Blog de Eugenio Saenz

Meursault: la Borgoña opulenta

Poco a poco vamos completando este interesante ciclo de catas sobre los pueblos más importantes de la Borgoña que venimos desarrollando desde hace un tiempo en la madrileña Enoteca Barolo y siempre de la mano de ese gran especialista que es Luis Gutiérrez y que de momento en su vertiente blanca nos he llevado por Chassagne y Puligny-Montrachet, Chablis y ahora por Meursault, el pueblo del que proceden los que dicen son los borgoñas blancos más arquetípicos que existen, los vinos más grasos, opulentos y marcados por ese estilo de elaboración de los blancos borgoñones, pero siempre manteniendo ese frescor y equilibrio que debe ser santo y seña de la calidad de un gran vino. Y como en otras ocasiones veremos que todos estos estereotipos tienen algo de cierto, pero a la hora de la verdad es siempre el productor el que manda e imprime su estilo.

El pueblo de Meursault está a unos 8 km al sur de Beune y su población es de unos 1.600 habitantes, siendo DO oficialmente desde 1937. Las viñas ocupan una superficie de unas 365 has mayoritariamente de uva blanca (96%), compartiendo algunos pagos con Blagny y Volnay, estos últimos son Meursault si producen blanco y Blagny/Volnay sin producen tinto. A diferencia de Chassagne, Puligny o Chablis, en Meursault no hay ninguna viña clasificada como Grand Cru, aunque los expertos siempre coinciden en señalar a Les Perrières como el verdadero Grand Cru de facto de la región. Igualmente, otros viñedos de una calidad formidable a lo largo de la historia y calificados como premier cru son Charmes, Genevrières, Poruzots, Les Gouttes d’Or y Les Cras. Los principales productores con bodega en el pueblo son Jean-François Coche-Dury, Domaine des Comtes-Lafon, Arnaud Ente, Pierre Morey, Vincent Girardin, François et Antoine Jobard, Domaine Roulot, Robert Ampeau, Ballot-Millot, François Mikusky y Albert Grivault. Como ocurre en otras zonas de Borgoña hay otros productores, especialmente negociantes, que sin estar situados en el propio pueblo sí que elaboran vinos de este, como por ejemplo Jadot, Louis Latour, Bouchard o Drouhin.

En la cata de 6 vinos repasamos algunos de estos productores, quizá los más interesantes salvo Coche-Dury y Lafon, cuya presencia de sus vinos hubiese elevado en demasía el precio de la cata, aún así la selección resultó de lo más representativo, veamos pues.

Louis Jadot Meursault 2008

Uno de los más importantes negociantes de Borgoña que además cuenta con viñedo propio, con casi 150 has en propiedad y una producción total de 8 millones de botellas, números muy elevados para lo que estamos acostumbrados en Borgoña. La calidad de sus vinos está siempre muy considerada entre los productores de su estilo y suelen estar más cotizados los vinos blancos que los tintos. Bajo la dirección técnica de Jacques Lardière están tratando de buscar la identidad de los terruños en los diferentes vinos, algo que no es fácil en un productor de este estilo y tamaño, pero que poco a poco van consiguiendo.

El vino es un Meursault “village” fermentado en madera y criado durante 15 meses, procedente de una añada más bien fresca y que en vinos blancos resulta una continuación de la 2007 aunque quizá un poco más madura que ésta, de consumo algo más inmediato. Lo mejor que podemos decir de este vino es que resulta un Meursault de libro, ideal para explicar lo que son estos vinos con ese carácter graso, opulento y lácteo que suelen conllevar, aunque perfectamente equilibrado por una buena acidez, no resultado nunca pesado. Lo peor que se puede decir es que su precio resulta un tanto elevado teniendo en cuenta que hablamos de un village, pero desde luego que si se quiere poner un vino que represente fielmente a su comuna, este es un perfecto ejemplo. Buen vino en cualquier caso.

Domaine Roulot Meursault Les Tessons, Clos de Mont Plaisir 2008

Pese a su formación como actor de teatro, Jean-Marc Roulot está considerado como uno de los mejores productores de vinos blancos de toda la Borgoña. El estilo de sus vinos es ante todo un estilo definido, austero, delineado, vinos puros y cristalinos que son el resultado de las viñas que trabaja, de las cuales destaca esa soberbia colección de “lieu-dits” o viñas con derecho de mención no clasificadas y que tanto en calidad como en precio son superiores a muchos premier cru de otros productores. Su vino estrella es obviamente el Perrières, considerado como uno de los grandes. Maneja un total de 14 has con una producción  total de unas 75.000 cotizadas botellas. Como curiosidad comentar que Jean-Marc está casado con Alix de Montille, hija de Etienne de Montille, lo cual nos da la sensación de que ha sido algo importante para consolidar la calidad de los blancos de este domaine situado en Volnay.

