Muchas ganas de probar este vino de la D.O. Costers del Segre, con cuatro varietales en su composición, elaborado por la bodega Castell d´Encús fundada por el maestro Raúl Bobet allá por 2001. Con una alucinante fermentación alcohólica en lagares de piedra del siglo XII, ahí es nada. Pero vamos a lo nuestro. Abrimos la botella y esperamos 50 minutos antes de proceder con su valoración a 17°C. Corcho magnífico, muy compacto, largo y tintado apenas 1 mm desde su base.

VISUAL: Precioso color rojo picota de capa muy alta, con un estrecho ribete en tonalidades cardenalicias y de abundante lágrima, fina y ligeramente tintada. Impresionante aspecto (96).

OLFATIVA: A copa parada hay fruta acompotada maravillosa, encontramos mermelada de moras, ciruelas pasas y ciertos matices tostaditos de las barricas de roble francés. Agitamos y surgen innumerables perfumes florales de rosas rojas, de violetas y de azahar, muy auténtico. Es impactante el "volumen" que tiene aromáticamente, mostrando ahora especiados de clavo y vainilla junto con herbáceos de té negro. Y al rato, un toquecito licoroso y amaderado de duelas envinadas muy penetrante, con el roble marcado a fuego transmitiendo apuntes ahumados de gran calidad. De intensidad muy alta y excepcional en complejidad (95).

GUSTATIVA: ¡Qué vino más sabroso!, tiene una carnosidad impresionante, de alta acidez, voluptuoso, llenado el paladar de fruta, con gran poderío. En el paso por boca percibimos un toquecito licoroso y ciertas notas acompotadas (mora y ciruelas), acompañado por algunos terciarios de cuero curtido y tabaco rubio. El tanino es pétreo, con una astringencia justa, pero de tacto cremoso. Menudo vinazo del amigo Raúl Bobet, percibiéndose la gran calidad de la fruta y con un acertadísimo coupage, afrancesado y fabuloso, de alta montaña diríamos... En retronasal asoma su perfil floral tan variopinto, mientras que en el post-gusto la madera es la protagonista con recuerdos iniciales de ebanistería fina que poco a poco se hacen más intensos, con el roble y con unos increíbles tostaditos. Es muy cálido, de tacto suavecito, pero transmitiendo sensaciones de carnosidad, licorosidad y potencia. En plena fase ascendente, para alcanzar su plenitud allá por el 2028. Vinazo, una auténtica maravilla amigos (95).

La RCP, pese a que nos costó 43 euros la considero buena, es un grandísimo vino.

MARIDAJE: Abrimos la botella con unas deliciosas chuletitas de cabrito al horno. En la segunda ocasión acompañó unos garbanzos en garam masala, y nos la terminamos con un fabuloso Cawboy steak al tomillo con pimientos, papas y all-i-oli. Fantástico en todos los maridajes, destacando el último, con la increíble pieza de res, con los intensos sabores cárnicos y sanguíneos en absoluta armonía con la frutosidad y la licorosidad de nuestro colosal Costers del Segre. ¡Qué rico por Dios!

VIDEOCATA:  https://youtu.be/HKyEquF5ons

Salud-os!!