Blog de Eugenio Saenz

Nueve años de Beryna

Tras un paréntesis navideño y un inicio de año en el que hemos bebido menos vino que nunca, llegado el fin del mes de enero es momento de rescatar nuestra actividad vinícola que hemos comenzado con una cata inédita y que ha resultado todo un desafío y un placer para nuestro continuo aprendizaje sobre vinos.

Si ha habido un tinto nacional que en los últimos años ha alcanzado un consenso entre un importante número de consumidores por su buena calidad ofrecida a un precio muy ajustado, ese ha sido sin duda el Beryna. Si observamos el ranking de vinos catados y guardados por los usuarios de Verema, Beryna siempre aparece a través de sus sucesivas añadas entre los más citados en ambos aspectos. Y cuando se abre un hilo sobre los mejores vinos tintos nacionales de menos de 10 euros, este nombre vuelve a surgir como uno de entre los más mentados.

Así pues, nada mejor que realizar una cata vertical, un recorrido a través de las 9 añadas que de momento forman la historia de este vino, para poder hacernos una idea de si, en efecto, todo el apoyo y el beneplácito recibido por los consumidores hacia este vino nos parece algo que se ajusta a la realidad o nos puede en cambio resultar algo exagerado. Dicha cata tuvo lugar hace unos días, en casa de un buen amigo y forero, y acompañados por otros dos amigos habituales en las páginas de Verema. Se cataron todas las añadas de este vino, que van desde 2000 hasta la todavía no comercializada 2008, en orden ascendente y en tandas de tres vinos.

Pero antes de entrar en vereda, repasemos un poco la historia y la filosofía de las Bodegas Bernabé y Navarro, que al fin y al cabo son los padres de la criatura. La bodega está situada en la Finca Balaguer, cerca de Villena, un pueblo del interior de la provincia de Alicante, una zona vinícola de gran interés ya que mezcla un poco los toques más continentales de La Mancha albaceteña, con los aires del cercano mediterráneo. La filosofía de su trabajo no es otra que la de buscar una tipicidad de esta zona a través de su variedad emblemática, la Monastrell, elaborando vinos lo más equilibrados posible y que además ofrezcan una cierta capacidad de envejecimiento, siempre en producciones relativamente pequeñas. Utilizan técnicas de elaboración modernas, pero invariablemente tratando de respetar al máximo las características de cada de una de las parcelas y terruños que explotan. Y además tienen claro que no solo de Monastrell vive el hombre y cultivan otras viníferas como la Cabernet, Syrah o Merlot, que además forman porte del propio Beryna, e incluso otras como la Garnacha Tintorera o la Graciano. Practican una agricultura lo menos intervencionista posible con unos rendimientos bajos y realizando una doble selección de la uva. Los resultados son, año tras año, unos vinos que como bien hemos comentado al principio, reciben las loas de aficionados y crítica especializada, como vinos que expresan perfectamente las características de su zona.

Pongámonos por tanto a plasmar con palabras las sensaciones que nos dieron los vinos objeto de la cata:

Beryna 2000

Presentado en una discreta y todavía rudimentaria etiqueta (los motivos palmerales no buscaban ocultar su origen), el primer Beryna es el que ahora mismo resulta el menos Beryna de todos por su capa más baja y sus notas algo más maduras y ahumadas en nariz, sin embargo en boca nos sorprende por su más que correcta acidez y por su todavía destacable viveza. Lo mejor que se puede decir de este vino es que siendo el primero que comercializaron, casi 10 años después esta ahí, algo cansado y ya iniciando el declive, pero ahí está. Se puede beber y disfrutar sin problemas, porque tiene más virtudes que defectos. Un buen trabajo.

