Viña El Pisón 2008
Viña El Pisón 2008
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Tinto
Crianza:
Con crianza
Graduación (vol):
14,00%
Varietales:
Tempranillo
Precio aproximado
Precio Aprox:
Más de 100 €
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
8.39
/
92
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
5,0
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Opiniones de Viña El Pisón
OPINIONES
6

Han pasado 6 años de la cata anterior y algunos de los comentarios que hice siguen vigentes, aún muestra toques verdosos y parece seguir requiriendo calmarse, lo que si que ha cambiado es que se ha reconducido al camino elegante de Pisones habituales, pero quedando en un registro un poquito inferior, muy mineral, fruta negra, la astringencia ha desparecido totalmente. 

 

 

Tras más de un año desde su primera cata y como la añada 2009 o 2006 , este Pisón sigue sin convencerme y se aleja en mi opinión de grandes añadas de antaño. La razón está clara( como señaló Nerea). Muestra la elegancia , equilibrio y finura de un gran vino y además con señas propias de identidad. En este sentido tiene pocos rivales. Pero parece faltarle como hacía antaño ( 98, 99, 01, 02....), su capacidad de impacto, esa sensación de gran vino, de vino sobresaliente y único que por ejemplo en 2005 y casi en 2007 nos hacía vibrar. Un vino elegante, equilibrado, complejo y a la vez potente e impactante. Yo en esta añada no lo he visto, incluso percibo una tanacidad algo más secante de lo habitual en estos vinos. En fín , esperaremos a probar 2010

Granate cubierto. La nariz destaca por su profundidad, con matices especiados, y una expresión frutal muy bien definida, toques de bosque umbrío, algo de vainilla, sensaciones tostadas algún apunte mineral. En boca tiene excelente entrada, pasa ligero y con armonía, aunque es un vino estructurado y con peso de fruta en boca, hay suaves amargos, buena acidez, largo y muy atractivo.

Sin ser el mejor Pison que hemos probado, hay varias cuestiones a valorar, una que da la impresión de ser pronto das algunas cracateristicas del vino que no se atisban en añadas anteriores; por otro lado, el año pasado por estas fechas nos bebiamos el 2007 y estaba maravilloso. El tema es que Pisón se desmarca por ser un vino muy definido en sus características y esta botella del 2008 presentaba matices de fruta mas verde, toques más amargosos y minerales y una astringencia que le costó desaparecer (no lo consiguio totalmente). Sutiles maderas. Habrá que seguirle la pista

Cierta decepción inicial, aún entendiendo la prontitud d ela cata. Esta añada parece mostrarse menos elegante, y fina que la mayoría de las precedentes. Zarzamora y uva pasa muy marcada, algo mineral .Sus habituales y magníficas maderas cremosas, parecen solapadas. Sensaciones agresivas y cierto desequilibrio en nariz que se confirma con una boca, todavía muy rugosa, carnosa y desde luego mucho menos sutil de lo habitual en este vino. Veremos en próximas catas

http://www.rtecasablanca.com/blog2/?p=225

Hace dos noches fue el Pagos Viejos y anoche este Pisón…acabo de recibir la compra “en premieur” y no puedo resistirme.

Hoy en día se hacen vinos muy buenos, incluso magníficos, en muchas partes ya. El Pagos Viejos es un buen ejemplo de vino magnífico para mí, otros de Mariano García con sus VS Mauro y/o Terreus, el Vinyes Altes de Clos Dominic también me “obligó” a beber varias botellas por puro vicio, sin “esperar” al vino y así podría seguir con un buen puñado más…vinos magníficos.

Pero es que este Pisón tiene un “plus”, muy difícil de definir para mí. Son cosas tan sutiles que resulta muy complicado traducirlo a palabras, es como “teorizar un sentimiento” y no, no me quiero poner pasional (al menos no demasiado, lo que difícilmente conseguiré). ¿Cómo expresar el que te bebas la uva de un Pago, literalmente, cómo se dibuja el sentir la interpretación de un hombre sobre unos racimos de uva tempranillo que tiene situados en “determinado lugar” que per sé, contienen un “algo mágico”?

