Picota violaceo. Nariz intensa, con buena expresión frutal de la monastrell, toques balsámicos y tostados. En boca le falta integrar los taninos aún muy marcados, pero dulces y carnosos, tiene excelente acidez que le da frescor, muy buen armazón y notable recorrido.

Disfrutado durante la cata vertical de Beryna 2010-2003 de Bojos Pel Vi (La Casa de L'Arbre 4/2/2017)

Visual: Rojo picota de capa alta, ribete cereza-granate-transparente con ligeros reflejos atejados ya, limpio, brillante y con buena lágrima.

Hasta ahora, estando muy bien en visual para tener más de 12 años, es el más evolucionado de todos los Berynas que hemos catado y el primero que tiene atejados en el ribete (respecto a los 2005-2006-2007-2008-2009-2010; aún así, no parece un vino de 12 años y medio, sino un vino, a lo sumo, de 6-7 años).

Nariz: Muy intenso a fruta negra madura, especias, poderosos aromas a trufa, flores marchitas sutiles, tostados, balsámico-mentolados, sutil pimiento verde asado muy suave, potente toffee, chocolate y torrefactos. Complejísimo, intenso y con ligeros terciarios de evolución en botella (aunque parece estar súper vivo, para aguantar unos cuantos años más).

Boca: Ataque a fruta negra madura, con buen cuerpo y estructura, densidad media-alta, media acidez, se perciben potentes taninos con astringencia y ligero amargor todavía. El final es largo, a fruta negra madura-amargosa, muy sabroso; vino muy vivo aún; de excelente retronasal.

Buena boca. Quizás un poco madura ya, con la acidez algo más baja que sus hermanos más jóvenes pero con muchísimo tanino aún. Creo que, aunque con algo menos de acidez, tiene el tanino y estructura suficientes para aguantar todavía algunos años en botella en buena forma (aunque quizás está entrando ya en una etapa algo más terciaria).

Excelente vino en un perfecto momento de madurez para su disfrute. RCP máxima.

Me encontré 3 botellas en la bodega que pensaba perdidas.
Se nota la evolución lógica en el color.
En nariz aparecen notas de fruta negra madura, toques minerales, con síntomas de oxidación, pero un sorprendente aroma a pimientos que delata que tiene un gran % de CS.
Posiblemente eso le haya hecho sobrevivir al tiempo.
En boca esta vivo, ha perdido densidad, y se muestra ligero pero con algo de acidez.
Fruta madura, evolucionado, y con ligeros terciarios.
Catado a ciegas, descubrimos la CS por la nariz y la monastrell por la oxidación (evolución).
No esta mal para tener 11 años.
Creo recordar que fue la primera caja de vino completa que compré y el primer vino que guardé.
Le tengo cariño y guardaré un tiempo las dos botellas que me quedan.

Capa media lata, con francos recuerdos de juventud en su menisco.

Fruta madura, aunque de principio se nos presento muy timido y cerrado, cuando empezo a abrirse mostró torrefactos, algo de farmacia.

Buen paso por boca, sabrosos, largo, muy recio.

Siendo una de mis añadas favoritas para cualquier vino a esta le gano el posterior 2005 que probamos.

Rojo picota, ribetes amoratados, capa alta.
En nariz es intenso y se muestra cerrado en el inicio, algo perezoso, y no termina de arrancar con el aire. Aún así nos muestra esos toques de frutas negras maduras, higos, ciruelas, los atisbos de aceitunas negras, los recuerdos cárnicos y ese alma herbácea y balsámica, de monte bajo mediterráneo. Hay que buscarlo mucho, ya que le cuesta ofrecerse.
En boca es estructurado y sabroso, aunque le falta quizá un punto de viveza. Es fresco y de paso grácil y nos deja unos recuerdos frutales y especiados en el posgusto, con un tanino bien pulido que suma redondez, aunque se queda un poco corto de persistencia. Está bien, pero no parece la mejor añada de este vino.
Este 2004 nos ha dado la sensación de que algo oculta. Por un lado parece que todavía le falta algo de tiempo y por el otro parece que simplemente es que ha llegado a su cénit. En cualquier caso, cumple expectativas y resulta un buen vino. No lo guardaría mucho más, pero … quién sabe?

Respecto a mi cata del pasado año, solo destacar que el vino se sigue comportando de una manera exquisita. Resulta tremendamente cremoso, encontrándose la fruta negra en perfecta armonia con las maderas finas. Sigue siendo una delicia aunque conviene comer con él, ya que entra muy muy facil lo cual resulta treméndamete peligroso.

Última botella que me quedaba. El vino sigue bien, sin restos de pasas en nariz. Color amoratado y con buena capa.
Mucha aceituna negra, frutos negors y monte mediterráneo. La madera apenas perceptible sin molestar.
En boca ha mejorado bastante, el tanino aterciopelado, alcohol bien integrado, sin embargo esa amargosidad algo molesta que siempre ha tenido esta añada, no ha desaparecido. Creo que siempre fue uno de los Berynas mas flojos y el paso del tiempo no lo está rescatando.

Un año después y el vino sigue con una magnifica evolución, está pleno de frutas y buenos tostados en nariz y salen también aromas a vainilla, especias, regaliz y toques minerales.
En boca es muy sabroso, ahora está casi perfectamente equilibrado, muy buena estructura, los taninos muy vivos y dulces, también muy bien el retronasal y el final aunque no muy largo, tiene muy buena persistencia.
Sigue mejorando poco a poco, como los buenos vinos.

Dos años después y dos botellas más, me indican que este vino esta evolucinando extraordinariamente, en nariz siguen en primera linea los frutos negros maduros, los buenos tostados, el regaliz y los elegantes toques minerales.
En boca es muy sabroso y con un equilibrio impresionante, muy buena estructura, retronasal magnifico y final largo y con mucha persistencia.
Sigue siendo uno de los vinos con mejor RCP de España.

Sigue evolucionando de maravilla este vino. Presenta ya unos taninos muy pulidos. Va cambiando la contundencia por la elegancia. Aparecen notas de confitura de ciruelas, torrefactos, toques minerales...Excelente en líneas generales. Costó 6 €!! en su día. Todavía promete, seguiremos su progreso.