Amarillo muy pálido casi transparente. Muy poca evolución para ser un blanco de más de 4 años.

Aromas a fruta blanca, manzana y pera. Algo de cítricos como la lima. Fondo de especias picantes como la pimienta y algo de minerales calizos.

En boca es un vino de cuerpo medio. Con buena acidez y con un final amargoso-picante que lo hace muy disfrutable. En cata a ciegas podría pasar perfectamente por un GV austriaco.

Un gran vino. De los mejores blancos de este país.

Dorado pálido limpio y brillante.
Nariz de media intensidad y de carácter eminentemente varietal y mineral. Se muestra limpio y muy franco con notas ahumadas, de tierra mojada, calizas. Buen fondo de fruta fresca, cítricos, limón y algunas frutas tropicales. Elegante y con una cierta complejidad.
En boca es un vino redondo, sin aristas, con una fantástica acidez que no hace pensar en la zona y sobre todo en la añada y un final cítrico y mineral que entusiasma por su limpieza y frescura. Largo y muy persistente, invita por su equilibrio ha seguir bebiendo. Excelente por tanto en la mesa. Buenas perspectivas de evolución.
Nunca es tarde si la dicha es buena, tras quedar gratamente sorprendido por El Rocallís hace unos días, este Pairal sin llegar al tal nivel, me ha confirmado que los blancos de Carlos Esteva son los mejores blancos modernos nacionales. Excelente muestra varietal del Xarel-lo. Buena RCP, 18 euros.

- Color dorado pálido con mucho brillo y lágrima.
- Cerrado inicialmente pero a los veinte minutos empieza a manifestarse con empuje: fruta blanca madura, también cáscara de naranja, tostados y talco, es muy mineral.
- En boca es seco y untuoso, notas de almendra amarga y acidez; y dura, es bastante largo.
- Aquí en el sur, se hacen blancos excelentes; este y otros que elabora Carles Esteva están en la cumbre; ese Garraf tiene algo... habrá que ir a pasearlo.