Como comentábamos, la colección de “lieu-dits” que maneja el Domaine es de enorme calidad, con viñas como Les Luchets, Meix-Chavaux, Les Tillets, Les Vireuls o el que nos ocupa hoy, Les Tessons. En una añada fresca el vino se muestra muy joven, con una personalidad arrolladora, un vino austero, fresco, largo, lleno de  sensaciones de terroir, con una grana acidez y un largo final de placenteras sensaciones minerales, un vino que sin duda tiene todos los visos de evolucionar maravillosamente en la botella y que representa un estilo menos arquetípico de lo que debe ser un Meursault pero que a nosotros nos encanta, lo cierto es que cada vez que nos hemos topado con un vino de este productor lo hemos disfrutado muchísimo y es indudablemente uno de nuestros preferidos.

François et Antoine Jobard Meursault 1er Cru “Poruzots” 2007

Otro de los productores que más nos gustan en la zona, que bajo los auspicios de François representó el estilo más clásico y tradicionalista, con vinos de gran austeridad, definición y capacidad de envejecimiento, de lenta evolución. Desde 2007 es su hijo Antoine quien está al frente de las elaboraciones y resulta patente que el estilo del productor ha cambiado algo y no solo en el diseño de las etiquetas, más modernas y estilizadas, sino en la elaboración de los vinos, donde parece que hay más guiños a la modernidad. Maneja unas 5,5 has de chardonnay y media de pinot noir, y sus mejores vinos son los “lieu-dits” Les Tillets y En la barre, además de los premier crus Poruzots, Charmes y Genevrières.

En los 2007 todavía no se hace muy presente este cambio de estilo pues además de ser la primera añada de Antoine y con las nuevas etiquetas, se trata de una añada fresca, equilibrada y de gran categoría para los blancos borgoñones. Y este Poruzot muestra la clase que esperamos de una de las mejores viñas y de uno de los grandes productores, es un vino de gran peso y carácter graso –el viñedo manda- pero que porta ese estilo austero, definido y mineral que siempre hemos asignado a los vinos de este elaborador, un vino largo, que deja una huella persistente de frutos secos en un final graso y lleno de personalidad. Veremos hacían donde va el estilo de los vinos de Jobard, los 2009 que catamos en la Vitis Vinífera no nos convencieron del todo, aunque lo cierto es que esta añada tampoco es de las que nos gusta, así que iremos viendo poco a poco. Pero si encuentran algún 2004 o 2007 por ahí suelto, no lo dejen escapar…

Ballot-Millot Meursault 1er Cru “Genevrières” 2007

Productor familiar que bajo las riendas de Charles Ballot-Millot, 15ª generación de la familia y que se pone al frente en 2000/2001, es cuando está conociendo su mejor momento. Disponen de unas 7 has de uva blanca y 4 de tinta con las que elaboran unas 45.000 botellas, siendo su estrella la fabulosa colección de los grandes viñedos de Meursault, entre los que se encuentra este Genevrières, considerada la viña que dan los vinos más elegantes, finos y minerales del pueblo. Fermentan con levadura autóctona, utilizan maderas nuevas entre un 10-15% y las crianzas duran unos 18 meses. Sus vinos son de corte clásico, frescos, con buena acidez, tensionados y con cierta capacidad de envejecer, un muy buen productor en su zona.

En principio estaba previsto catar el 2005 de este vino, pero el temido TCA hizo su aparición y al final se cató el 2007, en principio algo mejor pues se trata de una añada más fresca, mucho más de nuestro gusto. Un vino serio, bien hecho, joven y algo cerrado todavía pero portando las inequívocas señas de este viñedo dando lugar a un vino fino y elegante, armonioso y encantadoramente mineral, sin perder en ningún momento sus señas de identidad basadas en un carácter graso y poderoso, pero con todo perfectamente mesurado. Sin duda entre nuestros preferidos en la cata y un productor a seguir que cada vez nos está gustando más, además los vinos son todavía asequibles dentro de lo que cabe, hay que tener en cuenta que los buenos vinos de Meursault son caros.

