Aspecto visual: vino blanco con bonito vestido dorado no muy intenso, su aspecto es bello y limpio.

Aromas de nariz: Se muestra franco, de muy buena intensidad con gran complejidad, esta viene dada por una paleta olfativa amplia, que los pequeños sumandos no sobresale uno sobre otro, y estos cada uno parece que se muestran de mediana intensidad. Sus aromas son juveniles y juguetones, cada vez tenemos una cosa en copa, se disfruta despacio con tranquilidad, la copa en ningún momento se mueve y no hay movimiento de muñeca. En un primer momento tenemos recuerdos flores blancas y un fondo cítrico, con el tiempo da recuerdos a mantequillas ahumadas, se aprecian toques muy frutales de carne blanca (manzanas y peras), incluso toques a melocotón. El vino es maravilloso, no se incluso me imagino recuerdos algo de cera en una palmatoria, parecen débiles, están ahí como pequeñas pinceladas, la imaginación juega pasadas, ¿puede haber lana de oveja?.

Aromas de boca: En boca es un vino donde realmente muestra su grandeza, y este no deja indiferente con una untuosidad impecable, de gran volumen. Nos inunda la cavidad bucal, un vino táctil con una acidez que nos limpia la boca siempre integrada, se muestra siempre compensada, no se desfasa con respecto a otras cualidades del vino. La boca nos trae esos recuerdos de nariz, se muestra juvenil, con esos toques mencionados de la fruta, con un fondo de las mantequillas ahumadas, pero estas hay que decir que están en el fondo, dando ritmo al vino y dando complejidad, puede haber incluso recuerdos a piedrecillas blancas, el final de boca es de carácter cítrico persistente y largo.

Dorado limpio y brillante.
En nariz se muestra medianamente intenso, pero siempre limpio y franco, con profundidad. Notas iniciales florales, de frutas blancas de hueso, ligeros balsámicos y ahumados, algunos toques herbáceos, piel de cítricos, atisbos lácteos, pero destacando siempre la portentosa mineralidad de este cru, un viñedo realmente maravilloso.
Y esto indudablemente se nota en la boca, donde este vino muestra toda su grandeza. Tiene un peso y una concentración enormes, pero siempre compensadas por la acidez que define a los vinos del productor, con un final largo, amplio y persistente que devuelve esas marcadas sensaciones minerales. Un vino de gran clase y largo recorrido.
Chaumées es un viñedo de 7,5 has de suelo bastante calizo y situado en la parte más alta, además las viñas de Michel pertenecen a la mejor zona llamada Clos de la Truffiére. Es sin duda el premier cru más vigoroso del productor y su paso por boca nos recuerda a viñedos de más alta categoría. Un vino grande de verdad.