Faustino I Gran Reserva 1964
Faustino I Gran Reserva 1964
FICHA TÉCNICA
Bodega
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Tinto
Crianza:
Con crianza
Graduación (vol):
13,00%
Varietales:
Tempranillo 80%, Graciano 10%, Mazuelo 10%
Precio aproximado
Precio Aprox:
Más de 100 €
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
8.83
/
94
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
7,0
ELABORACIÓN
El vino Faustino I Gran Reserva 1964 está elaborado a partir de tres varietales distintos: Tempranillo, Graciano y Mazuelo. En bodega pasó 16 meses en depósitos de cemento en los que llevó a cabo la fermentación maloláctica y posteriormente permaneció en barricas de roble americano, francés y yugoslavo (cuya edad media era de unos 15 años) durante 30 meses. Por último, reposó embotellado durante 36 meses más en bodega antes de su comercialización.
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Opiniones de Faustino I Gran Reserva
OPINIONES
9

Hoy abrimos esta maravilla viejuna, regalo de nuestro buen amigo Vicente y traída desde España a Ecuador, detallazo! La tuvimos de pie cuatro días antes de abrirla. Nivel de líquido muy correcto, apenas 1 cm por debajo de la base del corcho que resultó impecable y salió íntegro con nuestro abridor de lamas, compacto y tintado tan solo unos 5 mms desde su base lo cual siempre es un buen comienzo. Dejamos la botella abierta cuatro horas antes de proceder a su valoración a 17°C.

VISUAL: Precioso color rojo picota de increíble capa alta con el ribete amplio y en tonalidades rubí algo atejadas. Todavía presenta lágrimas, finas, lentas, densas y transparentes. Impactante el aspecto para un vino con 55 años, no damos crédito (97).

OLFATIVA: En la quietud se presenta balsámico y acompotado, con notas a pan de higo y ciruelas pasas. Al agitar la copa emana fragancias especiadas dulzonas y muy amables de canela y vainilla, herbáceos de laurel, apuntes frutales de melocotón en almíbar y corteza de naranja seca, aromas a orejones, boletus deshidratados y toda una pátina terciaria increíble: cacao en polvo, pelo animal, sanguíneos, desván, tabaco inglés y un delicado fondo amaderado de gran calidad. Brutal en su complejidad aunque de intensidad media-baja, quizás las cuatro horas de espera han sido demasiado... (92).

GUSTATIVA: En boca… qué barbaridad!! Otra obra maestra riojana del 64. Con una acidez descomunal y de extraordinaria amplitud. Ligeramente carnosito todavía con los taninos aún tintineantes confiriéndole estructura y  personalidad. La fruta omnipresente en varias formas, madura, en compota y escarchada, una delicia. Aromas retronasales de montebajo mediterráneo con notas fúngicas y animales marcadas. Paso por boca sedoso y suave, muy placentero con un post-gusto que nos encandila. Más fruta madura, higos secos y al final recuerdos persistentes amaderados del roble que perduran durante tres minutos y 35 segundos. Qué maravilla de vino, armonioso sobre todas las cosas, equilibrio y elegancia en estado puro. Otro gran representante de la cosecha del siglo XX en la Rioja, aportando otro granito de arena y re-confirmando por enésima vez que fue una añada muy especial, vinos con punch, delicados y con muchísima personalidad. Decir que habíamos probado algún 82 de Faustino y no nos acabó de convencer, pero esta botella ha sido apoteósica, néctar de Dioses, qué gozada amigos!! (96).

La RCP la dejamos en blanco por ser un regalo.

MARIDAJE: De nuevo tuvimos el placer de disfrutar de nuestro vinazo en tres ágapes. El primero consistió en unos entrecottes al tomillo con papas chaucha y mostaza a la antigua. Después acompañó un chuletón de 700 grs y nos la terminamos con un surtido de embutidos ibéricos, jamón serrano y queso curado de oveja. Excepcional maridaje con las dos carnes, apuntes sanguíneos y animales en absoluta armonía con las notas fúngicas y amaderadas del fantástico viejuno. Realmente estas veladas se tornan memorables, el disfrute es indescriptible lo cual nos mantiene enganchados al mundo viejuno compulsivamente. ¡¡ Moltísimes gracies Vicent !!