Per Fummun 2001

Per Fummum es como un "Alter Ego" del Beryna, destinado a la exportación y que se elaboró en 2000 y 2001. Aquí la Monastrell era la protagonista de forma casi absoluta. La etiqueta es más colorista y algo más acorde con la imagen actual. Y el vino supone un paso adelante con respecto a su antecesor, aquí ya percibimos esas notas tan propias de la Monastrell mediterránea, pero con una boca bastante fresca y armónica ofreciendo un conjunto bastante equilibrado. Puede considerarse que el vino ha alcanzando ya su cénit de consumo y se encuentra en un momento ideal, algo que dice mucho y bien de un vino cuyo precio oscilaba por los 5 euros más o menos.

Beryna 2002

A todos nos pareció la sorpresa de la cata, porque este Beryna nos hizo considerar que estaba en un momento pletórico, con las notas maduras, licorosas, ahumadas y balsámicas esperadas en nariz y una boca viva, con acidez y frescura y la vez con peso y prestancia, resultando muy placentero en el final por su tanino vivo, pero ya perfectamente integrado. Con 7 años por tanto, podemos considerar que este vino alcanza su plenitud y es sin duda cuando se encuentra en su fase ideal de consumo. Ahora mismo no disponemos de datos sobre esta añada en la zona en cuestión, pero todos sabemos que fue una añada complicada en casi toda España, lo cual fomentó una sorpresa mayor. Lo dicho, quien disponga de un Beryna 2002 lo suyo es que lo abra ahora pues ahora es su momento. Buen vino y agradable sorpresa.

Beryna 2003

Esta añada, que como bien sabemos todos batió records de temperaturas medias veraniegas, está resultando muy dispar según las zonas y vinos catados. No somos muy amigos de estas añadas tan maduras, pero cierto es que algunos vinos, sobre todo norteños, nos están sorprendiendo últimamente de forma muy grata.

Pero a Beryna, o desde luego a la botella de Beryna que estábamos catando, le sentó muy mal ese calor. Tremendamente maduro y licoroso en boca, con efluvios casi pasificados y una acidez menor en boca, sumada a un tanino más agresivo y menos integrado, hacen de esta añada la que menos nos gustó de todas, no resultando un vino del todo agradable. Hablando con Rafa Bernabé, nos comentó que ha habido alguna botella muy satisfactoria de este vino, lo cual puede ser signo de que ha habido diferentes evoluciones en botellas. Aún así, la evolución de la nuestra no nos convenció del todo. Calor, mucho calor.

Beryna 2004

Primera añada con la etiqueta actual, que representa a un antiguo barco, ¿quizá egipcio?, o al menos esa es la impresión que nos da. Las dos anteriores portaban una etiqueta blanca mucho más sencilla de concepción y diseño.

El vino está cerrado a cal y canto. Esa es la sensación que nos ofrece en un inicio, tanto que decidimos continuar con la cata, volviendo al final a esta añada. Y con más aire ya nos va brindando esas notas esperadas añadiendo un fino aire de mineralidad al conjunto, algo que le sumaba un cierto atractivo. Algo monolítico en el paso por boca, pero mostrándose sabroso y redondo, aunque nos pareció algo más corto en el final, como si resultase más secante. Nos dio la sensación de que todavía no está listo del todo, pero tampoco es algo que pudiéramos afirmar de forma contundente, no sé, parece como si se quedara en tierra de nadie. Curiosa sin duda la evolución de este vino y más curioso saber hacia dónde irá.

Beryna 2005

El claro vencedor de la cata, en clara lucha con 2006, aunque finalmente nos decidimos por los encantos de este 2005. Porque posee muchos encantos, es pura esencia mediterránea en nariz, frutas maduras, herbáceos y balsámicos, finos especiados y café en grano. Y su paso por boca ofrece un enorme equilibrio, porque encontramos frescura, pero igualmente encontramos peso y concentración, con un placentero final tánico mostrado siempre con nobleza. Da la sensación de estar pletórico ahora mismo, pero con perspectivas de una evolución positiva durante unos años más.

