Malditos Camaradas

Una vez más el gusto por lo bueno es vino. El gusto es mío diría Don Antonio. Confieso mi predilección por las bodegas de Tenerife. Están en un gran momento, destacando, generando e impulsando la afición por los buenos vinos.

   Alguien decía que leer a Saramago es complicado. Es un gusto poco local, mediano; lo lee cierta gente y con atisbos de conexión con el establishment o balanceandose en el péndulo de lo pravda. Un poco raro todo. Suena duro. Es como leer los apuntes de Manuel N. Janowski en su libreta de ensayo teatral. Un gran tipo y una época que necesitaba gente con carácter. Entonces el

De pequeño, jugar a monaguillo en la misa del colegio era un premio. Te daban alguna propina y unas galletas con un sorbito de quina o parecido. Yo no sabía qué era aquel dulce, daba lo mismo, deshacía los pastelitos en la boca y te dajaba como un carmín amielado en los labios que duraba un rato largo...