Dorado intenso limpio y brillante.
Con buena intensidad en nariz el vino se muestra complejo y profundo, los años de botella se van notando positivamente. Notas de flor seca, fruta blanca de hueso, cítricos en confitura, frutos secos, tonos ligeramente ahumados y lácteos, trazas especiadas y un ligero fondo mineral. Una nariz francamente interesante.
En boca es igualmente un vino serio, en forma y complejo, pero sorprende su frescura basada en una formidable acidez que hace salivar, es un vino graso y opulento pero lo justo, muy bien compensado y de final profundo que deja recuerdos de frutos secos amargos y tonos cítricos. Buena persistencia.
Nos encontramos ante uno de esos vinos que no pueden fallar pues resulta la conjución entre un magnífico productor (de los buenos de la zona), un gran pago y una excelente añada para los blancos borgoñones, que está comenzando a entrar en su mayoría de edad como un gran vino, como un gran Meursault. Fantástico. Unos 65 euros.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.