Todo en Vietnam es impresionante y merece la pena un recorrido por el país. Es un viaje original y diferente, donde se disfruta del paisaje, los olores, la comida y la gente.
Al visitar Vietnam, una de las ciudades imprescindibles es Hoi Han, Patrimonio de la Humanidad desde 1999.
Hoi Han es la ciudad de la seda. Ya en el S.I tenía el puerto mejor situado de todo Asia, muy bien ubicado en la ruta marítima del comercio de la seda.
Su expansión se produce a partir del S. XV porque muchos comerciantes chinos y japoneses se instalaron en Hoi Han. Sus casas se conservan todavía en la ciudad antigua, son monumentos protegidos por su interés histórico y artístico.
Uno de los monumentos más importantes es el puente pagoda japonés, que comunicaba el barrio chino y el japonés.
Debido a que el estuario del río se fue llenando de arena dificultando la navegación, la actividad del puerto se trasladó a la cercana Da Nang. Actualmente, la ciudad sigue estando muy unida al comercio de la seda y está llena de locales dedicados a ello. Sus sastres son famosos por la rapidez con que elaboran trajes y vestidos a medida.
Los gusanos de seda se alimentan de hojas de morera
Los gusanos se envuelven en sus capullos
Los capullos se meten en agua hirviendo y se van deshilvanando, de un único capullo puede salir un kilómetro de hilo de seda
Con el hilo de seda, se hacen ovillos y posteriormente se confeccionan tejidos.Es increíble la variedad de telas de seda que puedes encontrar, en todos los colores y estampados.
En los pequeños locales de Hoi Han, te toman medidas y en unas horas te hacen un vestido maravilloso o un traje de hombre.
También venden pañuelos, corbatas, camisas y todo tipo de objetos decorativos. Son muy comunes las lámparas de seda. Recuerdan a las chinas pero usan colores variados y tejidos menos brillantes.
En Hoi Han, como en el resto de Vietnam, encuentras artesanos de todo tipo, las lacas son otro producto de calidad que merece la pena comprar.
Hoi Han es un destino original y diferente, muy recomendable