo, dejando un postgusto largo a uvas pasificadas.

Color picota intenso, cerrado.

En nariz es intenso, con fruta negra madura y sobre todo tostados.

En boca es carnoso, sabroso, con taninos muy marcados pero con un tono dulce característico.

En fase retronasal de nuevo predominan los tostados.

Es un vino con personalidad

Negro oscuro, capa muy cerrada.

Aromas a fruta negra muy madura, algo de higo verde. Matorral mediterráneo.

En boca es un vino con mucha potencia, con la clásica rusticidad de la monastrell del sureste. No obstante tiene una acidez suficiente, taninos ya puliéndose y una cierta elegancia dada por su fondo mineral que lo hace agradable y fácil de beber. Tiene 14,5 grados que aunque se notan no abrasan. Un buen vino en su estilo, que no es precisamente mi favorito pero que es una demostración del terruño del sureste.

Por cierto, en mi botella pone 50% monastrell, 30% syrah y 20% cabernet sauvignon.

Cereza apicotado.
Intensidad moderada pero con mucha fruta en confitura y almíbares, flores secas, tostados, chocolate y cacao y monte bajo.
En boca ha perdido el ataque "gravoso" que en su día presentó, no obstante mantiene cierto nervio. Presenta mucha carga frutal y mineral, recordando las sensaciones de nariz, pero en perfecta armonia. Coincido con el compañero que es un vino muy personal, pero seguro que no te dejara en stand by.

Picota de capa alta. Límpio y brillante, sin mucha lágrima. Aroma sutil, menos expesivo que en añadas anteriores pero con un mayor abanico aromático del que destacan matices de ciruelas en confitura, pimiento, regalíz y una madera bien integrada. Es un conjunto fresco y armónico. En boca es goloso, con cierto cuerpo y acidez, con gran expresión de fruta madura. Taninos suaves y redondeados; retronasal con recuerdos de regalíz. Final medio.

Cereza muy intenso.

Aromas de intensidad media, toques de confitura (frutas negras) y tostados de cafe y toffe.

En boca se muestra potente, carnoso, de taninos muy maduros pero ya muy pulidos. Perfecto equilibrio entre fruta y madera. Persistente.

Ha perdido vigorosidad para ganar elegancia. Invita a beber

Picota de capa alta y ribete violeta oscuro. Con la nariz se ha conseguido una buena expresión aromática de ciruelas negras e higos frescos, muy bien ensamblados con las suaves notas del paso por madera que dan efluvios de cremosidad. También hay matas aromáticas ( Jara ) y algún toque de violetas. En todo el proceso olfativo hay matices de la serie mineral que dejan una sensación vivaz y fresca en nariz. Final con recuerdos de guinditas en licor donde se nota un pelín el alcohol. Muy mediterráneo pero a la vez comedido en la alta extracción que no peca de ella, aspecto que es de agradecer. En boca está muy bien ensamblado en el ataque, es fresco y frutal, ayudado por una acidez que agiliza el paso de boca dando matices de hueso frutal y vigor. Posgusto persistentemente frutal fresco y con pinceladas de especiados y tostaditos muy, muy leves. Quizás la acidez conforme se toma el vino empieza a cobrar un papel mayor, dando sensaciones con puntos de inflexión respecto a la madurez frutal, aunque el vino en todo momento mantiene una buena dirección en las intenciones.

Picota granatoso de buena capa. En nariz muestra más seriedad que el Valtosca, la fruta es menos evidente y las notas de la crianza están más presentes. Quizas con la reducción en el ensamblaje de la monastrell y el aumento de la cabernet Jose Mª ha conseguido más inmediatez aunque a cambio de algo menos de profundidad. En boca tiene buen ataque, buena acidez, una cierta calidez y buen recorrido. Retronasal con recuerdos a flores ajadas.

Cereza picota oscuro con ribete amoratado. Capa muy cubierta. Aroma potente, penetrante y picante. Fruta roja provocadora, especiado, café. Mediterráneo, muy cálido, efervescente. Buena integración fruta - madera.Marcada mineralidad, pedregoso.... Boca amplia, afrutado, coherente. Especiado.