Escapada al Echaurren, Ezcaray
Como tradición todos los años, al menos una vez, hacemos una peregrinación a Ezcaray y el Echaurren, nuestro templo gastronómico.
Ezcaray es un pueblo especialmente bonito y entretenido de la Rioja. En Ezcaray es un placer pasear por sus calles empedradas o por la senda del río y tomar unos vinos acompañados de buenos pinchos, uno de los mejores sitios, sin lugar a dudas, el Masip.
Pero Ezcaray no nos atraería tanto sin el Echaurren. Solemos hacer un intensivo que ocupa menos de 24 horas, os cuento en que consistió la última escapada:
Llegamos a Ezcaray hacia las 8 de la tarde, a tiempo de dar un paseo y tomar un par de vinos para disfrutar del pueblo.
Cenamos en el Portal de Echaurren, una estrella Michelín y el primer restaurante en La Rioja que obtuvo este prestigioso galardón. Muy pocos clientes y un trato excelente, como siempre.
Mientras hojeas la carta, te traen distintos panes, aceite en vaso para que puedas olfatearlo antes de hincarle el diente y tres tipos de sal.
La carta propone tres opciones, de doce platos, de siete y de seis, pudiendo hacer alguna combinación entre ellos. Entre los entrantes, destacar las croquetas (Las clásicas del Echaurren tradicional), un caviar de vino tinto presentado en lata, un suero de tomate a modo de cerveza y sardinas con pan y queso.
A continuación platos variados, muy bien elaborados: carpaccio de gambas, hongos, bacalao, cordero... Y de postre, otro clásico del restaurante tradicional, la tosta templada con queso de Cameros, manzana y helado de miel.
Después de tan suculenta cena, pasamos a la zona de la chimenea, espacio remodelado hace pocos años, donde tomamos la copa y nos trajeron los "Petit Fours": gominolas de vino blanco y tinto, nubes, diminutos muffins de chocolate...
Tras este homenaje para el cuerpo y la mente, nos fuimos a dormir, en el hotel del mismo edificio que es sencillo pero comodísimo si cenas en el restaurante.
Al día siguiente, un paseo por Ezcaray y las consabidas compras:
- Imprescindible pasar por la fábrica de mantas, Hijos de Cecilio Valgañon. Tienen mantas de excelente calidad de mohair, lana australiana, cashmere, lana vallán, etc...también bufandas, echarpes y cojines. Son los proveedores para Loewe, entre otros.
- Los chorizos de Carnicería Altuzarra, y la carne y el cordero... y justo enfrente, las mejores hortalizas, setas y legumbres.
Tras el paseo y las compras, vuelta al Echaurren para comer, esta vez en el tradicional. Me encanta este restaurante, la carta es ámplia y con buen producto, es difícil elegir entre las manitas de cordero, las albóndigas con trufa, los callos, los platos de cuchara (Caparrones, garbanzos con callos, lentejas con foie...)
Entre los postres, alguno requiere ser pedido al principio, puesto que tiene una elaboración larga. Imposible no pecar otra vez con la tosta templada con queso de Cameros, manzana y helado de miel.
Y los vinos, ámplia carta y te saben aconsejar. En el Portal del Echaurren tienen aparte de la carta tradicional, otra más pequeña, clasificada por las bodegas que han seleccionado y una pequeña descripción de cada una de ellas.
Nosotros cenamos con un Valdeciso 2005, que no conocíamos y nos gustó. Al día siguiente comimos con un Vobiscum 2008, de Bodegas David Moreno, este nos defreudó un poco, probablemente porque el Vobiscum que conocíamos era el del 2001 que resultó excepcional.