Cata 230 en Entrevins: Varietales minoritarios gallegos.

Quizá por tratarse de un número redondo, la cata 230 resultó especialmente interesante por su propuesta y amena en su desarrollo. En los últimos años las castas autóctonas gallegas han experimentado un auge notable. Muchas de ellas, minoritarias, aparecen en el coupage de diversos vinos acompañando a otros varietales más populares como el Albariño. Pues bien, el motivo de la cata organizada por nuestro amigo Pepe García era comprobar si las castas minoritarias gallegas daban la talla cuando toman protagonismo y para ello ha confrontado vinos a elaborados con Treixadura, Monstruosa de Monterrei, Caíño Blanco o Doña Blanca con la variedad gallega por excelencia: Albariño. Y aunque la organización, como de costumbre con Pepe, funcionó como un reloj suizo, la velada fue muy entretenida por el rosario de anécdotas, sucedidos y, sobre todo, dimes y diretes que fueron entrelazándose. De hecho, una de las primeras perlitas de la noche corrió a cargo del propio organizador. Cuando alguien comentó que la variedad Doña Blanca es la Merseguera replicó: “yo no me lo creo sin ver los marcadores moleculares”. ¿Exceso de celo? ¿Deformación profesional?...

El primer vino, Quinta da Muradella blanco 2009, un Monterrei con un perfil curioso de flor marchita en nariz y un paso ligero en boca, nos dejó un poco fríos. El segundo, mucho más fresco y frutal, La Mar 2010, fue el ganador de la noche. Muy fresco en nariz y con una excelente acidez aunque con mucha estructura en boca, nos gustó mucho. El tercero, Zárate Balado 2010, resultó ser un el Albariño de una bodega más que acreditada y por la que tengo especial predilección, aunque reconozco que éste no es mi vino preferido. Cerraba el cuarteto el Quinta da Muradella Gorvía Blanco 2008, un vino de perfil muy original, potente en nariz y con notas de crianza (vainillas y ahumados). Antes de seguir, quisiera señalar que ya con los primeros comentarios surgieron las primeras chanzas y, este cronista, predicador de la humildad en sus escritos, espoleado por el despecho de no haber encontrado pareja para el concurso  de cata por parejas de Vila Viniteca, decidió jugársela. Señalando la copa de Caiño Blanco y mirando al tendido para brindar la suerte proclamé con aplomo: “Esto es un Chardonnay, seguro”. Afortunadamente José Luis, que sí estaba en racha me corrigió: “Yo lo veo más de Galicia”.  Una señal de su lucidez y de mi imprudencia presenil.

Resultados de la cata:

La Mar 2010:                                                         82.6 puntos.                                     

85% Caíño Blanco, 10% Albariño y 5% Loureiro. D.O. Rias Baixas. Graduación: 12,7%. Fermentación en Inox permaneciendo 3 meses con sus lías. Bodega Terras Gauda. Precio: 21.60€.

Quinta da Muradella Gorvia blanco 2008:        81.3 puntos.                                     

100% Doña Blanca. D.O. Monterrei. Graduación: 13%. Fermentación en barricas de roble usadas y crianza durante 8 meses sobre lías.  Bodega Quinta da Muradella. Precio: 28.70€.

Zárate Balado 2010:                                            79.0 puntos.                                     

100% Albariño. D.O. Rias Baixas. Graduación: 12,5%. Fermentación y crianza en depósitos de acero durante 3 meses con lías gruesas y 6 con lías finas. Bodega Eulogio Pomares Zárate e Hijos. Precio: 18,50€.

Quinta da Muradella blanco 2009:                    78.9 puntos.                                     

85% Treixadura y 5% Monstruosa de Monterrei. D.O. Monterrei. Graduación: 13,5%. Fermentación en Inox y crianza  de 3 meses en barricas de 500l. de roble francés de 3 año. Bodega Quinta da Muradella. Precio: 36.91€.

