Matanza de cerdo ibérico en la dehesa extremeña
Hace un tiempo tuve la suerte de asistir a una matanza de cerdo ibérico en la Dehesa extremeña, no creo que actualmente se pueda repetir esta magnífica experiencia, pero merece la pena un post.
Nos alojamos en el Hotel Rocamador, este hotel es, o quizás debería decir era, un antiguo convento de franciscanos, en plena dehesa extremeña. Propiedad de Lucía Dominguín y del actor Carlos Tristancho. Ha cerrado el año pasado.
La matanza se hizo cerca del hotel, en casa de Carlos y Lucía, en un edificio preparado especialmente para ello. Llegamos a su finca en todo terreno, tras unos kilómetros por pistas.
Allí desayunamos migas hechas a la brasa y con el estómago lleno, salimos a disfrutar de las vistas de la dehesa y a ver cómo los matarifes agarraban el cerdo ibérico y lo llevaban hasta el lugar donde se le iba a sacrificar.
La matanza se hizo de forma tradicional, luego comenzó el despiece y aprendimos, por ejemplo, por qué el secreto se llama secreto.
Se hizo manteca, chorizos, salchichas, carne picada….
La carne se cocinó en hornos de leña, sin más aditivos, el encargado de los hornos, fue el anfitrión, Carlos Tristancho.
Todo el grupo eran hosteleros, excepto nosotros que hicimos buenas migas en seguida porque nos encanta disfrutar de la buena mesa.
Coincidimos, entre otros con:
Los dueños del Hotel Consolación, en Matarraña, Teruel. Todavía no hemos ido pero lo tenemos pendiente, por lo que sabemos del lugar es más que apetecible una visita.
Con el bodeguero Javier Luca de Tena de Bodegas Huerta Albalá, probamos su vino tinto de tierra de Cádiz, Taberber nº1. Todo un descubrimiento que solemos pedir cuando encontramos en carta.
Manuel Maldonado, de Ibéricos Maldonado, sus jamones se consideran de los mejores del mundo y puedo dar fe porque no me separé de su lado mientras cortaba el que había traído para la ocasión
Agustí Torelló, dueño de las cavas del mismo nombre
Trifón, de El Fogón de Trifón, en Madrid. Todo un personaje al que hemos visitado en varias ocasiones y siempre hemos salido encantados.
Y varios reconocidos chefs que se pusieron manos a la obra y sobre la marcha prepararon variedad de platos, entre ellos un paté de campaña que estaba espectacular
Acabamos tarde y con varios gin tonics, como ayuda para digerir tan copiosa comida.
Una experiencia extraordinaria que es una pena que no podamos repetir. ¿Conocéis algún lugar donde se pueda disfrutar de algo semejante?
http://www.consolacion.com.es/
http://www.huertadealbala.com/
http://www.ibericosmaldonado.com/
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