Nos cae por casualidad una botella bien conservada, pero de un vino que para ser disfrutado para lo que se ha concebido, debería de haberse tomado hace 15 años.
Visual: Color rojo atejado, reflejos anaranjados, capa baja.
Olfativa: Media intensidad, primera impresión con recuerdos a cartón que desaparece al instante dando paso a sensaciones de evolución, ligeras cerecitas marchitas, (a ciegas te vas a Borgoña), delicado, toque medicinal que acaba imponiéndose, en 10 min cae y se muere.
Gustativa: Aguanta poco, entra suave, muy sedoso en su paso, bastante envolvente, pero muy evolucionado, no ofrece nada emocionante, aunque no es desagradable, final con bastante longitud, recuerdos a jarabe, mistela, sensaciones extrañas no asociadas por nuestra experiencia a un vino.
Está bien, aguanta poco abierto pero es un ejemplo del potencial de la uva Riojana.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.