Nueve grandes vinos para celebrar un aniversario
Siempre es una buena noticia que una tienda de vinos cumpla años y más en tiempos tan complicados como los que estamos viviendo. Hace dos años abrió una pequeña tienda en el madrileño barrio de la Fuente del Berro llamada Latintorería y lo cierto es que han conseguido poco a poco ir haciéndose un hueco en el espectro vinícola de la siempre complicada plaza de Madrid, basándose en buscar pequeños productores que ofrecen vinos marcados por el signo de la calidad y de la autenticidad. No es nuestra intención desde este espacio el hecho de publicitar ninguna tienda o distribuidor en concreto y más en este caso, pues conocemos desde hace mucho tiempo a gente como Flequi, César o Nacho, prácticamente desde nuestros inicios como aficionados el vino cuando formaban parte de un proyecto que rompía en aquellos años como era Lavinia, simplemente pensamos que es justo destacar el buen trabajo que están realizando y que se está viendo reflejado con cada vez más nuevos proyectos bajo su batuta. Dentro de los eventos que han programado para celebrar este segundo aniversario destacaba una cata con Paco Berciano, el alma mater de este proyecto y un personaje que no requiere presentación, un hombre que tiene tras de sí toda una vida dedicada al vino. El objetivo de la cata no era otro que compartir unas horas con Paco y catar nueve de sus vinos preferidos, vinos marcados por la personalidad de sus productores, vinos que fueron desgranados y sobre todo interpretados de forma magistral y divertida, contando múltiples anécdotas sobre cada uno de los elaboradores y haciendo de la sesión algo más, mucho más, que una cata digamos convencional. Pero como el objetivo de este espacio es hablar de vinos, de los vinos que nos gustan, hablemos de cada uno de los nueve catados, nueve vinos que sin duda dieron la talla de forma sobrada para celebrar este aniversario.
Dr. Bürklin-Wolf Forster Kirchenstück GG 2002
Hace un tiempo tuvimos la ocasión y el privilegio de participar en una vertical de este vino en Barcelona y esta añada fue nuestra preferida en las versiones secas. Bürklin-Wolf es un histórico productor fundado en 1597 y es quizá es el mejor intérprete de un viñedo que se encuentra a los pies de la iglesia de Forst con unos suelos de origen volcánico y composición basáltica que otorgan un carácter muy especial a este vino. La añada puede considerarse como buena y equilibrada y lo cierto es que el tiempo ha obrado maravillas.
Comienza algo tímido y cerrado, es un vino que necesita de aire para expresarse y lo cierto es que cuando lo hace resulta un auténtico torrente de mineralidad y profundidad frutal y especiada, es un vino complejísimo y lleno de múltiples matices que se acrecientan en boca, donde su balance entre frescura y grasa resulta prácticamente perfecto. Uno de esos vinos que lo tienen todo y todo a su máximo nivel, además se encuentra en un momento especialmente satisfactorio. Sin ningún género de dudas es uno de los mejores riesling secos que podemos encontrarnos.
Nikolaihof Vinothek Grüner Veltliner 1993
Nikolaihof es la bodega más antigua de Austria, una bodega llena de historia con orígenes en la época romana. Propiedad actual de la familia Saahs, cuenta con 20 has de viñedo situadas en parcelas muy seleccionadas. Cultivan bajo postulados biodinámicos desde hace muchos años, siendo portadores del prestigioso sello Demeter. Los rendimientos son muy bajos y no utilizan ningún tipo de tratamiento químico. Se vendimia a mano con especial atención a la maduración, vinificándose en cubas de madera sin control de temperatura. El viñedo y sus cuidados son la razón de ser de la familia Saahs. Vinothek es el nombre de una de sus obras más importantes. Los viñedos de procedencia se encuentran situados en suelos aluviales de grava. Ha permanecido 15 años criándose en grandes fudres de roble de madera vieja. Embotellado por tanto en 2008, se trata de un vino cuyo recorrido se estima en varias décadas.
Es la segunda vez que catamos este vino y la segunda vez que nos parece la cumbre de la Grüner, un vino que necesita mucho aire para disipar reducciones y ganar en expresión, pero resulta increíble la frescura que tiene tanto en nariz como en boca para sus 15 años de crianza. Largo, balanceado, con peso y prestancia, es sin duda un blanco lleno de carácter y con una elegancia portentosa y que recomendamos a ciegas a todo aquel que guste de los blancos de verdad.
