Blog de Eugenio Saenz

Michel Niellon y el encanto de Chassagne

Hace pocos días redactábamos una introducción a los vinos de Chassgane-Montrachet a través de una interesante cata (ver enlace) donde destacaron dos productores como Ramonet y Niellon, además de un soberbio Criots-Bâtard-Montrachet de Blain-Gagnard. En aquel momento consideramos profundizar más en los vinos de Michel Niellon, cuyo estilo nos pareció muy de nuestro gusto y realmente cautivador a través de ese premier cru Vergers. Así pues, y aprovechando el hecho de que conocemos a su importador (Iñaki Gómez-Borgovin sl.) desde hace varios años, no nos resultó muy complicado ponernos de acuerdo y juntar a 6 amigos más para disfrutar de una horizontal de los vinos del productor, reunión que tuvimos hace unos días en el restaurante madrileño La Oliva Negra. La idea inicial no era otra que catar juntos pero no revueltos los 6 premier cru del productor, pero al final añadimos dos escalones, uno por debajo (el Chassagne villages) y el más elevado de todos, el Chevalier-Montrachet.

El Domaine Michel Niellon existe como tal lo entendemos ahora desde 1957 siendo él la segunda generación de de viticultores en el pueblo, aunque su progenitor vendía su producción a negociants. Desde los primeros años 60, Michel comienza a vinificar y comercializar sus vinos bajo su propia marca. Su padre Marcel se casó en 1930 con Luccienne Morey, un apellido de fuste vinícola en la zona, pues era la tía de Bernard y Jean-Marc Morey, además poseía una parcela en Bâtard-Montrachet plantada en 1927 que se integró en el Domaine Niellon, en la cual hoy en día hay una serie de viñas que están enfermas y no producen uvas de calidad, pero aún así Michel continúa aprovechando las que se encuentran sanas en esta representativa parcela. Michel se encuentra en la actualidad prácticamente jubilado y va cediendo el testigo de la dirección del domaine a su yerno Michel Cotoux, ya que en principio sus dos hijas no van a continuar la tradición vitivinicultora familiar. Recientemente han construido una bodega en las afueras del pueblo, ya que la casa familiar se había quedado pequeña para absorber el volumen de producción.

Manejan un total de unas 7 has de viñedo, una superficie como vemos pequeña, que da para un total de unas 30.000 botellas, 18.000 de las cuales son del Chassagne “villages”. Elaboran vinificando en pequeños depósitos de inoxidable con control de temperaturas y realizan las crianzas en barricas de 228 litros, con un porcentaje de nuevas del 25%, llegando a un máximo de 5 años por barrica y renovando cada 6 años. Las duraciones están en torno a los 10 meses y no realizan intensos battonages, ninguno después de la maloláctica. Sus vinos tienen un estilo muy peculiar, no son muy intensos en aromática, hay que buscarlos mucho, pero acaban siendo profundos y muy francos, aunque en principio y siendo tan jóvenes puede notarse un poco el sulfuroso, del que ha aumentado algo la dosis junto a un cambio de proveedor de corchos para intentar evitar esa oxidación prematura de la que tanto se ha hablado en los últimos tiempos. Sin embargo en boca son poderosos, equilibrados, con una acidez muy viva, vinos sabrosos, que dejan huella, a los que se les advierte una tremenda capacidad de evolución y envejecimiento. Son vinos que transparentan el terroir y que son un perfecto reflejo de su zona de origen, donde elegancia y opulencia se reparten a partes iguales.

La añada de los vinos catados fue la 2008, una añada que si bien no puede considerarse como mala, tampoco es una añada de las llamadas “grandes”, ya que ofrece una cierta uniformidad en los vinos y zonas y a los auténticos defensores de la Borgoña lo que les gusta es la diferenciación. Además se trata de una añada algo más madura que 07 y 09, por lo que los vinos deberán consumirse antes, debido en parte a los vientos cálidos en la fase final, que impidieron grandes contrastes térmicos. Por tanto es una añada quizá más adecuada para un consumo más inmediato, aunque los vinos estaban por lo general, tremendamente jóvenes y primarios y con mucho recorrido por delante.

Vamos a repasar por tanto los vinos, uno a uno y por parcelas:

Chassagne-Montrachet 2008

El villages es siempre el vino clave en un domaine, pues supone el grueso de su producción y el que muestra y marca el estilo. Y el de Niellon es un Chassagne de libro, pero a la vez es todo un Niellon, con una nariz algo tímida que con el aire va mostrando profundidad y una boca potente, de marcada acidez, final largo y posgusto amargoso que sin duda invita a seguir bebiendo. Vino serio, con perspectivas de evolución, que nos dice mucho del nivel de esta bodega. Al final se quedaba pequeño en comparación con los premiers, pero en su estilo y categoría es un vino de gran interés y muy representativo de su comuna.

Chassagne-Montrachet 1er Cru “Les Chenevottes” 2008

Les Chenevottes es un "cru" de 9,26 has de carácter más argílico que calizo, por tanto con un suelo de componente arcilloso. Nos pareció un vino muy elegante, más accesible que los otros premiers, fácil de comprender dentro de que son vinos algo complicados, pero siempre muy equilibrado y largo, un vino que parece menos de lo que en realidad es, algo que será hasta cierto punto un nexo común entre los vinos del productor.

Michel Niellon Chassagne-Montrachet 1er Cru “La  Maltroie” 2008

Viñedo de 11,61 has, de nuevo con un importante componente arcilloso. Tiene algo de pinot noir plantada, aunque los vinos tintos de Niellon no tienen ni mucho menos la trascendencia de sus blancos. Está pegado al pueblo de Chassagne-Montrachet. Nos parece un vino más mineral que el anterior, algo más cerrado y profundo, con un mayor peso en boca además de una cierta concentración que le otorga una gran seriedad. Un vino a catar de nuevo en 10 años, al que se le advierte un enorme potencial todavía por eclosionar.

