VISTA: Picota de buena capa de borde granate.
NARIZ: De buena intensidad. Se encuentran maderas nobles, cerezas, vainilla y cueros. Cera.
BOCA: Grata acidez. Equilibrado y sedoso. Retrogusto de cerezas con un fondo de nobles maderas.

Cumple a la perfección. Buena añada, con fruta y equilibrado.
Excelente con un buen entrecot a la parrilla.
Fácil de entender.
Fácil de querer.
Fácil de compartir.
Sincero.

Sigue manteniendo bastante bien todas sus virtudes. El porte, la elegancia y el carácter de esta gran añada. Su nariz, continúa mostrando buena intensidad importante y en boca un paladar suave sedoso y de buen recorrido.
En este caso, servido en restaurante a una temperatura óptima de servicio, aunque a más del doble de su precio habitual. Pagamos unos 22€.
No obstante, bueno.

Fase visual: Rojo cereza oscuro de capa media-alta y ribete con tonos granates no denotando demasiada evolución. Quizás sea el toque más moderno de este vino.

Fase olfativa: Predominancia de terciarios en especial de cueros y notas un poco animales, acompañadas por los tostados de la barrica que dominan casi por completo a un ténue fondo de fruta roja.

Fase gustativa: En boca el ataque es goloso, redondo, graso, pero esta sensación se difumina en el paso de boca donde el vino se queda un poco corto para mi gusto.

Un clásico de Rioja prudentemente modernizado, que por un buen precio es una apuesta acertada para muchas ocasiones

Color rojo picota, ribete brillante.
En nariz, presencia de frutillos negros y maduros, aroma a cueros, tabaco y tostados. Ligero fondo especiado.
En boca, contundente a la entrada; buen cuerpo, agradablemente untoso y graso. Equilibrado y con un final largo en el post-gusto. RCP buena (9€).
Sigue siendo el vino, que como los buenos amigos, cumple cuando se le necesita. Te deja bién, y siempre es agradable compartir mesa con él.