Excelente trabajo que están haciendo algunas bodegas como ésta de Can Ráfols dels Caus por recuperar esta variedad autóctona difícil de trabajar y de la que se fue arrancando años atrás en favor de otras variedades foráneas más productivas y rentables. En la actualidad sólo deben quedar unas 100 hectáreas de esta variedad. Tiene un bonito color cereza violáceo de poca capa. En nariz se presenta tímido y sutil, con notas de fruta roja, algún toque muy sutil floral y mineralidad calcárea sobre un fondo de terciarios muy sutiles, integrados. En boca tiene un ataque fresco, de cuerpo ligero, muy redondo y equilibrado, cálido, pero con buena acidez, poco tanino y muy pulido y longitud media. Un vino sencillo, pero no simple, muy bien elaborado, que me recuerda mucho a pinot noir y tan sólo 12º. P.V.P: 9,50 euros.