Un Gewürztraminer de Somontano, sugerido por Romain del Hotel Tierra buxo, que no es mi variedad preferida, pero diferente a la idea que tenía de los centroeuropeos. Es mas frutal y floral que goloso, con lo cual me ha gustado más. Es un vino correcto, muy floral y para tomar con algunos platos mas ligeros. Color amarillo pajizo brillante con notas doradas. En nariz aromas florales, fruta tropical y algo goloso pero no demasiado. En boca entra muy fresco, con bastante untuosidad, buena acidez, no muy largo, pero agradable.
Pues eso, una Gewürztraminer floral, un poco másseria y menos tropical y perfumada que en otras añadas, pero que no me acaba de seducir del todo.
Las flores son dominantes en nariz, con toques de mango, de piña, de cáscara de naranja y limón y un punto de flor de algodón y ahumados. Los herbáceos también se notan, con toques de repostería, pero muy sutiles. Pimienta blanca y notas de clavo.
En boca es tremendamente floral y cítrico, con los herbáceos y notas de pera dándole fruta y frescura. Muy buena acidez y amargores, con esos apuntes ahumados y dulces de la bollería dándole complejidad, con esas notas picantillas. Postgusto, cómo no, floral.
Un vino que es que no me acaba.... Y para mi con una RCP correcta, tirando a floja.
Habíamos probado las añadas 2014 y 2015 de este vino blanco. Veamos que nos depara la 2017. Nos lo pedimos en el restaurante La Manduca de Benicasim y nos lo sacan de la vinoteca a 8°C. Dejamos reposar en la copa unos 15 minutos antes de su valoración.
VISUAL: Muestra un tenue color amarillo pajizo con reflejos verdosos y algunas burbujas residuales (82).
OLFATIVA: En nariz nos encontramos un vino con apuntes de fruta tropical, lichie, piña y mango. También surgen aromas de flor blanca así como apuntes cítricos de corteza de limón, especiados de jengibre y herbáceos que recuerdan a la grama recién cortada. Al final recuerdos a cabello de ángel con algún matiz sulfuroso que penaliza un poco tan impresionante complejidad. Su intensidad es media-baja (85).
GUSTATIVA: En boca lo encontramos muy fresco, lácteo y muy sedosito. Acidez alta con un paso por boca amable. Retronasal eminentemente floral (jazmín) con apuntes de fruta blanca (ciruela blanca y melón). Post-gusto rico, facilón con un puntito amargo y seco que nos da una persistencia de unos 45 segundos. De nuevo un vino untuoso y elegante que a mi me agrada sin ser nada especial (86).
La RCP la considero buena. Cuesta en torno a los 9 euritos.
MARIDAJE: Lo acompañamos de un tapeo que consistió en unos canutos crujientes de bacalao con all-i-oli, pulpo a la brasa, mejillones, canelón de faisán y emmental y un tataki de atún con soja y sésamo. Destacar la combinación con los crujientes de bacalao pues la textura del bacalao y el ajoaceite combinaron maravillosamente con la cremosidad del vino. Con el tataki también fue un espectáculo pues la frutalidad de nuestro Somontano contrastó fenomenalmente con la salinidad del atún y la soja. Otro disfrute más.
Salud-os!!
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.