Comer insectos: Gusanos de Maguey
En Méjico es bastante común encontrar en las cartas de los restaurantes diversos tipos de insectos.
En los estados de Méjico, Tlaxcala e Hidalgo es fácil encontrar gusanos de maguey durante los meses de agosto y septiembre.
Los aztecas ya comían gusanos de maguey, aunque era un plato reservado al emperador. Actualmente allí es un plato caro por lo que sólo se encuentra en restaurantes de prestigio. Un platillo de gusanos no llega a los 10€ por lo que no es excusa el precio para los que visitamos el país.
El gusano de maguey, se cría en las pencas del Ágave, otro alimento oriundo de Méjico.
La forma más común de consumirlo es frito. Es un plato con un gran contenido proteico y aporta también vitaminas y minerales.
A pesar de la primera reticencia al verlos, merece la pena probarlos. Los gusanos de Maguey son sabrosos y delicados.
En general, se comen en tacos: Se ponen en la tortilla los gusanos fritos, guacamole y salsa de chile al gusto, se dobla y cierra la tortilla y se come con la mano, como se deben comer los tacos.
Si tenéis oportunidad, no dejéis de probarlos, os sorprenderán.
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Que yo sepa, no es posible conseguirlos en España. Tampoco sé con qué aceite lo fríen, probablemente aceite de maiz que es el más común. En Méjico el aceite de oliva es caro, lo consumen Las colonias mediterráneas que viven alli.
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Buf, lo de los insectos comestibles es una cosa que siempre me ha dado mucho repelús, la verdad. Ya sé que comemos caracoles, gambas y otras "cosas" bien feas, pero me cuesta mucho sacudirme los prejuicios con los bichicos. Y eso que una vez probé unos saltamontes que diría que estaban gratinados con queso y estaban muy ricos pero... Por cierto, en el mercado de la Boquería en Barcelona había una tienda donde se podían comprar insectos comestibles. Supongo que aún debe estar por allí. Saludos,
Ferran
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Siempre he querido enfrentarme a este tabú y sacudirme el asco a los bichos. Me he hecho la promesa de probarlos la primera vez que tenga ocasión. Con motivo de un viaje a Barcelona visité la Boquería para buscar el famoso puesto de los bichos, pero ¡ya no estaba!!
En el fondo me alegré, no sé si estaba listo. La próxima será