Color cereza de buena capa.
En nariz fruta negra, especias, recuerdos a resina, ahumados y tostados.
En boca es sedoso, su buena acidez acompaña su paso potente, tanino presente, crianza en fase de integración, buenos amargos y final largo. Crecerá.
Con el recorrido y reconocimiento de la bodega, una vez más, intentan perfeccionar la expresión de la variedad, cuidando meticulosamente el detalle de la elaboración y crianza para mayor capacidad de captación de adeptos.
La crianza en foudre de mayor capacidad, se agradece, dotando de suavidad y dejando que los sabores frutales de frutillos negros del bosque en confitura, penetren más y sean más perseverantes. La nariz también gana en matices, eliminando los excesivos torrefactos o ahumados de otro tipo de barricas, y ganando en balsámicos, frutos secos tostados, menos vainilla.
Un buen coche de carreras para la bobal
Aunque con bastante retraso lo prometido es deuda. Vamos a proceder con la valoración de este vino que nos enviaron para la cata virtual y que pude realizar el pasado mes de Diciembre de vacaciones en España. Lo primero aplaudir una vez más a las bodegas Murviedro y a Verema que tengan estos detalles con los foreros, se agradece de todo corazón. Abrimos la botella y dejamos que se airease por espacio de una horita. Presenta una bonita etiqueta imitando los diseños de telas de seda, en tono marrón oscuro, todo muy minimalista y de aspecto moderno. El tapón correcto, compacto y tintado tan solo en su base. Servimos a 17°C.
VISUAL: Precioso color rojo picota de capa alta, brillante y con el ribete cardenalicio. Lágrima gruesa, lenta y ligeramente tintada (93).
OLFATIVA: A copa parada encontramos fruta negra en compota (moras). Con el líquido en movimiento aparecen notas especiadas de canela y pimienta negra, potentes balsámicos de eucalipto, herbáceos de ajedrea, toques mediterráneos a regaliz de palo y algarrobas así como terciarios de cuero curtido, ebanistería fina y duelas envinadas. Muy bien de complejidad con una intensidad media (87).
GUSTATIVA: En boca posee una amplitud bárbara, de alta acidez y con los taninos bastante presentes aunque sin molestar. Carnoso, con un paso por boca secante aportando notas retronasales a confitura de ciruelas y claros aromas amaderados. Persistencia de 3 min y 25 segundos con un post-gusto muy frutoso. Para conservar al menos un par de años en botella. Potente y señorial, hecho un chaval, en plena fase ascendente y con un gran futuro (88).
La RCP atendiendo a su precio de mercado (sobre los 15 euros) la considero muy buena dado su potencial.
MARIDAJE: Abrimos esta botella para acompañar una tabla de embutidos, chorizo, lomo embuchado y salchichón ibéricos de bellota y un rico queso curado de oveja. Espectacular maridaje pues la contundencia del vino, su acidez y ese punto frutoso armonizaron exquisitamente con los intensos sabores cárnicos del embutido así como con los lácteos y salinos del queso. Lo disfrutamos de lo lindo, sí señor.
Salud-os!!
Gran presentación, botella, etiqueta...
Vino limpio, granate, abundante lagrima que corona la copa, ribete sangre.
En nariz me resulta algo cerrado al final aparece toffe y torrefactos.
En boca estamos ante un vino complejo, bastante astringente, áspero, acidez elevada y un punto amargo al final.
Nos encontramos con una botella borgoñona con elegante etiqueta, de un estilo clásico.
Aspecto limpio y brillante. Densidad untuosa. Lágrima densa y lenta. Deja tintada la copa.
Color cereza picota intenso. Capa media alta
En nariz ligeramente alcohólico, notas presentes del tostado de la madera, balsámico. Notas de pimienta negra muy presentes.
Intensidad alta.
En boca es potente y voluminoso.
Notas balsámicas y frescas, también de cuero y pieles.
