Albariño Vs. Godello: Duelo de Blancas

Espero que mis compañeros Enogatos me perdonen si inicio esta introducción hablando de mi experiencia personal.

Yo nací al mundo del vino de la mano del vino tinto y hasta hace muy poco tiempo me consideraba una “tinto-céntrica” total y convencida. 

Sólo había una excepción a esta regla y eran los albariños, su estructura exuberante los colocaba casi al nivel de cuerpo de los tintos, su acidez compensada por la grasa de su bollería me hacía guiños de juventud y juego.

Ha llovido un par de años desde entonces, y como en otras ocasiones (léase mi otrora aversión a la Cabernet Sauvignon, mi indiferencia hacia la Pinot Noir…, etc.) el vino me ha enseñado que no hay peor cosa que los prejuicios a la hora de, tanto disfrutarlo como analizarlo. Y una de las culpables ha sido la otra reina de esta cata, la uva godello.

De origen incierto –la leyenda dice que fue traída a Galicia por monjes cistercenses en la Edad Media pero parece que ahora las evidencias científicas apuntan a que es originaria de Galicia- la uva albariño lleva tiempo siendo la reina de las varietales gallegas.

Sus complejos y variados aromas frutales, sus flores y su hierba, unidos a su rotunda boca con una acidez equilibrada por su toque glicérico y un suave tacto aterciopelado, la han aupado a la altura de variedades internacionales como la chadornnay, la sauvignon blanc o la riesling, siendo la única variedad blanca española reconocida y valorada allende nuestras fronteras.

La anteriormente modesta godello, se ha ido abriendo camino poco a poco, pasando de ser una uva de relleno a disputarle protagonismo a la reina, la albariño, hablándole de tú a tú gracias a la fe que enólogos inquietos han puesto en ella.

Destacan sus aromas frutales –especialmente la manzana- pero también evoca pétalos de flor y hierba fresca como el hinojo. El trabajo de lías descubre en ella una carnosidad casi masticable y una untuosidad tal que pareciera que se está degustando un alimento y no un vino. Mas es su acidez la que hace que no se haga pesada y que pase por boca ágil y fresca.

Fuimos de nuevo a cogidos en Lavinia para esta cata, no sólo prepararon la sala sino que nos refrescaron las botellas, nos las colocaron con hielo suficiente para que no subieran de temperatura y estuvieron en todo momento pendientes de nuestras necesidades. Muchas gracias a Jesús Rebollo, Julián Sánchez, Ana de las Heras y todo el resto del equipo que por segunda vez nos hicieron sentir como en casa.

Algunos de los vinos catados ya eran conocidos nuestros, otros era la primera vez que los descorchábamos, pero realmente daba igual, porque nuestras catas a ciegas nos han demostrado a menudo que cuando a un vino le quitas el vestido (ocultas su etiqueta) te sorprende de mil maneras y muestra cualidades y defectos que su vestimenta oculta, eso sí, el claro ganador de la jornada no sorprendió a nadie…

Sólo un apunte más. Como ya nos ha ocurrido en el pasado, una vez elegido y adquirido, basándonos en fuentes que considerábamos de fiar, uno de ellos resultó no ser monovarietal, el Mengoba Blanco. Descubrimos justo antes de la cata que también contenía una pequeña cantidad de uva Doña Blanca.

Si también es el caso de alguno de los otros, ruego nos lo hagáis saber y lo perdonéis, los Enogatos no nos consideramos expertos,  crecemos y aprendemos en cada cata, y nos enriquecemos con vuestras aportaciones.

1.     Louro de Bolo 2010

Puntuación obtenida: 5,40

D.O./Zona: Valdeorras

Variedad: Godello

Bodega: Rafael Palacios

VISUAL: Amarillo pajizo con destellos metálicos

OLFATIVA: Sobre un fondo floral, la ciruela verde y la manzana ácida se combinan con la piña tropical y el heno recién cortado.

