Monovarietal de Syrah con una crianza de 14 meses en barricas de roble francés.
A la vista profundo color picota de ribete violáceo de capa alta y densa lágrima que tinta la copa, limpio y brillante. Preludio de un vino poderoso.
En nariz es muy potente e intenso, fruta negra muy madura junto con un marcado sotobosque y agradables ahumados, brasa, toques florales, violetas, sutiles recuerdos a regaliz, nobles tostados y sensaciones minerales de fondo.
En la boca es contundente, con una entrada potente, muy amplia y licorosa, un vino cálido y persistente, fruta madura en licor, buena acidez y taninos potentes, muy marcados y de gran intensidad, recuerdos torrefactos, café, final largo.
Un vino con un carácter muy marcado.

rojo picota de capa media

intensidad media alta, notas frescas de fruta y flores,leves toques minerales,especias,tostados leves.nariz divertida.

boca firme,estructurada,con astringencia marcada pese a no ser áspero, muy largo.

Nada que ver esta añada con las primeras. Mejora en afinamiento y sutileza, mantiene esa frutalidad shyraz tan característica de la zona, zarzamora, pero en mi oipnión pierde identidad, parece un vino más anodino y común, sobre todo en boca. Sigue siendo un buen vino y una buena referencia de la zona y uva, pero no me ha impresiondo tanto esta añada como otras previas, en especial las primeras

color picota oscuro con ribete violaceo. Nariz con frutas del bosque y moras, muchas moras. Notas lacteas. Paso por boca ligero, si bien nada mas abrirlo mostraba un apice de astringencia, en 15 minutos los taninos pasaron a ser mas bien maduros y el vino se muestra sedoso, extremadamente facil de beber pese a sus 14,5 de alcohol (nada aparente por cierto). Le hecho en falta algo mas de cuerpo, que quizas 1-2 anyos mas de botella le otorguen. Por ahora esta muy bebible y disfrutable, sobretodo si se le da 30-45 minutos para que la potencia de la Syrah salga a relucir.

A pesar de ser una añada 2009, catada antes de tiempo, ya muestra los grandes potenciales de este vino excelentemente cubierto y de ribete completamente violaceo. De nariz dominada por la fruta negra típica de la syrah perfectamente acompañada de notas de madera y de pólvora. La boca se encuentra todavía demasiado agresiva para ser consumida y con ciertas notas herbáceas que achacaremos a la añada. Sin embargo y por propia experiencia, sé que este vino dentro de 4 años se mostrará sedoso de taninos dulces y sabrosos, ideal para los paladares más exigentes. Eso sí, habrá que tener la paciencia suficiente para guardarlo, algo que hago habitualmente con este vino. Y es que en mi humilde opinión, este vino sale al mercado demasiado pronto, evitando de esta forma, que el consumidor inexperto sepa entender lo que se trae entre manos. Yo le auguro 88 puntos y estoy convencido, que seguirá estando en los top ten de uva syrah realizados en nuestro país.