Las notas de Paco y Loma lo describen perfectamente, la perfección en la integración de la madera (no así como su hermano del 2001 en la que estaba muy presente), en nariz hueso de albaricoque y algo de fruta tropical.
En boca acidez correctísima, glicérico, graso.
Un vino para maridar, complejo, con mucho juego, no cansa para nada.
Pajizo brillante de aspecto denso. Nariz d media intensidad, pero compleja y con profundidad, con una excelente fruta en primer plano, suaves toques cítrico y una atractiva naturalza herbácea, con notas de monteja bajo y un delicado carácter mediterráneo. En boca tiene un excelente ataque, es untuoso pero la acidez lo aligera y facilita el paso, con excelente desarrollo y notable recorrido. Un vino con carácter y personalidad propios y seguramente de lo mejor que he probado -para mi gusto- de blancos nacionales. Me ha gustado mucho aunque su precio es un tanto excesivo.
Amarillo paja, brillante y glicérico. Aroma potente y compejo, pero más fino que sus predecesores. A los tostados de la elegante madera de limpieza absoluta, se añade un justo ahumado y en el registro frutal, un citrico perfumado como de lima, con el melon , albaricoque, la miel y lahierba fina En boca es cálido y oleoso. Aunque potente, yo diría que menos cuerpo que sus predecesores 99 y 2000 pero a lo mejor más equilibrado y elegante. Mantiene su exquisito equilibrio acidez-alcohol. Con cierta potencia, destaca mucho más por su elegancia, equilibrio y sedosidad que se acrecienta en el agradable y largo final.
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