Domaine Leflaive Bienvenues Bâtard-Montrachet 2002
Histórico productor de Puligny-Montrachet dirigido en la actualidad por Anne-Claude Leflaive, quien en 1997 acogió los postulados biodinámicos en el viñedo. Considerado como uno de los mejores de la Borgoña blanca, dispone de un excelente elenco de viñedos entre los que se encuentran nombres como los premier cru Clavoillon, Pucelles o Folatiéres o los grand cru Bâtard-Montrachet, Chevalier-Montrachet y el mismísimo Le Montrachet. Del grand cru Bienvenues Bâtard-Montrachet disponen de 1,15 has y el nombre del viñedo viene de la herencia que el señor de Puligny dejó a su hijo bastardo.
El temido y temible TCA acudió a su cita con la primera botella demostrando que no entiende de jerarquías, afortunadamente había otra botella de la misma añada y el vino desde luego que cumplió, siempre teniendo en cuenta que hablamos de un viñedo más opulento y de una añada cálida, por tanto de un conjunto más graso y de marcado peso, siempre compensado por una buena acidez y un carácter mineral. Nos quedamos con la clase del Chevalier-Montrachet pero este Bienvenues Bâtard-Montrachet es todo un blanco de raza pleno de poder y que justifica el nivel de este gran productor. Otra cosa son los precios, claro.
Quinta da Muradella Finca Notario 2005
Hace poco les hablábamos de este trabajador incansable de la viña, de este auténtico “vigneron” gallego de la DO Monterrei que tan interesantes vinos está elaborando, vinos de gran personalidad e indudable calidad. En sus 14 has de viñedo hay varios tipos de suelos y un múltiple crisol de variedades, muchas de ellas autóctonas. Un ejemplo de ello es Finca Notario, un viñedo situado a 450 metros de altura en las faldas del Castillo de Monterrei. Es un viñedo viejo con una mezcla de variedades entre las que destacan la mencía, bastardo, caíño y doña blanca.
El vino muestra una pureza de fruta muy evidente, es un vino con peso y aromático, expresivo y de cariz mineral con un paso por boca muy sápido y sumamente armónico, no resultando nada pesado. Es un tinto moderno pero impecablemente elaborado y que muestra el gran trabajo de viña que realiza José Luis. Como casi todos sus vinos resulta personal y escaso, pero sin duda es un productor que merece la pena conocer por su fino y preciso trabajo en la DO más continental de Galicia.
Domaine de Trevallon rouge 2000
Eloi Dürrbach, hijo de un pintor y escultor amigo de Picasso, funda este Domaine en 1973 a partir de un viñedo situado en terrazas y suelos de componentes calcáeros. El curioso coupage de los tintos (50% cabernet sauvignon y 50% syrah) le deja fuera de la AOC y se etiqueta como Vin du Pays. Se vinifica cada variedad por separado sin despalillar y por parcelas. Las crianzas tienen lugar en fudres de roble.
Es un vino que necesita aire para abrirse pero que sin duda es la expresión de su tierra, un auténtico amalgama de monte bajo, hierbas aromáticas, balsámicos y tapenade. Y su paso por boca es clásico y elegante, fino y equilibrado, con un tanino presente pero magníficamente integrado en un conjunto que da gusto beber y disfrutar, hablamos de uno de los grandes tintos provenzales a los que además el paso del tiempo está sentando de maravilla, uno de esos vinos de mesa para disfrutar con comida. Muy bueno.
Muga es uno de los históricos vecinos del Barrio de la Estación de Haro y una bodega centenaria que combina tradición con modernidad, siendo una de las pocas de la zona que cuenta con tonelería propia. Prado Enea es uno de sus vinos señeros y actualmente el Gran Reserva de la firma, un vino que ha ido modernizando sus formas con el paso del tiempo por lo que podemos considerar este 1981 como uno de los últimos Prado Enea realmente clásicos.
El vino comienza espectacular, fino, sutil, complejo, mezclado frutas maduras, especias y tonos de tierra mojada pero poco a poco va perdiendo fuelle, aunque lo hace con clase y estilo, no es ni mucho menos el mejor 81 de Rioja que hayamos probado pero el vino estaba ahí mostrando todo su estilo y elegancia, en una línea más fina y delicada. Un vino para beber y disfrutar ahora, quien guarde una botella claro.
