Decantado 90 minutos. Picota con ribete morado. Capa alta. Muy brillante y glicérico. Aroma de buena intensidad a frutos negros, muy mineral, con algo de violetas, cacao, laurel, tomillo, discretos mentoles y tenues torrefactos. Una nariz muy atractiva y personal. En boca es seco, con buen cuerpo. Gran sensación de fruta fresca acompañada de notas de madera muy bien compensada y sin imponerse. Cálido, sedoso y ligeramente carnoso. Muy expresivo, con gran estructura y cierta potencia, pero de paso fresco, fino, nada pesado y ciertamente elegante. Final frutal, con recuerdos de chocolate, hierbas de monte bajo, minerales y una ligera astringencia. Buena persistencia. Espléndido vino. Serio, con mucho carácter, muy personal y de una gran finura. Posiblemente deba acabar de afinarse en botella pero ahora mismo está mortal. Excelente.

No hay nada mejor para que quede patente a donde se quiere llegar que la muestra de cada vino y cosecha, pura y duramente, este Bembibre 2002 solo hace confirmar el buen hacer de la Bodega Dominio de Tares en el concepto de este vino, donde la fruta negra sigue teniendo una posición dominante llena de atributos de fuerza y expresión. Se unen las sensaciones de su paso por barrica como los tostados, el café y los balsámicos, además de los minerales con pequeñas sensaciones de Jara, Monte Bajo y de tabaco. En boca nos encontramos un vino lleno de expresión y fuerza, con claros atributos que señalan muy bien las sensaciones de carnosidad, fruta – astringencia y cuerpo que la botella tenderá a redondear, teniendo la fruta una presencia importante. Es un vino algo desbocado en este momento, pero “ el que algo quiere, algo le cuesta “. Muy rico, con excelente acidez y expresivo, con claras sensaciones de una Mencia única. Para mí, lo mejor del Bierzo, un “ Top “ de aires modernos.

Precioso color rojo picota con tonos violaceos, capa alta y lagrima densa. Nariz de gran calidad con abundantes frutas rojas, minerales, tofes y balsamicos. En boca es potente, con recuerdos a frutillos del bosque, buena acidez y muy largo. Me ha gustado mas que su hermano del 2001.

Picota granatoso de ribete violeta precioso color, capa media, lágrima bastante tintada. Nariz de buena intensidad a fruta del bosque en sazón, dominantes notas de toffe, especias, frutos secos, madera aún bastante presente, pero que ya no domina sobre la fruta. En boca es goloso pero secante, ampuloso, con buen paso y buen retronasal en el que vuelve la fruta y el toffe. Un vino diferente (mi primer mencia) personal, y muy agradable. Dentro de un añito estará mejor.

Color picota de capa media alta, menisco violaceo, despliega en nariz aromas muy intenso de fruta roja muy madura sobre un fondo de toffe y regaliz, en boca tiene mucha potencia, ataca con cierta acidez y astringencia, los taninos se dejan sentir, pero resulta sabroso, asi es su acidez rica y sabrosa, la mencia deleita y envuelve la boca y el paladar y el retrogusto agradece y recuerda este vino bien hecho, con bastante cuerpo ya pero con falta de botella, en 2/3 años estará mucho mejor, ampliando la información de la ficha apertura por Daniel, tiene 13.8 grados y la botella catada es la 16175

Catado en Verema III. Las botellas todavía no estaban ni etiquetadas, lo cual da una idea de lo injusto que sin duda serán mis comentarios para este bebé.
Muy cerrado en nariz, pero ya se aprecia una cierta elegancia de frutas negras y rojas, con recuerdos francos de anchoas y monte bajo, además de maderas de poco tostado. De recorrido lineal, grande, sólido y alcohólico, con frutas negras asomándose sobre el telón de fondo mineral. Diría que el alcohol desdibuja un poco a este caldo, sobre todo en la salida potente pero desbocada. No puntúo.