Rojo cereza con ribete granate teja de capa media – baja. Nariz con bouquet terciario donde se perciben los aromas de frutillos rojos maduros espolvoreados en vainilla y canela. Hay tabaco, cajita de especias (pimienta molida), humus, bosque umbrío, maderas en descomposición, tierra de albero seco, algo de guirlache, recuerdos de botica (jarabe caducado), anisados, pastas de té, flor de espino (colonia) y un matiz final claramente cárnico y de sangre, que también trae recuerdos yodados. En boca es suave, ligero, con una acidez notable que lo hace fresco y algo puntiagudo en el paso, proporcionándole viveza a la fruta roja. Posgusto fresco y con fruta madurita donde en el final se posan pequeños toques tostados y vegetales que le dan cierta persistencia tánica bajo un matiz de amargosidad (como cuando fumas un puro habano y estas tomando vino tinto). Retronasal de media intensidad y de características similares a la nariz. Por la boca diría que está ya en su momento final de consumo, la nariz es muy rica en matices, original, diferente y elegante. Quizás el vino se mantenga así unos años más. Un lujo poder disfrutar de Uno del 64 bajo estas características sensoriales tan didácticas. Tiene un perfil que claramente recuerda al estilo de Rioja Alavesa con muchos años en botella – por definirlo un poco más – quizás tiene un estilo más Borgoñón y por ello hay que saber entenderlo.

Un vino a punto de cumplir 50 años se ha convertido en un venerable viejete y con ese respeto se abre la botella dentro de una cata de grandes cosechas míticas de Rioja.
Si cada botella es un mundo, 50 años después esa afirmación se amplifica hasta el infinito.
Aquí encontramos un vino que en la visual se ven las marcas del tiempo ya que es como un rojo rubí anaranjado con una capa ya muy baja y que requiere tiempo para que se abra y aparezca algo de fruta, sus especias, sus maderas, lo que queda de acidez (que aún queda) y si le das tiempo sale de la UVI y aporta muchas cosas..

Un grande con todos los respetos.

Una botella de las que quedan al fondo de la bodega y que apunto de finalizar el año 14 y por tanto sus 50 años desde que se vendimió la uva, merecía una nueva visita a una cosecha tan mágica.
El vino no está en su mejor momento pero es un viejete que merece el respeto y el disfrute de su compañía.
El color ya está muy evolucionado y ene sta botella un poco más que anteriores. Sigue sorprendiendo en nariz y en boca que mantenga aromas y sabores reonocibles y agradables aunque la intensidad ya no sea su fuerte.
Un homenaje

Rojo rubí, ribetes rojizos, capa media-alta. Muy limpio.
Nariz abierta desde un primer momento y que nos sorprende por su enorme limpieza, sin apenas notas discordantes. Toques de frutas muy maduras y licorosas, un cierto peso especiado y balsámico, trazas de tabaco y maderas viejas, cacao en polvo y piel curtida. Impecable en sus registros y con cierta complejidad.
En boca confirma sensaciones y se trata de un vino francamente disfrutable en estos momentos, redondo y de estilo más bien ligero, elegante, con esa acidez tan viva que es santo y seña de los 64 y un paso siempre fresco y con viveza, quedando en el final recuerdos de frutas maduras y especias, con un tanino perfectamente integrado. Persistente.
Nos ha sorprendido muy gratamente este vino, obviamente no es un grande de Rioja y de la añada pero sí que resulta un vino muy disfrutable, redondo, ligero, se come de maravilla con él y por su acidez y frescura e invita siempre a seguir bebiendo. Un vino por tanto muy bien hecho tanto por materia prima como por bodega, y que no hace sino ensalzar a este clásico de la Rioja Alavesa.