Henri Boillot Meursault 1er Cru “Poruzots” 2004

Productor de gran prestigio y muy considerado entre la más prestigiosa crítica internacional, que le señala entre los mejores productores blancos de “négoce”. Trabaja con unas 15 has en total, unas 8 de vinos blancos, repartidos entre Meursault y Puligny. Fermenta en tinos de 350 litros, realiza malolácticas y las crianzas duran unos 18 meses. En Meursault produce vinos de los pagos más importantes, entre ellos Poruzotos, viñedo clásico de la zona con vinos siempre potentes, redondos  y grasos, típicos del pueblo. La añada 2004 fue excepcional para los blancos, fresca, equilibrada, de vinos limpios, con acidez y nervio, para envejecer, teóricamente el tipo de añada ideal para un viñedo más cálido como Poruzots.

Y lo cierto es que el vino responde a las expectativas, los años le van dando complejidad en nariz, reducciones muy elegantes y un bonito carácter frutal y mineral, pero donde resulta espectacular es en boca, donde una soberbia acidez que hace salivar destaca y nos dice que es un vino que tiene todavía sobrada capacidad de envejecimiento y evolución. En efecto, la añada fresca y el tiempo en botella, han resultado el perfecto contrapunto para una viña más madura y poderosa, además se nota a la legua la mano de este gran productor de vinos blancos. Excelente Meursault entrando en madurez.

Leroy Meursault 1er Cru “Blagny” 2002

Madame Leroy es uno de los nombres míticos del mundo del vino, tanto por su ex faceta de codirectora de DRC como en la de su propio Domaine, bien Leroy, bien D’Auvenay. Su nombre es sin duda sinónimo de una calidad legendaria y de vinos que traspasan lo meramente hedonístico. Dispone igualmente de una facción “négoce”, que era propiedad de su familia, facción por la cual dispone de una de las mayores colecciones de vinos viejos de Borgoña que existen. Este Meursault es un vino de la “maison” y es una rareza, ya que resulta una mezcla de dos pagos 1er Cru del pueblo de Blagny y por tanto lleva el nombre de dicho pueblo. La añada 2002 fue más bien cálida, uniforme y de muy buena calidad, aunque el tiempo le está restando parte de su prestigio inicial, últimamente nos hemos llevado más de una decepción con borgoñas de este año.

Y esta es en parte una decepción más, ya que el vino se encuentra demasiado cansado para tener los 9 años que tiene, hay mucha fruta madura, miel y caramelo en nariz, aunque afortunadamente en boca mantiene acidez y frescura, resultando largo y convincente, aunque no responde a las expectativas iniciales. Probamos de la otra botella que estaba un poco menos evolucionada pero parecida, por lo que no estamos ante un caso de oxidación prematura, sino ante un caso de evolución rápida. Lo cierto es que pese a la buena calidad de este vino, todavía no hemos catado un vino de la Maison Leroy que nos haya gustado de verdad y no son precisamente baratos…el Domaine es otra cosa, pero sus vinos son -hoy por hoy- inaccesibles. Seguiremos intentando…

Así pues y como podemos ver, la cata resultó sumamente interesante, con varios productores de muy buen nivel, algunos de los mejores viñedos y añadas de muy buena calidad, una bonita introducción a lo que es Meursault, cuna de los vinos blancos poderosos y opulentos, firmes y estructurados, de esos vinos que siempre dejan huella y que resultan prototipos de los que esperamos de un gran Borgoña blanco. Ahora se trata de buscar el estilo de productor, de vino y de añada que gusta a cada uno, nosotros ya nos hemos mojado y dado a conocer nuestras preferencias. Disfruten de estos grandes vinos que de verdad merecen la pena. Y que siga la fiesta.

Un saludo,

Eugenio Sáenz de Miera Arnau

(EuSaenz)

(*) La fotografía del pueblo es de en.wikipedia.org y la ilustración de los viñedos de www.louisjadot.com

  1. #2

    Albert Barceló

    Bravo por el articulo... a mi de los vinos anteriormente esmentados me encantan los de Louis Jadot tanto los 1er Cru como los grand cru (estos con más opulencia); también quiero destacar los vinos de Roulot. Como también destacar los vinos de Ballot Millot sobretodo el que catasteis, auqnue el 2005 es una pasada sin TCA. Esta bodega también destaca por otros vinos como Les Narvaux Village o les Pérriers. Salud y a seguir con estos magnificos comentarios!!!

