Presentación de sus nuevas añadas en Lavinia Ortega y Gasset

Hubo tres vinos culpables de que abriera un hilo en Verema que acabaría con la creación de mi blog: Quinta Sardonia, Montecastro y Viña Pedrosa Crianza, y un lugar que me permitió conocerlos: Lavinia.

Sé que hay un antes y después de aquella experiencia y por eso cada vez que me encuentro con cada uno de ellos o que disfruto de un paseo por la tienda, mi corazón sonríe y late más deprisa. Y lo cierto es que no es difícil porque Lavinia organiza muchos y muy variados eventos para acercar el vino al consumidor directamente desde el elaborador, para que el cliente pierda el miedo a preguntar. 

El pasado 18 de abril (¡Dios, cómo pasa el tiempo!) Lavinia regaló a sus socios una presentación de una de esas tres bodegas tan queridas por mí, Montecastro Bodegas y Viñedos. Presentarían las añadas 2009 y 2010 de Alconte y 2008 y 2009 Montecastro, siendo el 2009 de Montecastro en primicia.

No me lo podía perder.

Un poco de historia:

La sociedad fundadora de la bodega es constituida en el año 2000 por un grupo de accionistas mayoritariamente ligados al Diario el Mundo como es su presidente y quien da nombre a la bodega: Alfonso de Salas, Marqués de Montecastro y Llanahermosa y también Presidente Fundador de dicho diario, Pedro J. Ramírez, director del periódico, Juan González, Secretario del Consejo de Administración de la bodega y también Consejero-Fundador del diario y otros que en el caso de Julio Iglesias, no precisa de mayor presentación.

El propósito era construir un proyecto de tamaño pequeño: entre 140.000 y 160.000 botellas como máximo, para elaborar un vino de alta calidad que se coloque entre los 15 mejores vinos de la Ribera del Duero y para ello no han escatimado recursos tanto humanos como materiales. 

2002 fue la primera añada de Montecastro y Llanahermosa elaborada a partir de uva proveniente de viñedos viejos (hasta más de 100 años) de pagos muy escogidos en la provincia de Burgos. La plantación de su viñedo propio no se realiza hasta el año 2002 y no utilizarían su fruta hasta el año 2007, pero al ser viñedo todavía muy joven se destina a la creación de una segunda marca de la bodega: Alconte. Esta pauta se mantiene en la actualidad, es decir que cuando las condiciones de la añada producen una uva que no reúne las condiciones de calidad exigidas para Montecastro, estas uvas se destinan a Alconte.

Logran su objetivo con su segunda añada, la 2003, que consigue sobrepasar la barrera de los noventa puntos de Robert Parker (92), y subirían hasta los 94 en el 2004, manteniéndose las siguientes añadas 2005 y 2006 (la que yo conocí y me enamoró aquel día en Lavinia) entre los 91 y 93. Y el listón no baja puesto que la añada que ahora mismo se encuentra en el mercado, 2008, fue seleccionada como Mejor Ribera del Duero por la prestigiosa publicación digital "elmundovino.com" alzándose con unos cotizadísimos 17 puntos el año pasado.

La presentación

Tuvimos el lujo de contar como guía con Bertrand Erhard, enólogo y Director Técnico de la bodega desde el año 2007, tras haber recabado experiencia y conocimientos en bodegas del viejo y del nuevo mundo: Borgoña, California, Burdeos...

Antes de pasar a la cata nos regalaría con una amena y didáctica presentación en la que nos desgranaría detalles de elaboración, como que la vinificación se realiza  por parcela y en depósitos de hormigón pues garantiza una temperatura más estable y se clarifica mejor. Tras esta presentación nos haría una pequeña introducción a las marcas que estábamos a punto de probar.

Alconte se elabora con uva tinto fino (tempranillo) del viñedo más joven o del que por razones climatológicas no alcanza las características de calidad exigidas para Montecastro. Pasa de doce a catorce meses de crianza en roble francés (75% aprox.) y americano (25% aprox.) un tercio del cual es barrica nueva.

Para Montecastro sólo se utiliza la fruta de mayor calidad de seis pagos seleccionados y bajo rendimiento. Aunque la tinto fino es la variedad mayoritaria (más de un 90%) se le añaden pequeños porcentajes de merlot, cabernet sauvignon y garnacha, siempre cumpliendo con los mismos criterios de calidad exigidos por la bodega. El proceso de crianza se prolonga entre dieciocho y veinte meses en roble francés (70% aprox.) y americano (30% aprox.), la mitad en barricas nuevas y la otra mitad en barricas de un vino. Posteriormente reposa un mínimo de seis meses en botella por lo que aplicando la terminología española corresponde a un vino reserva más que a un vino crianza.

