Tres años después , sigue sin convencerme. Son diferentes, pero prefiero Las Gravas. Un vino especial , eso sí , sobrio , para la zona y sin concesiones fáciles , pero no me gusta. Sobre todo en boca , resulta seco , astringente, acidez muy marcada,diría que sin gracia, demasiado sobrio. En nariz siíque es elegante, fino, con notas de cedro y fruta negra, pero alejado de los parámetros cálidos de la monastrell de la zona. En definitiva , que tras la espera , sigue sin convencerme..a ver..otras opiniones.

Me cuesta ponerle nota a este vino , me parece precipitado hacerlo y más sabiendo que Luis Gutiérrez le acaba de conceder un 98. El vino es especial y destaca por varias razones. Posee una tremenda acidez, marcada mineralidad, cierta rusticidad, tanicidad secante en su paso bucal, nada que ver con otras monastrell de la zona. Sin concesiones dulces, compotadas...es un vino seco. En nariz tampoco es apabullante. Frutillos rojos, arándanos pero de media intensidad, no muy potente, ni cálido,. A mi particularmente , no me ha gustado, aunque con semejante acidez tendra una larga evolución e irá cambiando. Esperaré a la próxima cata, me queda una