Blog de Eugenio Saenz

Anselme Selosse, un transgresor del champagne

Tal y como habíamos prometido, vamos con la segunda entrega sobre champagne para dar por finalizadas las entradas de este 2009 en el blog. Y si en la anterior hablábamos de esos “Recoltant-Manipulants” que tanto admiramos y como ejemplo poníamos a Pierre Gimonnet & Fils, ahora vamos a hablar del que probablemente es el rey de este tipo de productores, algo así como el más grande entre los más pequeños, Jacques Selosse.

Jacques crea la bodega a finales de la segunda guerra mundial y actualmente está dirigida por su hijo Anselme. Hombre de carácter difícil, Anselme es sin duda uno de los personajes más transgresores que podemos encontrarnos en la zona y personaje clave en el actual panorama del champagne. Estudió enología en Beune, algo que sin duda forjó su ideal borgoñón del vino que ha ido aplicando a sus formidables espumosos. Posee actualmente sobre las 7 has de viñedo que ocupan 47 parcelas situadas en varios de los más prestigiosos Grand Cru de la Côte des Blancs, Avize de forma principal, aunque igualmente explota parcelas en Cramant, Le Mesnil y Oger. Fuera de la zona donde reina la chardonnay, Anselme cultiva Pinot Noir en otras de igual prestigio y categoría (Grand Cru) como Aÿ, Ambonnay o Mareuil-sur-Aÿ.

La densidad de plantación media es de unas 7500 cepas por hectárea y el trabajo en viña es de carácter biológico con una poda muy corta, con la que busca rendimientos más bajos de lo habitual en champagne. Anselme suele vendimiar algo más maduro y sus uvas tienen un grado potencial de alcohol más elevado que en el resto en la zona. Para elegir el momento ideal de vendimia suele apoyarse en parámetros como el color de las pepitas y los perfumes de la piel de la uva. Vinifica siempre en barricas de 228 litros, utilizando un 10% de madera nueva. No existe control de temperatura y por tanto la fermentación puede llegar a alargarse hasta el mes de julio. Los vinos no realizan maloláctica, algo no necesario debido a la elevada acidez natural que poseen. La crianza se realiza en sus propias lías con batonages regulares, en una frecuencia de uno a la semana en invierno y uno al mes en verano. Los vinos permanecen durante un año en la barrica, pasando posteriormente a fudres. Cada vino posee además sus propias particularidades en la elaboración, pero estas suelen ser las principales premisas de la forma de elaborar de Anselme.

Y si hoy hablamos de este prestigioso elaborador es porque hace unos días tuvimos el privilegio de poder catar juntos los 7 vinos que componen toda su gama, una gama cada vez más solicitada y difícil de conseguir, a la par que desgraciadamente de cada vez más cara. Sus 50.000 botellas se han convertido en objeto de deseo por los amantes de las burbujas a lo largo y ancho del mundo. La cata tuvo lugar en latintorería, la nueva tienda de Alma Vinos Únicos en Madrid, uno de esos pocos lugares donde podemos adquirir los personalísimos vinos de Anselme en España. Así pues y bajo los siempre documentados comentarios de Nacho, César y Flequi, nos dispusimos a catar los siete vinos de este productor en un evento que sin duda posee el marchamo de único y que ahora vamos a repasar con calma.

Vaya por delante la dificultad de evaluar los vinos de Selosse, no ya por sus características tan especiales sino por las diferencias que existen entre los sucesivos degüelles. Cada degüelle tiene su propia idiosincrasia y así podemos encontrarnos versiones más frescas y otras más oxidativas dentro del mismo vino, además las añadas empleadas son diferentes y eso evidentemente fija su propio sello. Los vinos catados correspondían a degüelles recientes, casi todos de este año, por lo que se encontraban un tanto primarios, necesitados sin duda de más estancia en botella, aún así pudimos hacernos la idea de por dónde van las tendencias actuales en las elaboraciones de Anselme.

