Pago de Carraovejas 2019
Pago de Carraovejas 2019
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Tinto
Crianza:
Con crianza
Varietales:
Cabernet Sauvignon, Tinto Fino y merlot
Precio aproximado
Precio Aprox:
Desconocido
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
8.94
/
95
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
8,2
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ELABORACIÓN
Primera seleccion de racimos en el propio viñedo ubicado a unos 900 metros de altura. Doble selección posterior en bodega: racimos y bayas. Trabajo por gravedad permite respetar la material prima. Fermentación por parcelas, uso de levaduras propias. Afinamiento en barricas de roble francés y americano en torno a 12 meses. Clarificación con clara de huevo natural, embotellado en primavera de 2020.
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Opiniones de Pago de Carraovejas
OPINIONES
8

De color cereza picota con ribete granate. Limpio y brillante.

La nariz es de buena intensidad, notas lácteas, frutas rojas y negras, especias dulces y buena crianza.

En boca tiene buena entrada, tacto sedoso, buena acidez, sabroso en un paso equilibrado de fruta y crianza, taninos finos y muy buena persistencia.

 

Vista: Rojo picota oscuro, de capa alta y con el ribete estrecho diferenciado en tonos rubí. Limpio y brillante. Lagrima abundante, densa, gruesa y de caída lenta que tinta profusamente la copa.

Nariz: Buena intensidad, profunda y penetrante, fina y elegante, con buena definición y suficiente persistencia. Ya se percibe la calidad de su fruta, fresca y a la vez golosa, con un toque alicorado que la hace muy apetecible. Prevalecen los frutos rojos, aunque también se deja sentir alguna ciruela y arándano azul. Crianza magistral, surgiendo del fondo para endulzar la fruta sin robarle protagonismo. También se intuye la calidad y contundencia de la madera. Tostados, almendras garrapiñadas y café. 

Boca: Denota madurez sin que haya perdido ni un ápice de su potencia, intensidad y volumen originales. Conserva toda la presencia de la que hacía gala en su juventud. La manera en que colma la boca mantiene la raza, contundencia y carácter, pero ahora lo hace de forma amable y placentera. Se muestra pleno y redondo, aún con una titánica estructura que vete a saber hasta donde es capaz de hacerlo llegar. Taninos de lujo, carnosos, de los que hacen salivar. Acidez y alcohol de los que despejan la grasa de una buena chuleta. La fruta se paladea, alicorada y dulzona, y a la par fresca y crujiente, binomio muy apreciado por un servidor. La crianza tiene más presencia, pero los tostados han perdido su agresividad de juventud. Ya no hay astringencia. En su lugar queda el ligero amargor de un buen café al que estropearías echándole azúcar. En el postgusto, intenso y muy persistente, va dejando un rastro vinoso que pide más.

Esta versión de Pago de Carraovejas, tras la fusión entre el crianza y el reserva, desde su primera añada, me parece un vino no apto para todos los públicos. Tiene un marcado carácter ribereño, mostrándose serio, contundente y sin filigranas. No lo recomendaría a alguien que quisiera comenzar a descubrir la maravillosa Ribera el Duero. Decir esto de una de las referencias de la zona, a la que el clamor popular ensalza de forma masiva añada tras añada, quizás sea algo pretencioso. Nada más lejos de mi intención. Lo que quiero decir es que es mucho vino, que necesita unos años de reposo en botella, pasados los cuales ofrece prestaciones de autentico vino "grande", equiparables a las ofrecidas por otros que lo duplican en precio.

Teníamos las expectativas muy altas con esta botella habíamos catado hace unos meses varías botellas de este vino y todas nos parecieron de mucha calidad. En este caso y al ser un Magnum crecieron las ganas de que saliese bien.

Pero aunque estaba bien ( ningún defecto palpable), me pareció y nos pareció de inferior calidad que en botellas anteriores, le costó abrirse mucho y la carga frutal que tanto nos gustó en otras ocasiones aquí se quedó en segundo plano. 

Dicen y decimos que los vinos a veces durante su vida tienen subidas y bajadas porque están vivos, este no estaba en un momento dulce, pero no por eso pierdo la confianza, tengo otro magnum que lo dejaré unos años en botella para ver su evolución, le daremos más botella y otra oportunidad se lo merece por los buenos ratos que nos hizo pasar.

 

Violáceo de capa alta y borde carmín. Limpio y con brillo.

Los aromas son profundos desde que lo hemos abierto y el vino no necesita demasiada aireación, ya que en todo momento empieza a mostrar buenos matices: fruta negra, regaliz, cedro, balsámicos, algún apunte lácteo, madera nueva y mineralidad.

En boca es un vino contundente, aunque tampoco tanto (quizá porque hayan ido moderando el estilo o porque nos hayamos acostumbrado a él), el alcohol y la madera deberían ir domándose, hay tanino y también acidez. Las notas son las mismas que las de la anterior fase.

Final largo. Deja recuerdos frutales y licorosos.

Un tinto controvertido e incluso irregular en ciertas añadas. Y aún así, que ha marcado un antes y un después en la zona.

Algo cerrado al inicio , se abre a lo de siempre: fruta negra , algo de vainillas, esta añada con algo verde vegetal que destaca. En boca es corpulento , para ser tan joven nada agresivo...largo , frutal , carnoso...

Visual: De color picota y ribete brillante.

Olfativa: La nariz es de media intensidad, tras aireación notas que recuerdan al yogur de frutos del bosque, vainillas y buenos tostados. Fina crianza.

Gustativa: Buena acidez que marca un paso de buen cuerpo en el que la crianza está bien integrada, buena fruta, sensaciones especiadas y minerales y final de marcada persistencia.

Muy rico en esta añada

Coincido con Pepe.

Es un vino joven, abierto, con mucha fruta negra, carga de maloláctica y secundarios de la madera. Vivo con acidez y taninos altos, mucho cuerpo y largo en intensidad pronunciada.

Deja recuerdos aromáticos de vainilla, chocolate, cognac, regaliz, tabaco, menta. Al principio algo tímido, pero se va abriendo con las horas.

En definitiva es redondito, pero con marcado componente vegetal, tánico y arcilloso-mineral. Me gusta

NOTA 92+/100

Armonía con margen de pato en su jugo y puré de boniato.

 

Llama la atención que siendo de una añada cercana se muestre tan abierto y alegre.
Catado a ciegas no nos pareció tan joven, esta muy hecho, en el buen sentido.

Aromas lácteos en principio que con la aireación aparece la fruta, tanto negra como roja madura, grosellas, ciruelas, frambuesas. Especies dulces como la vainilla y la canela, finos tostados, regaliz y un punto mineral.

En boca se muestra alegre, abierto, muy directo, es sabroso y fresco, con cuerpo. Buena carga frutal muy parecida a la nariz y en perfecto equilibrio con la crianza, incluso los taninos estan pulidos, final largo y sabroso. La verdad es que hacia tiempo que no lo cataba y me he llevado una agradable sorpresa.

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