Un vino que sin duda nos muestra lo que un Beryna pretende ser, un vino mediterráneo sin renunciar a la frescura, con un margen de evolución y una longevidad suficientes y ofrecido a un precio más que correcto. Y en nuestra opinión, y más con ejemplos como este 2005, es un objetivo totalmente alcanzado.

Beryna 2006

Todo aquello comentado sobre 2005 podría repetirse con el 2006, ya que este nos convenció casi tanto como aquel, incluso un compañero lo situó como su favorito. Nos pareció quizá con un punto menos de intensidad, especialmente en boca, pero que aportaba unas dosis de mineralidad muy atractivas. Lo cierto es que nos gustaría poder volverlos a catar en un par de años para saber hacia donde van, pero nos parecieron las dos añadas más destacables, al menos en estos momentos.

Beryna 2007

Este Beryna nos ha transmitido sensaciones de buena longevidad, se encuentra un tanto cerrado, pero se le advierte una calidad enorme de materia prima, mucha limpieza y unos registros minerales y ahumados más acusados que en otras añadas y que se hacen patentes en boca, con mucho peso y redondez y un final elegantemente tánico. Promete mucho sin duda, aunque pensamos que ahora no debe abrirse, ya que tiene toda la pinta de evolucionar con lentitud, quizá sea un vino a repasar en tres o cuatro años, un poco al estilo de ese, ahora sorprendente, 2002. Requiere aire y paciencia en la copa, pues tiene muchas cosas encerradas que deben ir saliendo con el tiempo. Añada a seguir y a repasar.

Beryna 2008

Como primicia catamos la nueva añada de este vino que todavía no ha salido al mercado. La presencia de Monstrell es algo mayor y se he eliminado la Merlot. El vino, ya embotellado y con etiqueta provisional, se muestra tremendamente primario, con toneladas de frutas negras y rojas y con los toques de los hollejos todavía en sazón. Es pura uva, aún no ha conseguido desarrollar mucho más, pero desde luego ello nos permite divisar la buena calidad de la materia prima con la que trabaja la bodega. Uno más sin duda a la saga de buenos Berynas, que continuará con el hábito de la calidad de las últimas añadas. Démosle su tiempo y bebamos ahora 2002, 2005 ó 2006, que pasan por sus mejores momentos.


Si tuviéramos que ordenar las añadas de la que más nos gustó a la que menos, el orden sería 2005-2006-2002-2007-2008-2004-2001-2000-2003, pero el vino es algo en constante evolución y tras un tiempo las cosas pueden cambiar perfectamente. Pero lo principal está ahí y es que consideramos que en efecto, Beryna es un vino tremendamente razonable, que expresa con precisión las características de la zona que le ve nacer, que ofrece tipicidad mediterránea sin perder frescura, que permite una guarda y evolución positiva de entre 5 y 8 años sin problemas y que quizá alcanza su mejor momento de consumo a los 4 de la cosecha. Un vino que en los precios que se mueve, ahora mismo sobre los 8 euros en tienda, nos parece más que recomendable y –volvemos a repetir la palabra – razonable.

Antes de finalizar esta crónica, no podemos dejar de mostrar nuestro agradecimiento a Rafael Bernabé por haber puesto su confianza en nosotros para poder realizar esta cata, una cata sin duda muy especial y que resultó tremendamente instructiva, como lo son todas las catas verticales. Y por supuesto a mis compañeros de faena, ya que estas catas hay que realizarlas en grupo y compartiendo impresiones, impresiones que por una vez –y sin que sirva de precedente- fueron absolutamente unánimes: Bernabé y Navarro están haciendo un buen trabajo y podemos decir que lo mejor está todavía por llegar. A seguir así.

Un saludo,
Eugenio Sáenz de Miera Arnau
(EuSaenz)
  1. #1

    Sibaritastur

    Probé el otro día el 06, me gustó bastante. Creo que su enólogo de siempre se ha ido despues de la 2006, es así?, la 2007 ya no la ha hecho?, si es así, notasteis diferencias entre ellas?.
    Lo que es innegable es su Rcp, buen vino del que seguiré probando.