Brut Initial

El vino de acceso a la gama de Selosse ha cambiado de denominación en varias ocasiones, llamándose actualmente con el nombre más habitual de Initial. Es el resultado de le mezcla de vinos de tres añadas, compuesta por la mitad de un año, un 30-35% del anterior y un 15-20% de dos años anteriores. La crianza en rimas dura un mínimo de tres años.

Habré probado este champagne en media docena de ocasiones y lo cierto es que su nivel es siempre muy destacable. Es la puerta de entrada el universo Selosse y nos muestra a las claras cuál es el estilo de este productor. Esta botella se encuentra en fase embrionaria, con todo su desarrollo pendiente, pero ya nos muestra la profundidad aromática y la portentosa estructura de estos vinos tan especiales. A pesar de que ha ido subiendo de precio poco a poco es sin duda el más razonable de sus vinos, un champagne de muy alta calidad que nunca decepcionará.

Version Originale

La cuvée VO es un Initial sin dosage y con un tiempo mayor de crianza en rimas, un mínimo de 48 meses. Es un vino más limpio, delineado y directo que Initial, si cabe más complicado de beber y comprender. Un vino muy de nuestro gusto por su estilo austero y por su acidez muy marcada, pero que carece del equilibrio del anterior, ya que la ausencia de dosage hace que todas las características del vino base afloren, tanto las buenas como las menos buenas. Un champagne para verdaderos amantes de las sensaciones fuertes, de los vinos sin concesión, de los vinos que muestran terroir y elaboraciones naturales. Francamente bueno.

Exquise

Esta cuvée es el resultado de mezclar dos añadas relativamente jóvenes, añadiendo una cantidad superior de licor de expedición, alrededor de 20 g/l. Se trata por tanto de un champagne semiseco que puede tener su lugar a finales de una comida o en celebraciones, pero siempre con el sello de calidad Selosse.

Y cierto es que esta botella nos sorprendió pues se mostró muy equilibrada, sin apenas esos recuerdos dulzones finales que siempre restan seriedad. Su destacable acidez es clave para poder aguantar ese grado mayor de dosage que sin duda se nota algo en el final, pero que no termina por resultar pesado. Fue indudablemente el vino que menos nos gustó de los siete, pero siempre dentro de un nivel muy elevado. Este champagne tiene indudablemente su público y es el más sencillo de comprender de todos los que elabora Anselme. Sorprendente.

Rosé

El Rosé es el más exclusivo de los vinos de Anselme, no quizá por su precio, pero sí por su escasez y sobre todo por su originalidad. Ensamblaje de Chardonnay y Pinot Noir vinificada en tinto, se trata de un vino tremendamente original y diferente, de un estilo único.

Sin apenas burbuja perceptible y con una nariz de borgoña tinto viejo, con sus inequívocas notas oxidativas, es tremendamente vínico y directo en boca, sin olvidarnos en ningún momento de que es un champagne. La frescura está ahí, al igual que la cremosidad en boca. Uno de los vinos más originales que hemos probado este año, un champagne rosé distinto a todos los estilos y ante todo, un vino de una calidad enorme. Grande de verdad.

Contraste

El Blanc de Noirs de uno de los reyes del Blanc de blancs. Se trata por tanto de un vino varietal de Pinot Noir procedente de sus parcelas de los Grand Cru de Aÿ y Ambonnay. El degüelle probado, de finales de 2008, consta de la mezcla de las añadas 2002 y 2003, conjuntando la acidez y el equilibrio de la primera con la amplitud y madurez de la segunda. La crianza en rimas es de unos 48 meses. La idea de Anselme es elaborar dos Contraste a partir de la añada 2004, uno de viñedos de Aÿ y otro de Ambonnay.

