Hace aproximadamente un mes descorchamos un Monte Real RVA de 1.991 que estaba en plena forma y hoy le toca a éste de 1.981. Abrimos la botella y la dejamos respirar por espacio de dos horas antes de proceder con su valoración a 16.5°C. Buen nivel de líquido, apenas 1 cm por debajo de corcho que por cierto se nos partió en dos al abrirlo con el abridor estándar de tijeras.

VISUAL: Presenta un color rojo picota de capa media-alta con un ribete que denota su edad, ocre-anaranjado en tonalidades teja. Con una ligera turbidez y de lágrima abundante, fina y transparente (92).

OLFATIVA: Exquisito en nariz, de alta intensidad con marcadas notas de fruta negra en compota y de fruta escarchada (orejones). Al agitar encontramos especiados muy variados, cardamomo, pimienta blanca, canela y vainilla acompañando apuntes balsámicos de regaliz de palo. Seguimos olfateando y disfrutando de aromas viejunos y terciarios, naftalina, desván, cuero curtido, chocolate negro y café torrefacto...impresionante. De fondo mantiene unos elegantes toquecitos amaderados de ebanistería fina, muy sutiles. Rico en complejidad y de intensidad alta pese a sus 40 añitos y dos horas abierto (94).

GUSTATIVA: Qué maravilla, qué vino más bien ensamblado, con la fruta y la madera buscando su protagonismo con afán. Ataque suavecito con la acidez in crescendo tras cada sorbo y de taninos pétreos e intensos. Paso por boca muy sedosito mostrando notas dulzonas de compota de moras y ciruelas pasas. En retronasal es donde muestra su edad con aromas viejunos de polvorilla y armario cerrado. Post-gusto delicioso, con notas minerales de arcilla húmeda y con la madera más protagonista aportando matices de roble y duelas envinadas. Laaaaaaaargo... con una persistencia de tres minutos y 15 segundos fantásticos, embelesador y redondo por los cuatro costados, con mucha vida por delante además. Otra exquisita joya riojana de una añada que nos sorprende muy gratamente. Qué gran vino amigos! (94).

La RCP fue fantástica pues conseguimos esta botellaza por 19 euros.

MARIDAJE: El primer día lo abrimos con nuestro surtido de jamón, embutidos ibéricos y queso curado. Después acompañó un suculento bistec a la salvia con verduritas a la plancha y nos lo terminamos con unas alubias pintas con costilla y arroz. La verdad es que con el jamoncito ibérico y los embutidos fue un disfrute absoluto, apuntes cárnicos y grasos en total armonía con las notas acompotadas y terciarias de nuestro reservita. Qué gran viejuno amigos y muy gastronómico además, una delicia saborearlo en todos y cada uno de los ágapes. Nunca nos cansaremos de estos viejunos incombustibles.

VIDEOCATA:  https://www.youtube.com/watch?v=jiArXfun2CI

Salud-os!!

Rojo Burdeos con reflejos marrones y ribete que no llega al teja. Nos ha sorprendido su limpieza (no hemos encontrado ni un solo poso en toda la botella) y su claridad. Capa muy baja.

Aromas intrincados que se han mantenido estables durante 24 horas, una paleta muy compleja y marcada. Fruta aún con viveza en forma de cerezas al marrasquino y corteza de naranja. También hay chocolate amargo, tabaco de pipa, hojas de sen, humedad y unos terciarios presentes pero que ni mucho menos son protagonistas en esta fase.

Pese a una aparente fragilidad, la estructura en boca es fantástica. Acidez y tanino todavía muy presentes. El alcohol y la madera, son los que se esperan en un buen tinto de esta edad. Un vino de casi cuarenta años con un estilo que se supone que ya es moderno debido a la añada pero que no nos lo ha parecido en su concepción. Verticalidad y carácter austero.

Final muy persistente.

Una gran botella.

De color rubí anaranjado de medio cuerpo, destellos rojizos y ambarinos, borde completamente atejado, muy limpio, sin precipitados.

En nariz nos encontramos un vino extremadamente potente en el que aflora todo tipo de especias. Recuerda a un âttar marroquí (curry, cúrcuma, anís, comino, clavo, laurel en polvo) y sobretodo una fínisima nota ahumada a pimienta negra que va ganando en intensidad hasta dominar todo el conjunto. No para de crecer abriéndose a nuevos registros y mejorando en detalles. Aparecen unas inéditas notas minerales de fondo, mina de lápiz, pizarra. A pesar de las horas transcurridas no se viene abajo, íntegro, cada vez más compacto y potente, cambiante. Finalmente asoma una fruta negra madura de gran calidad con finos recuerdos a compota de ciruelas, membrillo.

En boca está muy integrado, vigoroso, seco, con una buena acidez. Tiene un espinazo y una estructura ejemplar, potente, concentrado. Muestra un toque ligeramente amargoso, a regaliz negro, sostenido en un elegante tostado muy suave que nos trae la vainilla y las maderas viejas. Elegante, enérgico y lleno de fuerza. Con las horas se va perfilando aún más y ganando en profundidad: taninos pulidos pero firmes y mucha fruta negra en sazón.

De un estilo que podríamos llamar "moderno" por su contundencia y sensación extractiva. Nada indica que tenga más de 30 años a sus espaldas. Para guardar durante una buena temporada y recuperar cuando acabe de redondearse del todo. Tiene cuerda para rato.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/07/monte-real-1981-reserva.html