Es muy sutil y “frágil” lo que intento decir, entrecomillo lo de frágil, porque para mí es una cuestión poderosa, pero no por ello detectable por cualquiera (sencillamente por falta de experiencia, no es prepotente ni excluyente mi discurso). Imaginemos una película “diseñada por ordenador”, con unos paisajes realmente “perfectos” y cuidados al mínimo detalle, aunque ves cosas que no te cuadran, lo que no le resta belleza, sino “naturalidad”. Imaginemos el Gran Cañón de los Yankis, pero con sus enormes valles bañados por un hermoso océano en una imagen de “peli del futuro”…podría ser hermoso, sin embargo algo te dice que está “hecho por ordenador”. Si a continuación vemos una imagen “al natural” de los Fiordos Noruegos…tal cual son…creo que comprenderíamos la diferencia e incluso podríamos llegar a emocionarnos con la imagen real y natural de esos Fiordos…eso es El Pisón…”sin ordenador”, la Naturaleza misma en una copa.

Tomé el vino, al igual que el Pagos Viejos, con mi pareja, Arancha. Pensamos bastante distinto sobre vinos, quiero decir que tenemos gustos (menos mal) en ocasiones incluso antagónicos con respecto al mundo del vino, sin embargo, ante la Belleza, surgió un hermoso consenso. Sintió lo mismo que yo…ambos sentimos ese “intangible” que por no saber encontrar el adjetivo que lo refleje en palabras, llamamos Magia.

Entraba en boca mucho menos “poderoso” que el Pagos Viejos (antes de seguir, utilizo comparaciones con la única intención de explicarme, odio “comparar” vinos), sin embargo a los diez segundos de tragarlo, te envolvía, literalmente, te “mecía”, te cantaba, te recitaba poesía…te EMOCIONABA! ¿cómo se le pone a eso adjetivos?

Y claro, está tan jovencito aún que a ratos, en los primeros compases de esa Obra Maestra que es este vino, te daba cosas ricas en nariz, producto sobre todo de su excelente madera nueva, pero cosas al fin y al cabo que te pueden dar otros muchos vinos (buenos), con esos “tostaditos torrefactados” que tanta “nariz no iniciada” agradece mucho. A mi todo eso, agradándome, estaba deseando que se fuera lejos, que se marchara y me dejara en paz y a solas con “esa maravillosa mujer” llamada el Pisón 2.008. Dulce y delicada, enérgica y con carácter, culta y humilde a la vez, equilibrada y sabia, fresca, muy fresca y sobre todo…INCLASIFICABLE (déjenme en paz los colectivos pseudo feministas, hago comparaciones con lo que me da la real gana, estamos?, podría ser perfectamente un “Gran Hombre” también ese vino).

Y cuando la pura emoción te deja pensar un poco (sí, emoción, un Gran Vino juega contigo y no tú con él, marca los tiempos y el ritmo y tú sencillamente te limitas a sentir), en mi caso al menos, no puedes dejar de pensar en otras añadas, en otros Pisones, en la TRAYECTORIA de este MAESTRO, en sus 95, 98, 04, 05 y 07…pero también en su 2.000 y en su 2.006 y, sin información de cómo ha sido esta añada 2.008, intentas “acoplarlo”, buscar puntos comunes y antagónicos, buscar parecidos y diferencias y como yo soy como soy y no puedo parar mi calenturienta mente, cuando empieza a salir humo por la calva…tengo que parar; porque sí, porque en esta fase tan joven, es como si el “bombón” que fue el 2006 estuviera, pero MUCHO mejor (más elegante y delgado), es como si la “rocosidad” del 2004 estuviera, pero “menos” (importantes comillas, ese “menos” podría ser “más”, si de placer inmediato se tratara), es como si la “arquitectura” del 2005 también quisiera estar…es como si….al final, es como si Juan Carlos, cada año que pasa, aprende un millón de cosas y cada nueva añada, la interpreta desde una mucho mayor sabiduría y todo eso va directo a la botella.

Este Pisón 2.008 a mí se me ha mostrado así. Lo descorchamos sin la menor “ceremonia”, sin el menor “preparativo-sugestion-fetichismo-predisposicion”, con unas sencillas empanadillas fritas y un poquito de buen lomo de caña, mientras, como pareja, charlábamos de lo cotidiano…y a ambos nos pasó: un primer trago, unos segundos de silencio absoluto, un cruce de miradas perplejas y felices al tiempo…sencillamente y al unísono…una Emoción, la de un vino “Mágico”.

El Pagos Viejos me “recordó” la maestría de productores como Leroy…este Pisón, sencillamente, me confirma que esa es la Talla de éste Terroir, de este Productor y de este Vino…la de los mejores del Mundo.

Os juro que no lloré “por fuera”, pero sí cayeron lágrimas de felicidad “por dentro”.
Juan Carlos López, para mí, está muy cerca de la perfección absoluta, entendiendo ésta por la inequívoca “comunión” entre el Hombre y la Naturaleza.

Este Pisón es algo muy parecido al Amor.

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