Blog de Eugenio Saenz

Descubriendo “vignerons” de Champagne: Bernard Brémont y José Dhondt

Complicada de verdad la jornada el pasado lunes 24 de octubre en la capital de España. La esperada lluvia hizo aparición tras unos meses de sequía y resultó un alivio por la elevada contaminación que estábamos padeciendo, pero convirtió la hora punta de la mañana en un auténtico infierno de accidentes y atascos. Llegas tarde y enfadado al trabajo, capeas como puedes una anodina y aburrida jornada laboral más y con otra cara en el cuerpo vuelves a casa con la satisfacción de que espera un final de jornada de los que nos gustan, compartiendo buenos vinos con mejores amigos, máxime cuando los vinos a compartir van a ser unas botellas de nuestro amado Champagne. Esta vez Delia e Iñaki nos iban a presentar en La Fisna dos productores de gran interés, dos de esos pequeños vitivinicultores de la zona que tanto nos gustan por su trabajo preciso en la viña y en la vinificación, dos productores llamados Bernard Brémont y José Dhondt. Catamos 4 vinos del primero y 3 del segundo junto con algunas viandas entre las que destacaron esos impagables tomates que sirve el amigo David en su restaurante El Padre y que por desgracia ya están fuera de temporada, así que como se pueden imaginar, no hubo una forma mejor de terminar aquel caótico y desastroso lunes. No existe mucha información sobre ambos, prácticamente desconocidos en España aunque muy apreciados en los cerrados y exclusivos círculos de los “wine geeks” neoyorquinos. Por algo será.

Bernard Brémont crea su bodega en 1965 y está situada en uno de los paraísos de la pinot noir, el Grand Cru de Ambonnay. Trabaja con unas 12 has de esta uva además de 3 de chardonnnay, siempre en cultivo orgánico, con viñas de una edad media de 30 años plantadas sobre suelos arcillo-calcáreos. La mayoría del viñedo está en el Grand Cru de Ambonnay, tan solo un 2% se encuentra en otro Grand Cru como es Bouzy. Elabora en la actualidad 4 vinos espumosos además de un Côteaux-Champenoise tinto. Hoy les hablaremos de los primeros.

Bernard Brémont Brut Grand Cru

Elaborado con un 80% de pinot noir y un 20% de chardonnay, parte de vinos de añada y de reserva, de estos últimos un 30%. Siempre hemos comentado que donde vemos la calidad de una casa de Champagne es en su vino base, el que nos muestra el estilo del productor. Y lo cierto es que este Brut sorprende por su finura, por su equilibrio y por ese carbónico perfectamente integrado que es la seña de la casa, Champagne de estilo más vínico y gastronómico, pero con finura y expresión de terruño. Uno de esos vinos que consideramos adictivos y más en su precio, algo inferior a 30 euros, hablamos de unos vinos siempre pagables dentro de lo que es Champagne. Muy interesante.

Bernard Brémont Cuvée Prestige

Presentado en botella “prestige”, se trata de un ensamblaje de 2/3 de chardonnay y 1/3 de pinot noir. Aquí prevalece claramente la primera y el estilo es distinto al anterior, casi podríamos decir en cata ciega que es un blanc de blancs. Fino, complejo, mineral, de limpísima acidez y gran longitud, dejando de nuevo esa seña de un carbónico magníficamente integrado. Tanto nos gustó esta cuvée que hace unos días repetimos en una de nuestras Tabernas preferidas de Madrid (Laredo) y no hizo sino confirmar lo dicho: es un vino que se bebe solo y que resulta encantador, acompañante perfecto ese día de una témpura de verduras y de un arroz negro con mejillones de roca. ¡Buenísimo!

Bernard Brémont Millesimé 2002

El millesimé casi siempre es el vino superior de muchos productores y en este caso es igual, aquí vienen las mejores viñas y en los mejores años, como en el caso del soberbio 2002, la mejor añada desde el mítico 1996. Aquí hablamos de un 55% de pinot noir y un 45% de chardonnay. ¡Palabras mayores! Aquí, además de la gran expresión del terruño que transparentan estos vinos, además de esa finura y de la fantástica integración carbónica que define el estilo de este productor, además de todo eso hay una profundidad y una complejidad arrolladoras, algo que se hace patente en boca, donde el vino muestra una juventud llena de prestancia y pura clase, uno de esos vinos que hacen grande a Champagne y que harán más grande a cualquier alimento con el que lo emparejemos, uno de esos vinos con los que la palabra gastronómico adquiere su principal significado. Un portento.

Bernard Brémont Brut Rosé

Después de tres estupendos Champagnes blancos, lo cierto es que este rosado se nos quedó algo corto pero no porque su calidad deje que desear, sino porque sus compañeros rallaron a gran altura. Se elabora con un 100% de pinot noir, un porcentaje elaborado en tinto, por tanto un rosado de mezclas. Este es un vino que se bebe solo, con alegría, es un vino lleno de fruta, de acidez y de sabor, de corte siempre más vínico y de nuevo ideal con múltiples viandas, aunque nosotros lo ubicamos mejor como base de sofisticado aperitivo.

