me sigue indicando que nos encontramos ante un vino de Rioja magnifico, además en la botella de mangum, suele ganar calidad y sobre todo variedad.

Todas las sensaciones indicadas en la valoración anterior, y dado el "poco" tiempo transcurrido, todas las sensaciones siguen siendo muy semejantes a las indicadas con anterioridad.

Si lo vuelvo a ver, seguro, seguro que lo voy a adquirir.

Color cereza oscuro con borde violáceo-rosado.

Aromas de buena intensidad donde destacan los frutos rojos y negros con mucha y buena madurez, toques especiados, ahumados y leves maderas, balsámicos y torrefactos, bastante bien la nariz.

En boca s encuentra completamente equilibrado y redondeado, el paso muy agradable y de muy buen beber, el retronasal con algunos de los arómas de la buena nariz, recuerdos frutales y swobre todo de balsámicos, torrefactos y ahumados, el final es largo y tiene buena persistencia.

Una muy agradable sorpresa, que un vino con 15 años, se encuentre en este gran momento de forma, hay que aclarar que la botella era magnum. Volveré a adquirir algunas más.

Buen rioja clásico, que necesita esperar todavía más, para estar en su punto. Le cuesta abrirse, pero tiene un buen ataque y nos fue muy bien con las chuletas y butifarra. Al final estaba mucho mejor. Color rojo picota con ribete granatoso, limpio y con una lagrima densa. En nariz fruta roja madura y tostados, aunque le falta un tiempo, para desarrollar todos sus matices. Al final de la tarde sus aromas estaban mucho más integrados. En boca, despues de dejarlo un tiempo se le nota una muy buena acidez. Los taninos patentes pero muy bien formados. Fue ofreciendo cada vez más, conforme pasaba el tiempo, pero le costaba mucho abrirse. Promete mucho y ahora también disfrutamos.