Vino de tonalidad subida, una especie de dorado fuerte, nada pajizo debido a su crianza oxidativa que posee una nariz potente aromaticamente donde los protagonistas son los frutos secos como la avellana, aromas muy punzantes agradables, torrefactos de la madera, en boca se reproducen esos sabores que trasmite la madera equilibrado con una pequeña acidez que engalana el vino, es un vino con una sensación táctil agradable delicada con un final largo y persistente en el tiempo que enamora. 

Botella de 50 cl con cierre de tapón con pequeño corcho colmatado interior.

Servido a temperatura fría (unos 9-10ºC) aunque si se le deja ganar algún grado más está mucho más expresivo (a los 12-13ºC es como mejor se expresa).

Catado en copa de boca ancha (nos dejamos de la copita de cata/chateo típica de vinos generosos en Jerez). Queremos ver toda la potencia aromática de este amontillado y dejarnos de "copeo".

Visual: color marrón oro viejo amielado, limpio, brillante y de excelente lágrima (incluso frío) de rápida caída.

Nariz: de muy buena intensidad. Algo de fruta extremadamente madura y licorosa, brandy, caramelo, avellanas, almendras tostadas y otros frutos secos, mineralidad a raudales, toques salinos a brisa marina, toffee, recuerdos amielados, cabello de ángel, fruta escarchada (orejones). Muy complejo y evolutivo en copa.

Boca: entrada suave y sedosa, un poco seca pero con un toque ligero a tarta de manzana, caramelo y miel muy sutilmente dulzón (pero sin exceso pues es un vino seco). Paso por boca licoroso pero, a la vez, fresco, mineral, salino, equilibrado y perfectamente integrado. Si se bebe a su temperatura ideal (12-13ºC), el final es largo, muy largo, casi eterno, con un postgusto a frutos secos (sobre todo avellanas y almendras tostadas algo amargas), toffee y, de nuevo caramelo, pastel de manzana y mineralidad que invita a otra copa. En retronasal se repiten esos frutos secos, esos toques de toffee y caramelo excepcionales. Permanencia en boca de unos cuantos minutos.

Fantástico y excelente amontillado. Un vinazo.

Ideal para maridar plato principal (lo veo con algunos guisos y carnes de cierta contundencia) así como para postres no muy dulces y, sobre todo, como copa de sobremesa para después de comer.

Además aguanta lo que le echen. He hecho experimentos de tener la botella, aunque en nevera y tapada, descorchada ya varias semanas antes y aguanta lo que sólo estos vinos de Jerez son capaces de aguantar. Cualquier otro vino tranquilo al uso (blanco, rosado, tinto), sería oxidación pura pasada una semana, y a un vino de éstos como que casi que ni le afecta e incluso, un mes después de abrirlo por primera vez, está muy en forma.

PVP de 15.95€: Excelente RCP sin duda alguna.