  2. #2

    EuSaenz

    En efecto, creo (pero no estoy seguro) que 2007 ya no lo hizo Joaquín Gálvez. Ahora mismo está más cerrado, pero tiene mucha materia. Yo lo guardaría un tiempo, pienso que 05 y 06 están más para tomar ahora.

    Saludos,
    Eugenio.

  3. #3

    BacoVive

    Desde luego Eugenio qué gran idea una cata virtual de uno de los vinos más apreciados por todos los "veremeros" y qué estupenda ocasión para contrastar calidad y evolución. Me hubiera encantado estar compartiendo esta gran cata con vosotros.
    Un fuerte abrazo.

  4. #4

    Comvinart

    en respuesta a EuSaenz
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    Felicidades por el artículo. Esta muy completo, y las catas verticales son siempre interesantes.
    Estoy por recibir una partida de Beryna del 2007, Casa Balaguer 2006, y Beryna Selección 2005.
    Nunca los he probado, pero estoy seguro que va a gustar por aqui.
    Saludos.

  5. #5

    Smiorgan

    Yo he podido probar ya en varias ocasiones los vinos de Bernabé Navarro, pero aún no me he sentado en calma con ellos en casa. tengo por aquí un Beryna, un Beryna Selección y un Casa Balaguer que me mandó el propio Rafa, a la espera de poder ponerme con ellos.
    En cualquier caso, un gustazo el Beryna. Y lo que eneseña la muestra de barrica que probé del 2008, promete mucho.
    Saludos.

  6. #6

    EuSaenz

    en respuesta a BacoVive
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    No te preocupes Carlos, hay posibilidades de volver a repetirla en un añito, para ver como van evolucionando los vinos. Te avisaré cuando llegue el momento.

    Saludos,
    Eugenio.

  7. #7

    EuSaenz

    en respuesta a Comvinart
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    Muchas gracias. Me imagino que os gustarán, son vinos de corte mediterráneo pero sin perder frescura, estructurados y poderosos, pero manteniendo acidez. Recomendables con guisos contundentes.

    Un saludo a los amigos de México,
    Eugenio.

  8. #8

    EuSaenz

    en respuesta a Smiorgan
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    Siempre son buenos vinos, honestos y con calidad. Además, lo bonito de la vertical fue ir viendo como va mejorando la calidad de las elaboraciones con el paso del tiempo. Y es que la experiencia y el cada vez mejor conocimiento de las viñas y de sus posibilidades es todo un grado.

    Un saludo,
    Eugenio.

  9. #9

    Comvinart

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    Gracias por el saludo.
    Pues este viernes han llegado a la ciudad. Los guardo en un almacen fiscal climatizado. Los dejare reposar una o dos semanas y despues ya los probare y colgare la nota.
    saludos.

  10. #10

    ToloS

    Ayer tuve la suerte de abrir una minivertical de beryna. Concretamente 2005 2006 y 2007. La verdad es que el 2005 estaba perfecto. Intenso en nariz y muy pulido. Aromas aun frescos y en boca una acidez muy interesante. El del 2006 estaba tambien a un gran nivel. para mi gusto incluso mejor que el 2005 ya que la intensidad olfativa creo que es superior y tienen un punto tostado interesante.
    Finalmente el 2007 a pesar de que ya esta mas que bebible, aun puede dar un poco mas en botella.
    Sigo pensando que es uno de los mejores vinos rcp de españa.
    En breve colgare 2008 y 2009.

  11. #11

    EuSaenz

    en respuesta a ToloS
    Ver mensaje de ToloS

    Fue ya hace un tiempo pero recuerdo el gran nivel de aquella vertical y sobre todo de los 05/06, quizá los favoritos junto con 02. Son vinos que necesitan un tiempo y que en efecto tienen una RCP difícil de mejorar.

    Saludos,
    Eugenio.


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