Color piel de cebolla claro.

Muy buena intensidad. Predominio de los anisados sobre la fruta blanca, cassís y un fondo herbáceo ligeramente cítrico.

Buen ataque. Fresco, buena acidez, pera. Buena amplitud. Paso sedoso. Postgusto medio anisado a fruta blanca.

Para mi gusto, esta botella debería habérmela bebido hace unos meses.

Color ojo de perdiz. Nariz de buena intensidad, con cierto carácter goloso, hay algún toque de golosinas, fruta roja dulce, sensaciones florales y cierta calidez. En boca tiene buen ataque, pasa ligero, cítrico, con cuerpo medio, bien de acidez, largo y con bastante fruta golosa. Un rosado nada convencional... por momentos ligero, por momentos goloso...

Rosado pálido piel de cebolla, ligera turbiedad.
Buena intensidad en nariz con toques florales, manzana, frutas maduras, especias, herbáceos, se nota una ligera punta de alcohol que no desagrada. Con más aire aparecen los balsámicos y un cierto tamiz terroso. Curioso.
En boca muestra estructura y cierta prestancia, aunque prevalece su frescura por su buena acidez y su paso redondo y con chispa, dejando en el final un recuerdo de fruta madura y tonos herbáceos.
La penúltima locura del amigo Rafa Bernabé es este vino de uva tinta elaborado en tinajas y sin adiciones de sulfuroso, un vino que a ciegas nos recuerda a ciertos rosados provenzales por su bajo color y buena estructura y que resulta francamente agradable y muy versátil en la mesa, siendo un vino ante todo original. Bravo Rafa por hacer vinos distintos, vinos con personalidad.

Color rosado salmón con ribete piel de cebolla.

Muy buena intensidad. Uva, manzana madura, pan, anisados, algo de licor de Cassis y herbáceo.

Buen ataque. Fresco, afrutado, buena acidez. Buena amplitud. Paso sedoso. Postgusto medio a fruta blanca.

Me ha descolocado. Esperaba encontrar chuches y fruta roja a raudales... Pero no. Al menos ya estoy sobre aviso para la próxima botella.

Buena elección para un cuscús de verduras.

Bonito color rosa piel de cebola con algún reflejo salmón.

En nariz comenzó raro, con notas acéticas y volátil algo subido. Con el aire va ofreciendo pan tierno, notas especiadas, manzana asada, asidrada y algo de fruta roja al final.

En boca es de ataque vivo con paso más bien ligero y buena acidez. Un rosado fresco de registros aromáticos originales. Espero volver a probarlo para puntuar.

Y digo sorpresón porque aunque conocía que Rafa había sacado un nuevo vino llamado Musikanto, que era de garnacha, no me imaginaba que era como realmente es. Después de hablar con Rafa a cerca del vino, yo di por hecho que era un nuevo vino tinto, distinto de "Los Cipreses de Usaldón", pero de la misma finca y sobre todo "tinto".
Ay amigo, resulta que lo abro con toda mi ilusión y me digo, ¿¿pero qué es esto?? si es un rosado.... Aunque luego pensé, es un clarete. Y torpe de mí, no había visitado el blog de Rafa y sus "vinos culturales" y de ahí mi sorpresa.

http://vinedosculturales.blogspot.com.es/p/vinos-tienda.html

Y después de la sorpresa, pues un poco chasco, porque el vino lo tenía en la cava como si fuera un tinto, a unos 12 ºC y claro, así el vino no me gustaba. He de reconocer que me dejó buenas impresiones, pero rápido se calentó, y se puso a temperatura imposible. Pero le hice un vacumvin y lo metí a la nevera, y lo caté tres horas después, ya a una temperatura adecuada, no muy frio, la verdad, pero ese frescor le viene muy bien.

Por otro lado,el vino es de los más singular posible, ya me esperaba algo así, conociendo a Rafa y su apuesta por los vinos de "Viñedos Culturales", un vino natural, que se le ha dejado que siga su curso, sin forzarlo, con una vinificación en tinajas de barro, sin química, sin sulfuroso, sin filtrado ni clarificado, vamos, un vino de "pitarra" de los que hicieron muchos nuestros abuelos, tanto los abuelos de Rafa allí en Alicante como por ejemplo los míos, aquí en El Hoyo de Pinares (Ávila). Sin querer entrar en ningún debate o polémica por esas corrientes que hay de "vinos naturales no naturales", lo que quiero decir que es un vino no mejor ni peor, simplemente distinto, pero a mi gustó, rico.

Bueno, y aquí va mi cata.

Rojo piel de cebolla, con destellos rosáceos, limpio y brillante.
Nariz de intensidad media, nariz franca y limpia, muy varietal, aquí la fruta es fruta, es uva, nada de notas a chuches de fresa o frambuesa, los aromas son limpios, con notas de monte, hierbas de campo y algo floral.
En boca es espectacular, es su fuerte. La nariz es buena y franca pero la boca es donde el vino demuestra su brio y fuerza. Sabroso, intenso, es vivo, muy garnacha, floral y frutal, y de buen recuerdo en boca. No es largo como puedera ser un tinto pero tiene fuerza.

Qué pasa, yo mismo soy un elaborador "a nivel usuario" de vino, y vino de garnacha, garnacha de altura, garnacha de campo, y en este vino he encontrado muchos recuerdos y matices que encuentro en mi vino en mis elaboraciones, en mi uva cuando la pruebo en la viña y me ha gustado, la verdad. Rafa me comentaba que quizás pueda haber gente que no le guste el vino, que no lo entienda. A mi me ha gustado, sobre todo esa boca sabrosa, intensa, singular. Yo repito, seguro.

Bebe con moderación, dice Rafa en la contra-etiqueta de la botella, y lo reafirmo, porque si no tienes moderación y tienes un buen pincho o tapa al lado, la botella te dura 30 minutos.

Precio 9,50 €.

Estos vinos no los suelo puntuar, pero ahora me ha dado la gana de hacerlo, y lo apruebo con un sobresaliente, y ya está.