Un auténtico privilegio haber podido catar este Faustino I Gran Reserva del 64, una de las "Añadas Míticas" de la bodega. Todavía puede comprarse en algún rincón de la red por unos 100 euros.
Se presenta en copa con un color marrón dátil de capa media-baja, poco cubierto y con un ribete marrón cola.
En nariz inicialmente se presenta más vivo de lo esperado por su aspecto, con notas de almizcle y hierro oxidado que dan paso a una sensación dulzona. Dejándole oxigenarse, aunque no muestra gran cambio, se acentúan los aromas de dulce y aparece algo de fruta muy madura.
En boca ligero y de paso fácil, incluso quizás dejando sensación de cierta acuosidad. Taninos inesperadamente marcados y final alcohólico con sensación aquinada.
Desde luego, lo de menos la cata en sí, aunque no decepcionó el vino. Lo importante estar ante una de las "leyendas" de Rioja.

De color rubí marronoso, de capa media-baja, brillante, reflejos anaranjados y rojizos, borde amplio, completamente atejado.

Nariz de gran clasicismo, de media intensidad, limpio y con una importante carga de terciarios. Predominan las notas de cuadra, crin, pelo mojado, cuero curtido, y algo similar al faisandage con un fondo cada vez más presente de frutos rojos muy maduros. Necesita aire y paciencia para que se vaya expresando. Asoman aromas especiados (anises estrellados, laurel en polvo, clavo, pimientas ahumadas) con matices de ebanistería, cedro, tabaco de pipa, vainilla.

En boca es muy suave y ligero. Aparecen atisbos de fruta en licor con suaves cremosos y avainillados. Mucha sensación de barrica, algo excesiva y sin grandes matices. Taninos sedosos, muy finos, en un conjunto de enooorme suavidad y ligereza. Se agradecería un poco más de "punch" (parece que es algo habitual en los vinos de esta bodega) pero sigue manteniendo una acidez más que suficiente para seguir con vida. Un tinto agradable que obedece a todo lo que podemos esperar de un viejo Faustino.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/06/faustino-i-1964-gran-reserva.html

Color cereza de baja intensidad, matices atejados aunque no en exceso, límpido y brillante.
Capa media-baja de aspecto delgadito.

A medida que se abre, nos va enseñando olor a rebotica, tierra mojada, atisbos animales, pimientas, guindas en licor, pelo de caza y una deliciosa reducción de fruta roja. Ligerísimos pero muy agradables tostados. Con algo de trabajo en copa, acentúa los aromas a cuadra combinando matices anisados con mueble viejo barnizado.

Destaca por su acidez en boca empujando con brío un recorrido sedoso a la par que encantador . Nos muestra un perfil de fruta roja fresca y un tanino delicioso. Su trama destaca por ser más larga que ancha con una permanencia enorme y con una despedida licorosa de lo más embriagadora. Retrogusto especiado.

Ni rastro de fatiga en este gran vino.

Pertenece a una de las llamadas Añadas Míticas de la bodega y de las cosechas de Rioja llamadas excelentes, la única que hubo entre el 58 y el 82, y en aquellos momentos las cosechas tenían mucha importancia y menos margen de maniobra que ahora. Una ocasión especial merecía rebuscar en el fondo de la bodega.

Color rubí intenso, con ribetes atejados, brillante, buena lágrima y buena intensidad. En nariz es delicado, intenso, frutal (frutos rojos maduros, algo compotados), especiado. En boca tiene aún buena intensidad, baja acidez, muy bien la madera, sigue algo frutal y también glicérico, amplio, sedoso..

Qué maravilla después de casi 50 años. Nunca pensé que pudiera estar tan correcto.
El precio (102.44€) es el actual en casas de subastas. La RCP no la pongo porque no tienen el sentido para la que fué creada.

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