Tanicidad controlada pero presente.
Muy largo, con presencia de notas lácticas por su crianza.
La verdad que en boca tiene muy buena entrada y la persistencia es muy buena.
Seguramente es un bobal con mucho recorrido por delante.
La etiqueta es muy bonita y elegante, está inspirada en las antiguas sedas según indicó la bodega en la presentación de su nueva imagen.
De color rojo picota con capa media alta. En nariz aparece la fruta negra madura, confitura, recuerdos a violetas y especias. Muy buenas sensaciones tanto en el aspecto visual como en el olfativo.
En boca fruta madura, goloso, buena acidez y taninos domados, es potente y final largo con ligeros amargosos. Es un vino que crecerá en botella. Un poco alcohólico aunque está bastante bien integrado con su acidez.
Botella borgoñona con un etiquetado curioso, pero buena presentación, al fin y al cabo.
El vino presenta color picota intenso, de capa alta.
En nariz hay fruta negra, tostados, especias y balsámicos, muy en la línea de la variedad bobal. También apreciamos tabaco, cacao, mentolados y mineralidad.
Es potente en boca, con volumen, intensidad y elegancia. Destaca su tanicidad, su cuerpo, aunque va domándose y ganando en equilibrio. Buena acidez, con notas a frutas negras del bosque, regaliz, cacao, avainillados. Persistente, agradable y con margen de mejora pasado un tiempo.
Muchas gracias a Murviedro y a Verema por esta estupenda virtual.
Vino encerrado en una botella borgoñona que está vestida con una elegante y barroca etiqueta. Corcho que la cierra de calidad, personalizado y ligeramente tintado por su contacto con el vino. Con un color rojo picota y manteniendo tonalidades violáceas. Limpio y brillante. De capa media alta y con un ribete granatoso y violáceo. Muy buena, densa y lenta lágrima en su discurrir por el cáliz de la copa al que tinta.
En nariz me huele a vino (muy importante), frutos rojos y ligeros negros del bosque sazonándose. Elegante y cálida madera pero sin destacar. Notas balsámicas y de mineralidad.
En boca es muy cálido, elegante, carnoso, con mucho volumen, muy mediterraneo, frutal, fresco, equilibrado y con sus casi 15% volumen en alcohol integrados. Con los taninos domándose y manteniendo una viva y fresca acidez que invita a beber y que le otorgará 4-5 años de vida en perfecta forma. Muy grato, frutal y elegante paso de boca.
Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,00 minutos. Un vino de categoría.
Botella elegante y diferencial, por lo que es fácil recordar este vino.
Color rojo picota de capa alta, con lágrima densa.
En nariz se muestra intenso con aromas de sotobosque y fruta roja madura, también toques tostados.
En boca buena entrada, pero en mi opinión no lo esperado en nariz. Creo que le falta tiempo en la botella y mejorará con el tiempo.
Presenta un color picota, de capa alta, con un menisco con ribetes violáceos que denota juventud. A copa movida produce una fina lágrima que serpentea por la copa dejando un reguero para de color a su paso. A simple vista, presenta cuerpo, se percibe serio.
En nariz, se muestra intenso, la fruta está por debajo, sobresalen notas terciarias, chocolate, especias y tabaco negro. Toques a violetas y un fondo a tierra húmeda. Todo esto se muestra a copa parada. A copa agitada, salen los balsámicos y empieza a aflorar la fruta negra madura (arándanos, moras...) por doquier. Notas a eucalipto, siguen los recuerdos a especias, algo también de laurel. En conclusión, una muy buena nariz.
En boca, tiene cuerpo, entra envolviendo la boca, muy buen acidez, toques golosos, los taninos se muestran un poco verdes, pero seguro que con un tiempo en botella, se domarán y resultaran aterciopelados. Postgusto largo.
Es un vino muy serio, creo que se ha tratado y trabajado con elegancia y saber hacer...esta bobal es una bobal de altura...
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