Dicen que la soltería tiene ventajas. Este es uno de esos casos en el que el vino tiene tanta sutileza y sabrosidad que no necesita "casarlo" con nada. Cualquier comida puede alterar eso que es idescriptible pero que nos atrae de este vino. No resalta nada pero el bouquet es sensacional. Finura, equilibrio, sabrosidad, suavidad, fruta madura con algún toque muy ligero de evolución hacia las pasas, un poco de vainilla, un poco de balsámicos, un poco de cielo es lo que hemos llegado a tocar con este vino. El vino no hace falta casarlo, pero si hay que beberlo con compañía, como siempre. El vino en compañía es mucho más que vino.

...en consonancia con el contenido de la botella. Me ha encantado esta pinot noir prepirenaica. Color rojo rubí de capa media. En nariz frutos rojos, toques especiados y balsámicos, se adivina también una cierta mineralidad. En boca es donde más me ha gustado, es un vino de trago laaargo que invita a beber más y más, muy goloso. En boca es fresco, muy equilibrado, con bastante volumen, buena acidez y madera inapreciable aunque según indica la bodega hacen la maloláctica en barrica. Y largo, largo, aún me parece que lo mastico. Me atrevería a decir que es un vino de corte atlántico, de hecho me ha recordado mucho al Lalama 2006 que me bebí hace unas semanas. Supongo que algo tendrá que ver que las viñas estén situadas a 1000 m de altidud. Quizás me ha gustado más en boca que en nariz pero bueno, es donde un vino tiene que dar lo mejor de si, no?

Visual: Rojo rubí uniforme de capa media.
Olfativa: Muy buena intensidad, aroma muy perfumado y embriagador, destaca su carácter floral y en menos medida frutal fruta fresca, con un madera muy disimulada que aún realza esa frescura floral, aroma fresco.
Gustativa: Excelente entrada, acidez fresca, madera suave, sedoso, sutil, elegante, muy equilibrado, sugerente y seductor, muy buena longitud.
Gran Pinot del Pirineo.
27€aprox.

Catado con el grupo de cata de Sant Cugat, casi recién salido de bodega, le tenía ganas para probar este vino, digamos atípico, en estos lares.

Visualmente es de capa media (en la cata me indican que bastante más alta que el tradicional Pinot), color muy rojizo, brillante.
En nariz se destapa con aromas herbáceos, fruta roja, golosinas y fresas, que con más aireación ofrece algunos matices más maduros y complejos.
El paladar es fino, goloso, un pelo amargo (muy agradable), un tanto parco en frutosidad.
El postgusto es medio y deja un sabor muy agradable.

Se sirvió inmediatamente después de abrir, y a pesar de su juventud, no parece que requiera mucha aireaciñon previa. El precio está sobre los 30-34€, a mi parecer un tanto alto para lo qur ofrece. Ojo, el vino en si muy bien, pero no creo que valga lo que piden.

Producción de 1.200 botellas...un cambio respecto a las 200 de la añada anterior.