Recaredo y sus cavas de terruño: espumosos sin complejos

Echando la vista atrás, tras casi 5 años de trayectoria como blogueros en Verema, hemos visto que no habíamos dedicado hasta ahora un artículo exclusivamente al cava. Confesa es nuestra adicción al Champagne, adicción de la que no tenemos la más mínima intención de recuperarnos, pero cierto es igualmente que consumimos y defendemos al cava, al buen cava, como espumoso mediterráneo de gran calidad y precios muy bien posicionados en una mayoría de casos.

Y si hay dos casas de cava que nos convencen por encima del resto, por su gran trayectoria, regularidad y nivel medio en sus vinos, esas son Gramona y Recaredo. Hoy toca hablar de estos últimos pues a finales de noviembre Antoni y Ton, hijo y nieto del fundador de la bodega y cabezas visibles del productor a nivel técnico y organizativo se pasaron por la Taberna Laredo para presentarnos toda su gama de cavas en una sesión organizada por Cuvée 3000, distribuidores de este gran cavista en Madrid. Lo primero que hay que destacar es la completa presentación que prepararon, con un amplio despliegue de diapositivas e información sobre el trabajo del productor tanto en la viña como en la bodega, para inmediatamente pasar después a la cata de todos los vinos que actualmente elaboran, en su última añada.

Hablamos de una casa fundada en 1924 por Josep Mata Capellades y que sigue siendo fiel a una tradición terruñista y familiar que sus hijos Josep, Antoni y Eulalia y su nieto Ton Mata Moliner, actual director técnico de la bodega, continúan siguiendo con el máximo esmero y respeto. Son varios los aspectos primordiales que definen los cavas de Recaredo, la explotación de viñedos propios en biodinámica, el hecho de producir solo cavas de añada y brut nature (sin adición de licor de expedición) en bodega, con crianzas mínimas de 30 meses, aclarado final a mano en los pupitres y degüelle manual sin congelar. Todo esto no les hace necesariamente mejores, pero les hace distintos y auténticos. En la completa y concienzuda presentación que Ton nos preparó incidió de forma especial en el cuidado y tratamiento de las 47 has de viñedo que la casa cultiva en la comarca del “Alt Penedés”. La biodinámica (están certificados por el prestigioso sello “Demeter”) para Recaredo es toda una filosofía de vida y trabajo, ya que el objetivo es buscar los rendimientos más bajos posibles tratando de evitar de forma natural las enfermedades de la viña. Por ello la utilización de una cubierta vegetal, el respeto por una microfauna y microflora autóctonas, por la búsqueda del equilibrio natural basado en el uso de abonos orgánicos y la oxigenación natural del suelo son algunas de sus credenciales en la viña, que tratan con proverbial cariño. Las variedades cultivadas son en especial el macabeo y xarel-lo, aunque también utilizan parellada y chardonnay, pero siempre la preponderancia es de la xarel-lo, una variedad que nos encanta pues además de ser autóctona transparenta muy bien las características de cada terruño, se adapta muy bien a las vinificaciones en madera y tiene acidez para envejecer per se, aunque todo como siempre depende del tratamiento que se le otorgue. Los suelos son de componente calcáreo y ph bajo, con trazas arenosas y arcillosas.

En la elaboración no se complican y tratan de extraer lo máximo posible a la uva. El mosto reposa a temperaturas bajas y se obtiene por gravedad la parte más limpia, reposando en depósitos en contacto con sus lías entre 4 y 8 meses. Los mostos de xarel-lo de los mejores viñedos se vinifican en barrica, que otorga más estructura y capacidad de envejecer. La segunda fermentación y crianza en bodega se hace siempre con tapón de corcho en vez de con la chapa. Durante esta crianza se realiza el removido manual horizontal de cada botella hasta que llega el momento del degüelle, hecho igualmente a mano de forma artesanal sin congelación y reponiendo el vino perdido con el mismo vino de otra botella, pues no se añade ningún licor de expedición.

Pasando a los vinos en cata, comentar que nos presentaron todos los vinos de su gama actual en su última añada, así que  resultó una visión amplia y concisa de su producción, unos cavas que ante todo expresan alma y terruño.

Recaredo Intens Rosat GR Brut Nature 2007

Elaborado con un 82% de pinot noir y un 18% de monastrell y 40 meses de crianza en rimas. Uvas procedentes de la finca de Cal Mota y elaboración por el método de sangrado, con un 20% del vino fermentado en barricas. Se trata de un cava francamente apetitoso y muy equilibrado entre las notas frutales y minerales, al que la monastrell le imprime un intrínseco carácter mediterráneo. Con buena acidez, resulta seco y redondo, se bebe de maravilla y puede ser un vino para toda una comida sin perder su alma ligera y etérea. Un vino que desde luego supone una inmejorable base de gama junto con el brut nature.

Recaredo GR Brut Nature 2007

Elaborado con un 50% de xarel-lo, un 38% de macabeo y un 12% de parellada con 44 meses de crianza en rimas. Se utiliza un 5% de los vinos de reserva fermentados en barrica. Se trata del vino clave de la casa y el más producido y bajo nuestro punto de vista uno de los mejores cavas del mercado en su nicho de precios, un vino que año tras año es símbolo de calidad y frescura, portando ese inequívoco estilo de la casa, vinos secos, austeros y con expresión de terruño sin perder en ningún momento su capacidad de ser disfrutados y comprendidos por todo el mundo. Sin duda un cava de referencia y más en su precio.