  2. #3

    EuSaenz

    en respuesta a Albert Barceló
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    Gracias Albert, lo cierto es que conocí los vinos de Ballot-Millot en la Vitis Vinífera que el amigo Joan Valencia celebra de forma bienal en Barcelona, este año llevaron los 2009 que son algo más maduros y hace dos años los excelentes 2007, creo que es un productor francamente interesante y con unos precios más o menos aquilatados. Su Genevriéres es, en efecto, realmente bueno.

    Saludos,
    Eugenio.

  3. #4

    Diego Descorche

    en respuesta a EuSaenz
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    Hola Eugenio,
    el vino de Maison Leroy lo probé hace exactamente dos años y, aunque de corte maduro, tenía todo en su sitio. Muy bueno. Una pena para vosotros...
    Lo de Jobard no lo veo muy claro: el año pasado probé sus lieu-dits del 2006 y me parecieron demasiado gruesos y faltos de frescor (excesivos)...en cambio este lunes probé Les Tillets 2007 y lo encontré a un gran nivel para su gama. ¿Será cuestión de añada? ¿Será que el cambio de elaboración va a ser a mejor?
    ¿El Pozurots de Boillot es de negocio o le pertenece la parcela?
    Un saludiño.

  4. #5

    EuSaenz

    en respuesta a Diego Descorche
    Ver mensaje de Diego Descorche

    Hola Diego,

    Ya ví tu nota de cata del Leroy, ya sabes que esto es un mundo y las botellas pueden variar, en la cata había dos botellas de cada vino y las dos estaban un poco más evolucionadas de lo deseable para un premier cru del 2002, nada de oxidación pero sí más maduro de lo esperado sobre todo en nariz, en boca estaba más entero.

    El día del salón de Peñín hablaré con los distribuidores de Jobard y les preguntaré por si esa transición del padre al hijo ha sido progresiva o fue de golpe en 2007, de todas formas no nos engañemos y es que la añada influye mucho, los 2007 están francamente buenos y son muy austeros, sin embargo los 2006/2009 son bastante maduros y más fofos, otro estilo de vino. Los 2009 me dejaron muy frío en la última Vitis, donde tuve ocasión de catarlos. Todavía es posible conseguir 2001/2004/2007 de este productor y los vinos son una pasada en esas añadas independientemente de quien los hiciera.

    En cuanto al Boillot que yo sepa es de la maison, pero tampoco me hagas mucho caso porque después de la unión del Domaine Jean Boillot y de la maison Henri Boillot ya no sé cómo quedó el asunto de la propiedad de las parcelas, en cualquier caso un vino y un productor muy buenos.

    Saludos,
    Eugenio.

  5. #6

    Gediagal

    Muy interesante el artículo, como siempre, gracias a ellos de algo me voy enterando sobre qué hay que probar en Borgoña. Justo la semana pasada, probé mi primer blanco de cierto nivel, que precisamente era un Mersault. Fue un Matrot (2007), y ciertamente nos encantó, se podían apreciar algunas de las características genericas que mencionas de los blancos de esta zona, grasos y opulentos, pero frescos, equilibrados, muy agradables en paladar. Para poder seguir descubriendo, los vinos que mencionas en este artículo, ¿están en el mismo nivel de precios (40-45-50 EUR como mucho)?

    En casa ya tengo un Jobard Meursault "En la Barre" del 2007, que no es el "Poruzots" que mencionas tú en el artículo, guardado para tomarlo estas navidades, a ver qué tal sale !!

    Saludos

  6. #7

    EuSaenz

    en respuesta a Gediagal
    Ver mensaje de Gediagal

    Gracias caballero, Matrot hace buenos vinos, ese village del 2007 me gustó mucho, aunque un Perrieres 2007 nos salió tocado... :-( En cualquier caso, buena compra.

    Si pinchas sobre el nombre de cada vino, se enlaza la nota de cata en la que pongo el precio, los Roulot sobre los 70 y los premier cru entre 60 y 70 más o menos. En la Barre es un "lieu-dit" de enorme calidad que además envejece muy bien. Te gustará seguro y más en una añada tan buena como 2007.

    Saludos,
    Eugenio.


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