Botella bordelesa con cierre sintético.

Visual: amarillo dorado ligeramente pálido, limpio, brillante y con excelente lágrima.

Nariz: se nota desde el inicio esa barrica y tostados. Pera de agua muy madura, piña también muy madura, herbáceos y monte bajo, tostados, bollería recién hecha, mantequilla y croissant de desayuno. Se nota mucho el roble pero la fruta, aunque muy madura, todavía permanece. Un vino que en nariz es de muy buena intensidad y que, por su complejidad, pide comida "de verdad" (nada de aperitivos).

Boca: entrada ligera pero bastante cremosa a la vez, buena densidad y estructura. Se nota que es un blanco con barrica y con ya unos años. Paso por boca agradable y fresco pero donde se nota la complejidad de la madera. Acidez media que, sin ser espectacular, lo mantiene, unido al tanino de la madera, vivo más de un lustro después de su cosecha. Da algunos recuerdos a blancos de la Borgoña francesa. El final es bastante largo, donde se nota la "grasa" del vino, esa cremosidad y untuosidad de sus casi 6 años de evolución en botella. Me gusta, fresco, sabroso, complejo y redondo.

Estupendo blanco riojano clásico fermentado en barrica en un momento óptimo de consumo. No creo que mejore mucho más en botella pero está bastante bueno ahora mismo (si te gustan los blancos clásicos con algo de madera). La RCP es, sencillamente excelente (poco más se puede exigir a un blanco de este tipo por su PVP).

Visual_ Amarillo muy pálido con ribete de reflejos ligeramente verdosos. Limpio y brillante.

Nariz_ Notas frutales de fruta blanca (pera) y de frutas tropicales (piña) con ligeras notas de cítricos. Fondo de hierbas de monte m uy agradable, con unos tostados en segundo plano quizás demasiado escondidos y que no aportan la complejidad esperada.

Boca_ En boca entrada ligera, muy poco untuoso para lo que cabría esperar de un fermentado en barrica. Paso ligero, fresco agradable, quizá un poco bajo de acidez. En boca se notan en exceso la notas tostadas de la barrica haciendo al vino un poco empalagoso.