La verdad es que, desde la última visita a Entrevins, la cocina ha crecido notablemente. Más sólida y con muy buen producto, es un local de muy buen nivel. Si a ello añadimos la extensa bodega y los vastos conocimientos de Guillaume, concluiremos que Entrevins es un local más que recomendable. La cena consistió en unas entradas a base de croqueta de bacalao con crema de perejil y un milhojas de foie con manzana y violeta, muy sabrosas las primeras y con un sabroso contrapunto fresco de la manzana y el matiz de la violeta. Como suele ser costumbre, Guillaume nos "torturó" ocultándonos los vinos que nos servía durante la cena, eso sí, esta vez no con “calcetín” como en la anterior cata, sino con decantador. Eso acrecentaba las posibilidades de diversión hasta el final. El primer vino que nos sirvió fue un Golós blanco 2010. Curioso blanco de Moscatel y Riesling mallorquín con crianza parcial. En los comentarios,  de nuevo José Luis encontró la Moscatel enseguida y mientras yo refutaba con la Viognier y el corifeo de vírgenes asentía, replicó Guillaume al paso; “¿Moscatel? ¿Quién ha dicho Moscatel?”. En ese momento me di cuenta, vi en José Luis al personaje representado por Donald Pleasant en la desquiciada película “La Batalla de las Colinas del Whisky”, Oráculo, aquél que con cada nueva copa aumentaba su clarividencia. Continuamos con salmorejo con  langostinos, huevo de codorniz y jamón y un sabrosísimo prensado crujiente  de cocido con puré de celeri y crudité de manzana. En este caso  acompañados  con un Champagne, Les Beaux Regards,  de Bereche et Fils. Interesante champagne elaborado en el Valle del Marne, es un Brut nature, es decir, sans dosage, elaborado al estilo tradicional y criado en rima con corcho. Fresco, con mucha manzana y fruta fresca y una acidez marcada, nos proporcionó otra perlita en forma de comentario, que esta vez no fue mía pero cuyo autor no mencionaré: “Este cava tiene una acidez que no tiene el champagne francés”. Los efectos del etanol en el cuerpo humano pueden llegar a ser devastadores. Continuamos con una merluza al horno sobre humus de garbanzo y tallarines de sepia al pesto. Muy rica y complementaria en sabores y texturas la combinación de la merluza con unos tallarines de sepia muy sabrosos y ligeramente perfumados. El último plato principal fue sencillamente excepcional. Una chuleta de vaca, madurada durante 40 días, a la brasa y trinchada. Ni más ni menos. 

Todo el sabor de una carne sabrosísima y con una textura inigualable que alcanzó su cima acompañada del tinto de la noche: Sed de Caná 2009. Excelente tinto de Ribera del Duero de corte moderno pero equilibrado. Con mucha capa, una nariz muy atractiva, con mucho chocolate pero matices muy interesantes de balsámicos ligeros, notas vegetales, cereales y notas minerales. Con una boca sorprendentemente redonda a pesar de su volumen, muy pulido y redondo, un gran tinto.  El postre consistió en una deliciosa torrija acompañada de sorbete de mango que acompañamos de un Jurançon muy fresco y agradable: Le Barou 2008. Llegados a este punto los comentarios ya fueron más discretos, el miedo al ridículo ya había hecho estragos. A pesar de todo, yo ya había conseguido mi propósito: Antonio, viendo mi desesperación y lo patético de mis  comentarios me adoptó como pareja para el próximo concurso en la cata por parejas. Misión cumplida.

Mientras tanto, sólo me queda esperar a la próxima cata para realizar la crónica y cobrar una presa largamente esperada, ¡ya sabréis de quién hablo!… Me siento como uno de los buitres que acechaban a Cable Hogue, abandonado por sus compañeros en el desierto,  en la deliciosa película de Peckinpah “La Balada de Cable Hogue”. Aunque, dadas las circunstancias, bien pudiera ser que acabara como uno de aquellos carroñeros que acechaban a Conan el Bárbaro durante su crucifixión y que terminó en el suelo maltrecho de un bocado.  Así es que, en la duda, me quedo pensando si podría escribir alguna que otra crónica gastronómica con tintes cinematográficos para complementar la segunda paga extra de este año que, si son ciertos los rumores, podríamos dejar de percibir en la función pública. Aunque, a la vez, escuchando el “Should I stay or should I go?” de los Clash, también me asaltan dudas sobre mi progresión reciente en la Peña…

"Should I stay or should I go now?

Should I stay or should I go now?

If I go there will be trouble

And if I stay it will be double

So come on and let me know!"

[© Universal Music Publishing Group]

© Texto Javier de Castro 2013

© Fotografías Paco Higón y Daniel Cervera 2013