Tipismo jumillano

Negro oscuro, capa muy cerrada.

Aromas a fruta negra muy madura, algo de higo verde. Matorral mediterráneo.

En boca es un vino con mucha potencia, con la clásica rusticidad de la monastrell del sureste. No obstante tiene una acidez suficiente, taninos ya puliéndose y una cierta elegancia dada por su fondo mineral que lo hace agradable y fácil de beber. Tiene 14,5 grados que aunque se notan no abrasan. Un buen vino en su estilo, que no es precisamente mi favorito pero que es una demostración del terruño del sureste.

Por cierto, en mi botella pone 50% monastrell, 30% syrah y 20% cabernet sauvignon.

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