Fue sin duda el vino que más nos gustó de la cata y uno de los mejores champagnes que hemos probado hasta el momento, la quintaesencia del blanc de noirs. Imagínense la mezcla entre un definido y mineral vino blanco de Puligny-Montrachet y un fragante y elegante tinto de Chabolle-Musigny. Pónganle además unas finas e integradas burbujas. Pues bien, eso es Contraste, todo eso y mucho más. Un vino brutalmente original, con una compleja nariz mezcla perfecta entre notas frescas, minerales y oxidativas y con una boca directa, austera y vertebrada por una soberbia acidez, de esas que hace salivar. Uno de esos vinos que sin duda se recuerdan y que hacen de Selosse un auténtico mago. Si se encuentran con una de las escasas 2500 botellas elaboradas, no la dejen escapar. Éxito asegurado.

Millesimé 1999

Este es el único champagne de añada que elabora Anselme, aunque hay veces que Contraste procede igualmente de vinos de un solo año. Se elabora con viñedos de Avize, de dos viñas llamadas Le Mont sur Cramant y Les Chantereines, que suman entre ambas poco menos de media hectárea y con más de 50 años de edad. Fermenta en barricas nuevas y de un año y se cría en fudres durante 8 meses antes de pasar casi 10 años en rimas. Se trata por tanto de un vino muy escaso y que pasa más tiempo en bodega antes de salir al mercado.

Ahora mismo es quizá el vino más joven y cerrado del lote, un vino que indudablemente necesita de un tiempo mayor en botella para ensamblarse, aún así el estilo Selosse se encuentra perfectamente definido en este vino. Complejísimo en nariz con esas notas oxidativas tan típicas de la casa y primario en boca, destacando en estos momentos una acidez que limpia la boca y arrasa con todo lo que se cruza en su camino. Largo y persistente, es un vino de esos que se recuerdan, un champagne de primera categoría. En cinco años será realmente grande.

Substance

Se trata de la cuvée más conocida y exclusiva por precio del elaborador. El vino base fermenta en barricas nuevas con un tostado muy marcado y secadas al aire libre durante un mínimo de 18 meses. La crianza sobre sus lías dura unos 12 meses, momento en que pasa a formar parte de un sistema de soleras y criaderas al más puro estilo jerezano. La solera fue fundada en 1987. Una vez embotellado se cría en rimas durante un mínimo de 6 años.

Este es un champagne que está fuera de toda clasificación. Nos recuerda en nariz a una manzanilla en rama, con toques herbáceos y de frutos secos, con una importante presencia de la madera vieja. Esto último debería ser un defecto grave a priori, pero lo cierto es que no lo es, al menos en este vino. En boca de nuevo una acidez tremendamente marcada pone las cosas en su sitio y aunque de nuevo la madera se hace presente, lo hace con nobleza y austeridad. Es la tercera vez que pruebo este vino y las sensaciones han sido siempre diferentes, pero siempre mostrando una enorme calidad y originalidad. Si tuviera que comprar un solo vino de Selosse quizá no compraría Substance, sobre todo por su elevado precio, pero desde luego que es un vino que si se tiene la oportunidad de probar, no hay que dejarla pasar. Es único en el mundo y sorprende a cualquiera.

Lo cierto es que la oportunidad de catar juntos los siete vinos de Selosse es algo que no se olvida y que constituye toda una experiencia vinícola. Si tuviéramos que decantarnos por alguno quizá lo haríamos por el Contraste, al menos en estos degüelles, pero desde luego que los siete son, por sí solos, siete champagnes que se encuentran entre los mejores de sus estilos. Lo malo son sus precios cada vez más elevados, ya que las producciones no aumentan y la demanda no cesa. Pero bueno, así los pillaremos con más ganas.

Una enorme cata para finalizar un año vinícola que resumiremos próximamente y que, salvo por estos momentos báquicos, lo mejor es olvidarlo cuanto antes. Y no hay mejor forma de olvidar que bebiendo buen champagne. Un buen champagne de Selosse.

(*) La fotografía de Anselme es de Paco Berciano y fue publicada en su blog Descorche.

Un saludo,
Eugenio Sáenz de Miera Arnau
(EuSaenz)

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