El espumoso de Castell d'Encus, lo he probado en varias ocasiones, en catas, pero cada vez me parece más fantástico, es un puro deleite, para acompañar la comida de Navidad, para conversar con unas notas maravillosas que te va dejando unas sensaciones muy agradables en boca. No sé si es que el degüelle es más posterior a los que yo había probado, pero es una gozada, y lo que veo es que con el tiempo va ganando, veremos hasta donde puede llegar. Complejo, largo y un placer.

Éste es un espumoso diferente a los habituales cavas, es una novedad del Pirineo, aunque retoma el método ancestral de elaboración de espumosos ya utilizado por los monjes de la Champagne. Esta añada es más fino que los anteriores, no lleva pinot noir y lo encuentro más fino y elegante. A diferencia del método tradicional, el vino se embotelló cuando todavía le quedaban 27 gramos por litro de azúcar para fermentar y realizó la segunda fermentación en botella sin adición de azúcar ni levaduras. Después de una crianza de 27 meses se realizó el degüelle y posterior tapado, añadiendo un licor de expedición de los mismos vinos. La relación calidad precio es un poco elevada, aunque después de ver este buen experimento, hay que relativizar. Color amarillo verdoso. En nariz, aromas frutales, manzana asada y notas minerales. En boca, es un espumoso complejo, muy fino, buena acidez y largo en boca. Muy buen y grato espumoso.