GUSTATIVA: Base de sedosa mantequilla cubierta de manzana y pomelo. Lácteos marcados y rica crema lo hacen untuoso y largo, pero el perfecto equilibrio con la acidez y los cítricos de la fruta le otorgan un paso franco y ligero.

2.     Do Ferreiro 2010

Puntuación obtenida: 4,75

D.O./Zona: Rías Baixas

Variedad: Albariño

Bodega: Bodegas Gerardo Méndez

VISUAL: Amarillo pálido brillante, casi transparente.

OLFATIVA: La nariz empieza plana pero va creciendo y complicándose: fruta blanca, flores, hierba fresca. Llega a dar notas lácteas cremosas con recuerdos al queso roquefort.

GUSTATIVA: Equilibrado y untuoso, largo y persistente, con buena acidez que lo refresca en todo momento.

3.      Lusco 2010

Puntuación obtenida: 4,00

D.O./Zona: Rías Baixas

Variedad: Albariño

Bodega: Adega Pazos de Lusco

VISUAL: Pálido amarillo pajizo con un tono anaranjado.

OLFATIVA: Muy floral (pétalos blancos), afrutado y ácido (manzana y pomelo) y sutilmente herbáceo (heno). Aparecen notas terciarias que nos sorprendieron.

GUSTATIVA: Salinidad cremosa en boca muy agradable, acidez omnipresente: mantequilla vertida sobre carne de manzana y pomelo. Es un vino fresco y equilibrado pero al mismo tiempo con brío, vibrante.

4.     Tricó 2009

Puntuación obtenida: 3,25

D.O./Zona: Rías Baixas

Variedad: Albariño

Bodega: Compañía de Vinos Tricó

VISUAL: Amarillo dorado pálido, muy brillante

OLFATIVA: Fruta carnosa de hueso (albaricoque y melocotón), exóticas (maracuyá) y notas minerales.

GUSTATIVA: Sabroso, graso y untuoso, con un toque salino. Acidez justa, largo y equilibrado.

5.     Valdesil sobre Lías 2010

Puntuación obtenida: 2,75

D.O./Zona: Valdeorras

Variedad: Godello

Bodega: Bodegas Valdesil

VISUAL: Amarillo pajizo muy claro, limpio y brillante con destellos dorados.

OLFATIVA: Aromas muy intensos a fruta madura como la pera y el melocotón con ligeros toques florales y también notas de piña.Quizá el que mejor nariz presenta

GUSTATIVA: Equilibrado aunque algo acido. Tiene un punto mineral, fresco.

6.     Mengoba Blanco 2009

Puntuación obtenida: 1

D.O./Zona: Bierzo

Variedad: Godello (y un pequeño porcentaje de Doña Blanca)*

Bodega: Bodegas y Viñedos Mengoba

*Antes de pasar a la cata propiamente dicha quisiera hacer un apunte especial sobre este vino. Fue elegido por ser el único monovarietal de Godello que encontramos fuera de Galicia, ésa era al menos la información que teníamos. Luego resultó que también llevaba un pequeño porcentaje de Doña Blanca.

Además, la uva se somete a un sistema de fermentación lento en fudres a diferencia de los otros godellos que fermentan en acero inoxidable, lo que le ha aportado una complejidad que difíclmente podía ser valorada y enjuiciada en el poco tiempo que pudimos dedicarle.

Personalmente quiero darle otra oportunidad en el futuro.

VISUAL: Amarillo mas oscuro

OLFATIVA: En nariz, goma, caucho, hidrocarburo, licoroso y pasificado. Parece en un principio un vino de postre de vendimia tardía. Poco a poco va descubriendo dulzones aromas a lichi y mango. Da la impresión de que puede evolucionar más.

GUSTATIVA: Gusto extraño, al menos para nosotros, sabe un poco a canela y a anís con un fondo amargo. Buena estructura.