Y ya antes de pasar a la cata propiamente dicha, trasladar el consejo de Bertrand Erhard de que ambos vinos sean decantados para asegurar un mejor disfrute de la experiencia.

La Cata:

Alconte Crianza 2010:

VISUAL: Es de color cereza tupido y capa media-alta. 

OLFATIVA: Fruta roja y negra muy presentes junto con ligeros balsámicos. Con mayor tiempo de aireación aparecen sutiles yodados, aires mentolados y notas torrefactas de la madera que se corrijen con la oxigenación, dando unos cuarenta minutos después mucha fruta roja con protagonismo de la cereza.

GUSTATIVA: Tiene muy buena intensidad frutal, es envolvente y potente a la vez, con unos taninos presentes que se domarán con más botella pero en este momento ya está muy rico. Con el paso de los minutos adquiere mayor expresión dando notas de cacao y ganando frescura.

Alconte Crianza 2009:

Esta añada fue calificada por el propio Erhard como excelente gracias a haber disfrutado de una temperatura perfecta a lo largo del año.

VISUAL: De color cereza oscuro tirando a picota y casi opaco.

OLFATIVA: Es más fino y comedido en nariz que el 2010 con elegantes y profundos balsámicos de regaliz y una fruta más madura pero menos intensa. Con aireación se añaden notas de matorral y sotobosque junto con un ligero eucalipto. Al final de la cata aparece un claro recuerdo a caramelo duro.

GUSTATIVA: Es muy dulce y redondeado, con cierto volumen y una acidez muy agradable. Tiene un paso elegante y un postgusto sabroso. En un momento óptimo de consumo.

Montecastro 2009:

Este vino todavía no está comercializado y por esa razón las botellas no llevaban etiquetas. Dentro del marco de la excelente añada 2009, su responsable Bertrand Erhard, está convencido de que va a dar que hablar y mucho. Saldrá a la venta el próximo mes de septiembre.

VISUAL: Color rojo picota de capa media-alta aunque más tirando a la oscuridad. Muy glicérico, con una lágrima densa y tranquila.

OLFATIVA: Ataque especiado que luego se convierte en golosina de fruta del bosque. Aromas de tierra y dulces de anís. La aireación nos trae recuerdos de licor de bombón y más notas anisadas. 

GUSTATIVA: Tostados ligeros, cacao y vainilla. De paso ligero pero con buena presencia y acidez equilibrada, más presente en el postgusto. Es fresco, con notas finales a guinda y muy buena persistencia en boca. Con oxigenación nos trae canela y un punto licoroso de cognac fino. 

Estoy convencida de que desarrollará más complejidad en el tiempo que le queda de botella antes de su comercialización y que en un par de años va a estar tremendo. Habrá que seguirle la pista.

Montecastro 2008:

Bertrand Erhard califica esta añada como muy difícil pues al ser un verano frío la fruta tardó mucho en madurar y se tuvieron que correr más riesgos a la hora de decidir la fecha de vendimia.

VISUAL: Es de color rojo picota algo menos cerrado que el anterior y de lágrima más ligera.

OLFATIVA: En nariz se nota una mayor complejidad con mucha fruta fresca, notas florales, ahumados y madera de bosque. Con tiempo y oxígeno destaca el cacao amargo rallado y la trufa negra. Una delicia.

GUSTATIVA: Suave, redondo y potente, con una excelente acidez. Paso muy ligero que sin embargo se recrea en el postgusto con notas golosas y ácidas de fruta roja. Fresquísimo, se despide con notas de ahumados. Una maravilla.

Muchas gracias a Bodegas Montecastro por hacer estos dos vinos tan ricos, tan diferentes y tan parecidos, como dos hermanos. Ambos son altamentes recomendables y garantía de disfrute.

Y a Lavinia, qué decirles a estas alturas... Gracias por el esfuerzo denodado y continuado en pos de la difusión del vino y su cultura. Gracias por estos eventos que permiten al consumidor final engancharse a esta locura del vino. Mi sincero agradecimiento y un ruego:

Seguid así

© Mara Funes Rivas -  Junio 2013