Chassgane-Montrachet 1er Cru “Champgains” 2008

Una parcela de 4,62 has en la que de nuevo el componente arcilloso continúa siendo significativo. De exposición sureste, siempre ha tenido fama por ofrecer vinos poderosos y opulentos. Y así es el vino, es un compendio de fuerza y estructura, de poder perfectamente medido y equilibrado con esa acidez tan propia de los vinos de Michel y que les hace tremendamente punzantes, otorgándoles una gran capacidad de envejecimiento, algo que en este cru se hace todavía más patente.

Chassgane-Montrachet 1er Cru “Clos-Saint-Jean” 2008

Este clos es un viñedo de 14,16 has y plantado hace relativamente poco tiempo, situado al lado del pueblo. Debe ir asentándose con las cosechas, ya que es una viña con mucho potencial. Aquí ya comienza a predominar el componente calizo. La nariz de este vino es la que más nos convence entre la serie de premiers, ya que se muestra profunda, mineral y encantadora, con una definición que sorprende. Y en la boca es un auténtico Niellon, con esa poderosa estructura perfectamente integrada que los define. Otro vino a revisitar en un tiempo y procedente de una viña que dará muchas alegrías.

Chassgane-Montrachet 1er Cru “Vergers” 2008

Parcela de 9,41 has con viñas replantadas en el 2000, por tanto todavía jóvenes. De componente calizo, se trata de uno de los más finos viñedos del productor, que no hará más que mejorar añada tras añada. Ya catamos este vino en nuestro anterior “paseo” por Chassagne y fue el que nos animó a realizar esta cata. Se trata de un vino de gran clase, de perfecta transparencia, con finura y pegada, procedente de un fantástico viñedo que nos muestra la categoría del domaine. Irá a más, poco a poco y sin prisas.

Chassgane-Montrachet 1er Cru “Les Chaumées-Clos Truffière” 2008

Un "climat" de 7,43 has situado en la parte más alta de la comuna y con un importante componente calizo. Niellon posee una parcela en la parte llamada Clos de la Trufière, adquirida en 1996. Este nos parece un vino brutal en su paso por boca. La nariz, un poco al estilo de sus hermanos, es un tanto perezosa aunque muy bien definida y con franqueza, pero la boca es salvaje por su equilibrio entre opulencia y frescura, entre longitud y amplitud. Vino masculino y vigoroso, de muy largo recorrido y que nos parece superior a muchos Grand Cru catados de otros productores. Una maravilla.

Chevalier-Montrachet 2008

Clasificado como Grand Cru en 1937, tiene 7,36 has plantadas solamente con chardonnay. Situado encima de Le Montrachet, sus suelos son de estructura pedregosa y calcárea y se encuentra a una altitud de entre 265 y 290 metros. Sus vinos son ejemplo de vigor y masculinidad, siendo más cerrados que los de Bâtard, Bienvenues-Bâtard o Criots-Bâtard. Michel posee una parcela de 0,22 has, situadas al lado de las de Leflaive y adquiridas en 1965, de las que realiza 5 barricas.

Se trata de un vino brutal, opulento, dramático, sin duda uno de los mejores blancos de Borgoña y por ende, del mundo. Ya cuando lo llevamos a la nariz se advierte una grandeza dentro de su juventud y cerrazón, y es el boca donde deja su huella, con un imposible balance entre todas las características que deben contemplarse en un gran vino. Potencia, elegancia, profundidad, fuerza, terroir y finura ensambladas en un vino de ensueño, que alcanzará su mejor curva de consumo en, al menos, 15 años. Un mito de la Borgoña blanca.

La cata, como vemos, resultó tremendamente instructiva pues era la primera vez que catábamos 6 premier cru de un mismo productor y de una misma añada juntos. Y el hecho de poder ver cómo percibimos vinos tan diferentes de parcelas que están contiguas no hace sino confirmar la grandeza de Niellon, de Chassagne y del espíritu de la Borgoña en general. Los crus más arcillosos dan vinos más elegantes y redondos, los calizos más estructurados y poderosos, pero siempre todos bajo es estilo tan peculiar de Niellon y que tanto nos ha gustado, algo que podemos comprobar desde su excelente villages, llegando a su máximo apogeo con el inolvidable Chevalier. Únicamente nos dejamos en el tintero su Bâtard, del cual posee solamente 0,12 has, aunque tal y como hemos comentado anteriormente, algunas viñas están enfermas, es un vino de minúscula producción.

Así pues, toda una experiencia está fantástica cata, agradecemos a Iñaki su magnífico trabajo en la preparación de la misma y su buen gusto al importar los vinos de este tremendo elaborador, que ya forman parte de nuestra colección de favoritos en Borgoña.

Que ustedes los disfruten.

Un saludo,

Eugenio Sáenz de Miera Arnau (EuSaenz)

(*) La fotografía del pueblo de Chassagne-Montrachet es de  http://www.saint-vincent-2010.com/

  1. #1

    Alfredo_Maestro

    ...anda que avisáis para los eventos "buenos, buenos"..., ya queda menos.

  2. #2

    EuSaenz

    en respuesta a Alfredo_Maestro
    Ver mensaje de Alfredo_Maestro

    Había "overbooking" Alfredo, era una cata muy golosa que llevábamos pensando desde julio. De todas formas no te preocupes porque haremos alguna más y contaremos contigo. Nos vemos el sábado por tus dominios…

    Un abrazo,
    Eugenio.


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