Otro pequeño-gran David que podría enfrentarse a muchos Goliats.

Me encontré con este vino por primera vez en el mes de mayo del año pasado. Asistía a mi primer  Salón 5* evento que organiza la Guía Peñín anualmente y donde se presentan los vinos que mejor puntuación en RCP han obtenido en su Guía general.

Pasaban casi desapercibidos, primer piso a la derecha, prácticamente pegados a la escalera de subida, una mesita con unas pocas botellas de tan sólo un vino, únicamente una añada CEPADO GODELLO 2010: 90 puntos Guía Peñín.

No había oído hablar nunca de él y algo me dijo que me debía parar allí y así se lo pedí  a Javi.

Un padre y su hijo regentaban la mesa. Pedimos información y pedimos catar. El hijo habla, el padre escucha. Todo lo que les ha costado llegar hasta aquí, como estuvieron a punto de tirarlo todo por la borda. Aquí podéis leerlo con detalle:

http://www.verema.com/foros/foro-vino/temas/971639-apoyo-pequenos-elaboradores-vino

Más tarde, en algún otro lugar del Salón coincidimos con uno de nuestros "camellos" habituales, el valenciano Juan Ferrer. Nos preguntó si habíamos encontrado algo interesante y le mandamos sin dudarlo a la mesa de este padre y este hijo, del hijo que cuenta, del padre que asiente.

Nueve meses después más o menos, el tiempo de una gestación humana, nos lo encontramos en su tienda de Valencia: El Enópata. El de la primera vez fue un 2010, éste era un 2011 pero no nos importó, fue una gran alegría y por supuesto se vino a casa con nosotros.

Lo volvimos a catar con mayor calma y atención, y ahora sí, con todo lujo de detalles, comparto con vosotros este gran godello de tan pequeño precio y tan tremenda calidad:

La Cata:

• Bodega: Adega O Cepado
• Zona/D.O.: Valdeorras
• Tipo de vino: Vino blanco
• Variedades: 100% Godello
• Graduación: 13,5%
• Precio aproximado: 8€
• RCP: Excelente
• Fecha de cata: 26 de diciembre de 2012

Es de color amarillo pálido con pinceladas verdosas.

La nariz son vibrantes manzanas verdes que caen sobre brazadas de heno en un campo rodeado de naranjos con el perfume del azahar envolviéndonos.

La boca es un relleno de tarta de manzana verde, con punzante acidez diluida en una cremosa nata que no cansa ni empalaga, que mantiene esa juvenil frescura.

La grasa llega a la nariz y arropa a los pétalos de rosa blanca que acaban de asomar tímidamente.

En la boca se forma una base de tarta de mantequilla y galleta, cubierta de carnosa fruta verde y decorada con polvos de azúcar glass. Hay goloso almíbar en el postgusto compensado con una pizpireta efervescencia final.

Se despide con un adiós de miel que se queda contigo, en dulce permanencia.