No se puede entender la historia de la Ribera del Duero sin la figura de Alejandro Fernández, el mago del tempranillo y el roble americano. Pesquera es su vino y bodega señeros y se encuentran en la localidad de Pesquera de Duero. Y lo cierto es que, hoy en día, los vinos etiquetados como Gran Reserva o Janus de la segunda mitad de los 80 y de los primeros 90 han llegado en muchos casos en plena forma mostrando un estilo de vinos clásicos y elegantes, una forma de interpretar la Ribera del Duero que por desgracia ya prácticamente no existe.
El 89 fue una gran añada en la zona de la que hemos probado algunos vinos fantásticos como el Único de Vega Sicilia o el Viña Pedrosa Gran Reserva, a los que desde luego que añadimos este Pesquera, un vino que al servirlo no dijo mucho, pero que con el aire se fue aclarando siendo sorprendente su limpieza frutal y su fondo especiado, todo ello potenciado con un paso por boca sumamente redondo y equilibrado con un final realmente placentero. Una botella de las buenas y con vida por delante, que nos lleva a una Ribera del Duero que nos encanta y que mucho nos tememos no volveremos a ver. Muy buenos estos Pesqueras de la época, aunque como siempre hay que tener suerte con la botella.
Productor de enorme raigambre y uno de los más importantes de Chateauneuf-du-Pape, ha estado siempre ligado a la familia Reynaud y a una variedad: la garnacha. Sus mayores momentos de grandeza los obtuvo con Louis y su hijo menor Jacques, a quien sucedió su sobrino Emmanuel tras su fallecimiento en 1997. Rayas es un vino que se obtiene a partir de viejas garnachas en una zona sin los famosos “galettes” o cantos rodados, los rendimientos son muy bajos, la uva se recoge muy madura y se vinifica en cemento con crianzas en fudres de maderas casi siempre viejas.
Este 99 pertenece a un momento en el que Emmanuel Reynaud estaba comenzando a hacerse cargo de las vinificaciones y es una muy buena añada en la zona. Comienza hermético y apenas dice nada, hay que esperar casi una hora para que inicie un espectáculo de especias, monte bajo, balsámicos y frutas maduras en la nariz además de un paso por boca sumamente fino y elegante, es un vino clásico en sus formas y encantador en el final, largo y finamente estructurado. Este es un vino que necesita 10 años para comenzar a estar disfrutable y que requiere de mucho aire para que se abra, pero con todas esas premisas cada vez que nos hemos topado con él lo hemos tenido muy claro: esta es la mejor garnacha que conocemos, la quintaesencia de esta uva que muchos intentan vinificar y que solo los elegidos como Rayas consiguen hacer grande de verdad.
Comte de Vogüé Chambolle-Musigny 1er cru “Les Amoureuses” 1999
Domaine lleno de historia, que procede desde la misma edad media, en la que ha habido de todo, desde grandes momentos a ciertos altibajos. Son los mayores propietarios tanto de Le Musigny, como de Bonnes-Mares, los dos Grand Cru de Chambolle. Les Amoureuses está situado justo debajo de Musigny y la parcela del Domaine es de 0,56 has y se encuentra en la parte más alta del pago, apenas separada del mítico Musigny por una carretera.
De los vinos de este productor hemos escuchado de todo, en especial que el estilo se marca un poco por encima del terruño y puede que en este vino sea cierto, aunque lo único que podemos decir es que es un vino de una calidad excepcional, compacto y armónico, de fina estructura y enorme elegancia, un vino que está comenzando a vivir poco a poco y que sin duda no hará más que ir mejorando. Hablamos de uno de los mejores premier cru de toda la Borgoña y de un productor de gran tradición, por lo que desgraciadamente la cotización en precios es muy elevada, demasiado quizá, pero en este caso el vino está ahí mostrándonos toda su grandeza. Gran vino.
Lo cierto es que como vemos, la selección de Paco fue de lo más interesante y variopinta, nosotros hubiéramos quitado un par de tintos, comenzando con un Champagne y finalizando con un gran vino de Jerez o de Oporto, en cualquier caso y como hemos dicho lo mejor de la cata incluso por encima de los vinos fue sin duda la brillante exposición de Paco en la que nos contó múltiples anécdotas con los productores citados y alguna de sus interioridades, al fin y al cabo siempre da gusto escuchar y aprender de una persona con semejantes conocimientos y experiencias en el mundo del vino. Felicidades, pues, a los tintoreros por esos dos añitos de existencia y a Paco porque siempre tiene algo interesante que contarnos. Una cata divertida e instructiva.
Un saludo,
Eugenio Sáenz de Miera Arnau
(EuSaenz)