Dorado limpio y brillante.
No muy intenso en nariz pero con unos registros que de primeras nos dicen que aquí hay un gran viñedo. Profundidad mineral salvaje, mucha austeridad, flor, fruta blanca de hueso, ligeros recuerdos herbáceos, frutos secos, apenas se percibe la madera, una nariz de esas que nos gustan especialmente por su complejidad.
En boca confirma sus registros manteniendo una enorme tensión durante todo su paso, vertebrado por una extraordinaria acidez, de paso redondo y perfectamente balanceado entre peso y frescura, dejando recuerdos minerales y terrosos en el final, es un vino que hace sentir su terruño de origen. Buena persistencia.
Vergers es uno de los mejores premier cru de Chassagne y este es un vino que va a más año tras año, pues las viñas son todavía jóvenes tras ser replantadas en 2000. Un vinazo lleno de expresión de terruño y mineralidad, que muestra una enorme categoría. Unos 55 euros, muy buena RCP.