De José Dhondt disponemos de menos información y era la primera vez que oíamos hablar de este pequeño productor que, como hemos comentado, suena con fuerza en los selectos mentideros vinícolas de la Gran Manzana. Ubicado en Oger, uno de los Grand Cru de la Côte des Blancs y quizá el que produce los vinos más minerales, elabora tres cuvées que nos sorprendieron gratísimamente y que podemos considerar como realmente interesantes. Produce vinos desde 1974 y su estilo es meramente tradicional en la bodega, siendo además orgánico en la viña.

José Dhondt brut blanc de blancs

Un blanc de blancs de Oger que obviamente nos da unos registros muy diferentes a los vinos de Brémont, aquí percibimos el estilo fino, mineral, directo y delineado que esperamos de un vino de su zona, aderezado con un paso por boca limpio y redondo y un final largo y mineral, con una burbuja perfectamente integrada. Un vino de estilo radical, serio, para amantes de los Champagnes con nervio y fuerza vital, un vino que sorprendió gratamente a los presentes por su balance y frescura espontánea. Perfecto con los mejores y más frescos crustáceos.

José Dhondt Mes Vielles Vignes 2007

Elaborado con las viñas más viejas de la propiedad con cepas de más de 50 años y solamente en las añadas que la casa considera excepcionales, se trata de un blanc de blancs arquetípico, con un esqueleto realmente portentoso, complejo en nariz, un vino que transmite terroir y una enorme calidad de materia prima, muy joven pero con esa impronta de clase que te transmiten los grandes vinos y que aquí se percibe desde el primer momento, es algo así como un amor a primera vista, un flechazo burbujeante con el que esperamos volver a encontrarnos en breve, uno de esos Champagnes que sinceramente nos han impresionado. Amigos lectores, estamos ante un pedazo de vino que no hay que perderse, una auténtica revelación.

José Dhondt Rosé de Saignée brut

Como bien dice su nombre estamos ante un rosado de sangrado, los especialistas dicen que los rosados auténticos deben hacerse con este técnica, sin embargo y siempre en Champagne nosotros preferimos el rosado de mezclas, con un poco de pinot vinificada en tinto, quizá menos fresco y aromático pero más vinoso y estructurado, una cuestión de gustos al fin y al cabo, y lo cierto es que este rosado sin llegar en nivel de las dos cuvées anteriores es un vino fresco, tremendamente equilibrado y que se bebe sin preguntar nada sobre él, se bebe por puro placer sin nada más, un vino que resulta peligrosamente adictivo. Aquí interviene una fina pinot noir en su totalidad.

Pues lo cierto es que nos encanta conocer productores nuevos y más si son de Champagne, nuestro vino fetiche. Y tengo que decirles que tanto Bernard Brémont como José Dhont hacen unos vinos  auténticos, llenos de expresión de su tierra, que son muestra de un trabajo honesto y concienzudo en la viña que sin duda les recomendamos, aunque los cupos vayan a ser pequeños. Siempre les decimos que beber Champagne es ser feliz, es aislarse por un momento de este difícil mundo que habitamos y en el que tenemos que luchar. Y sin el Champagne nada sería lo mismo. Al día siguiente volvimos al atasco y a la rutina…pero con otra cara, la cara que nos deja el buen Champagne. 

Un saludo y a cuidarse,

Eugenio Sáenz de Miera Arnau

(*) La fotografía de los viñedos de José Dhondt en Oger es de http://www.scottpaul.com/

  1. #2

    Diego Descorche

    Ya te decía yo que ese Millessime 02 de Bremont se las traía. Un amigo común me lo definió como "un bebé con una metralleta" :-)
    Curioso me parece lo del Rosé, también de Bremont: a nosotros nos pareció más bien potente y rústico...sobre todo a medida que iba tomando temperatura. No sé...percepciones
    Un saludiño y a seguir disfrutando.

  2. #3

    EuSaenz

    en respuesta a Diego Descorche
    Ver mensaje de Diego Descorche

    Sí, el Rosé de Brémont es más potente que el de Dhondt pero en cualquier caso un vino muy fácil de comprender, no son los que más me gustaron pero estaban bien. No dejes de probar Dhondt, aunque no sé cuándo estará disponible.

    Intentaremos seguir en ello, los próximos días Mugneret-Gibourg, Giacomo Conterno, Contino, Gerardo Méndez, Frederic Lafarge…no nos vamos a aburrir!

    Saludos,
    Eugenio.

  3. #4

    Martson

    Gracias, no dejes nunca de escribir y compartir esas catas con nosotros

  4. #5

    EuSaenz

    en respuesta a Martson
    Ver mensaje de Martson

    De nada, iremos poco a poco, este mes tenemos mucha tela que cortar…

    Saludos,
    Eugenio.


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