Recaredo Subtil GR Brut Nature 2006

Elaborado con un 44% de xarel-lo, un 44% de macabeo y un 12% de chardonnay con 54 meses de crianza en rimas. Un 15% del vino base de xarel-lo ha sido vinificado en barricas. No conocíamos este cava y nos causa una grata impresión pues aporta más prestancia que el brut nature, es más complejo y mineral sin perder frescura y equilibrio en boca, se trata de un cava francamente complejo y serio, con un perfecto balance entre las notas que otorga la crianza y la calidad de una excelente uva de los viñedos del Alt Penedés. Bajo nuestro punto de vista la mejor compra posible en la gama, pues por un poco más en precio sobre el brut nature nos obsequia con una mayor clase y una gran elegancia, digamos que parece el vino mejor situado en la gama por calidad y precio. Nos gustó mucho.

Recaredo Brut de Brut GR Brut Nature 2003

Elaborado con un 64% de macabeo y un 36% de xarel-lo, con 88 meses de crianza en rimas. Todo el vino base de xarel-lo ha sido vinificado en barricas. Uvas de viñas viejas de las fincas de Can Romeu, Pedra Blanca y Can Rosell de la Serra. Un cava de corte austero y maduro, recordemos que se trata de una añada muy cálida, complejo en nariz, profundo, mostrando gran clase y manteniendo la suficiente acidez y estructura en boca. Se nota ya la larga crianza en rimas y estamos ante un vino con una aromática francamente interesante y que resulta equilibrado y placentero en el conjunto. En la gama está solo un poco por encima en precio del Subtil y eso le hace francamente interesante. Un gran cava de una gran casa.

Recaredo Reserva Particular GR Brut Nature 2002

Elaborado con un 72% de macabeo y un 28% de xarel-lo, con 100 meses de crianza en rimas. Vinos base de xarel-lo fermentados en barrica. Viñas viejas de Can Romeu y Pedra Blanca, plantadas en los años 50. La Reserva Particular era el tope de gama de la casa hasta la llegada del Turó d’en Mota, con la uva de la viña más vieja y las crianzas más largas y cuidadas. En este caso y tras algo más de 8 años en rimas hablamos de  un cava extraordinariamente complejo y elegante, que transmite terruño y prestancia a partes iguales. Joven todavía y con claras perspectivas de evolución en botella, se trata de uno de los cavas más destacables que hay en el mercado y uno de esos vinos que encumbran a nuestro espumoso señero a un verdadero nivel internacional, sin duda uno de los grandes espumosos del mundo fuera de Champagne. Fantástico vino año tras año.

Turó d’en Mota GR Brut Nature 2002

100% xarel-lo de un viñedo situado en la falda de la colina homónima. Poco menos de una ha. de suelos calcáreos. Viñas plantadas en 1940. Fermentación en barrica y 102 meses de crianza en botella. 2704 botellas producidas. Un verdadero cava de terruño, un cava de viñedo, un cava unido a una viña. Vino complejo en nariz, enormemente mineral, profundo, limpio, de gran definición y un paso por boca sorprendentemente fresco y envolvente, dejando una larga huella mineral y térrea, devolviendo las sensaciones de esos suelos calcáreos a través de una xarel-lo que lo recoge y transparenta a la perfección. Sin duda un cava distinto, con la complejidad que otorga la crianza pero con unas sensaciones de viña que solamente percibimos en vinos muy grandes, quizá el cava que más nos ha impactado hasta el momento. Un auténtico vinazo, ¡chapeau por Recaredo!.

La cata no hizo sino confirmar y confirmarnos la excelente gama de este cavista que le coloca sin duda a la cabeza de la denominación. Recaredo elabora cavas de terruño, cavas que están muy por encima del concepto muchas veces jovial y festivo que se les ha impuesto y que gamas como esta les coloca junto con otros grandes vinos nacionales por calidad pura y dura. En cuanto a la situación de los vinos en el mercado está claro que la gama básica es imbatible, vinos como el Brut Nature, el rosado o el Subtil en torno a los 15-20 euros son una referencia imprescindible, quizá el problema radica más arriba, no porque la calidad de los vinos no lo valga, sino porque en niveles de 50 euros (Reserva Particular) y de 100 (Turó d’en Mota) la competencia francesa es brutal y con vinos en algunos casos de calidad sobradamente contrastada, aún así la gama alta es algo que sinceramente impresiona por su nivel y que merece la pena conocerse.

Para nosotros el buen Cava solo tiene un problema y es que existe el Champagne, vino al que somos adictos. Pero si hay algo que tenemos claro es que en un estrato de precios de entre 15-25 euros, hay varios cavas que nos parecen imbatibles a nivel mundial como vinos espumosos y entre ellos está la gama básica de Recaredo. Y la gama alta se compone de unos cavas cuya calidad, equilibrio, fuerza, sensación de terroir y capacidad de envejecimiento sorprenderán a cualquiera que sepa apreciar un buen vino. Y que desde luego merece la pena descubrir. Y además tenemos claro que lo mejor está por llegar.

Descorchen, beban y disfruten de un gran Cava.

Un saludo,

Eugenio Sáenz de Miera Arnau.

(EuSaenz)

(*) Las fotografías de la bodega son de esta misma casa, www.verema.com