Volteando hacia la tierra de los canguros con cierto esceptisismo, metí al carrito seis shiraz. Esos alcoholes altos y taninos rugosos de la cata pasado me sentaron bien, así que quise repetir la experiencia con los vinos de esta tierra, plenamente identificados con esta uva.
Empezamos con un riesling Kabinett de Superama, aprovechando la corta temporada de productos germanos. Los
Más allá de los: Joseph Drouhin, Louis Jadot y el pasteurizado Louis Latour, pocos son mis encuentros con otros borgoñas. Recuerdo y recordaré por siempre aquel enorme y glorioso Romanée St. Vivant 1994. Pero todavía hay un número infinito en la lista que debo probar antes de llegar a la tumba con el alma tranquila. En esa búsqueda me hice de esta botella, una menos, se trata de un 1er Cru.
Empezamos los puntuales con un cremant. Un vinito espumoso de los que llamo "de tanque", ya que la segunda fermentación se lleva a cabo en tanques de acero inoxidable, en lugar de la botella.
Un juguito de manzana sin mayor trascendencia que la de quitar el calor en esta asfixiante noche de primavera.
Después de una semana de haber puesto a trabajar mi higado y mis riñones, no ha caído algo que valga la pena comentar. Hasta el día de hoy. Y ésto me lleva a una añeja reflexión: ¿Qué está pasando con el grado de alcohol en el vino...? cada vez me encuentro en las etiquetas alcoholes arriba de los 13,5 aunque en algunos no sea tan evidente cuando está bien integrado, en otros podría ponerme
René es quien dirigió en esta ocasión la cata, escogiendo vinos ecológicos que francamente nunca había visto y mucho menos probado. Empezamos con un blanco alsaciano 100% pinot gris. Mader 2009 de la bodega Jean Mader. Huele a heno para después desprender aromas cítricos de mandarina, toronja blanca y al final un marcado aroma a membrillo.
Una cata de fin de año más o una cata menos, según el cristal con que se mire. El fin de año para el grupo es una ocasión especial, fecha que marca varias celebraciones: Navidad, Año Nuevo y otro aniversario más del grupo; Vino Por Placer, que ya suma trece. Los manteles largos y las burbujas no se hacen esperar. Jorge, nuestro tesorero estrella, ha tenido una magnífica idea... año tras año
Existen pocas certezas en la vida, una es que algún día tendremos que partir irremediablemente de este caótico mundo, otra es que España es el mayor exportador de vinos a nuestro país. Así que se me ocurrió hacer una cata de los vinos españoles más populares en el mercado mexicano. No es lo mismo que las denominaciones de origen "raras" o vinos "premium", al contrario; son los vinos más vendidos.
El segundo vino que descorché en la habitación fue un tinto, otra recomendación del mismo vendedor. Domaine Navarre 2009, de la apelación de origen Saint-Chinan. Alguien se presguntará dónde queda eso... Está en Languedoc al sur de Francia entre Minervois y Faugéres.
Nueva York, una ciudad fascinante, cautivadora y cosmopolita para la mayoría de la gente, incluso para quienes preferimos los paisajes bucólicos y el aire fresco del campo por la mañana, sin dejar las comodidades de la civilización moderna; una buena cama, aire acondicionado, TV con cable y un baño amplio y muy limpio... aaah y deliciosos platillos regadas con un buen vino.
No todo el vino en nuestro país se produce en el noreste. Baja California se ha convertido en el referente como zona productora de vino. Cuando se menciona el vino mexicano, los reflectores apuntan a una sola zona, Baja California, concretamente el Valle de Guadalupe, cuyos vinos tienen una mineralidad en ocasiones extrema, con una salinidad evidente.