El Patriarca Restaurante, nuevo rincón gourmet para los más carnívoros de Valencia
Un restaurante que busca "lo mejor de la tierra" y lo incorpora en su filosofía empresarial
Hoy os voy a hablar de un restaurante que lleva como lema una frase de Groucho Marx "Pienso que todo el mundo debería creer en algo", se llama El Patriarca, e intenta ponerla en práctica en su día a día ¿Cómo? Pues por un lado haciendo hincapié en un aspecto tan básico como es el conocimiento de la materia prima que utilizan en sus menús, dónde por encima de todo, ha de primar la calidad en todo.
Y por otro lado se refleja en las distintas colaboraciones que posee actualmente con varios puestos de verduras del Mercado Central de Valencia para ofrecer la mejor carne, además sus gestores han viajado por varios países en busca de nuevas ideas observando a la competencia (Japón y Francia entre otros) y han realizado cursos de formación para saber más sobre la carne y sus calidades.
Actualmente trabajan con tres tipos de carne de buey en función del tiempo de maduración de la misma, que puede ser de 21, 45 o 60 días. Para ellos es de vital importancia que el comensal disfrute de su estancia y de la comida, es por ello que no puede faltar el pan en la mesa. Fruto de su filosofía por la calidad han buscado sino el mejor pan del mundo, el que más se le acerque, colaborando en especial con un horno centerario de leña.
Apenas llevan un año y medio abiertos, y tras el análisis de múltiples factores (entre ellos la carta que ofrecían y el servicio) decidieron reorientar su negocio hacia nuevos horizontes con una nueva perspectiva empresarial, la de creer en todo lo que haces, creer en el producto y que todo buen trabajo tiene su recompensa.
Y para dar a conocer este nuevo concepto de su restaurante y su apuesta por un producto de calidad nos invitaron, junto con un grupo de periodistas y bloggers, para que la probáramos. Y para allí que fuimos.
Acogedor, tranquilo y con un diseño moderno, esas son algunas de las características de El Patriarca
Fue el pasado día 5 de junio cuando tuvo lugar el encuentro, allí estábamos como buenos veremeros, puntuales a las 14:00 horas como se nos había citado, aunque la reunión empezó casi a las 14:30 hasta que llegaron todos los asistentes. La gestora del restaurante, Audrey Rodríguez nos dio una breve charla sobre la nueva idea de negocio y las materias primas.
El restaurante está situado en la Plaza del Patriarca nº 6, una zona bastante tranquila y agradable, cuenta con una terraza amplia para los días de verano y buen tiempo. Nada más entrar nos atienden y nos hacen pasar a una sala al fondo del local, mientras vamos caminando nos encontramos con una "mini" bodega acristalada muy bien acondicionada, hasta el mínimo rincón. La anécdota camino de la sala fue que desde el pasillo puedes ver la cocina, y claro ya sabíamos que había de primero (o lo intuíamos), algo tipo "Carpaccio de ..."
Cuando ya estábamos situados en la sala, vimos que habían puesto todas las mesas juntas y nos fuimos fijando en cada objeto y como contribuía a crear un espacio agradable. Las sillas, envejecidas pero alternadas en dos modelos, los vasos apoyados en los platos. Para mi gusto me hacía falta "algo" que emulara a la luz natural, porque las cortinas eran muy oscuras y junto con el color de las paredes y las sillas la sensación era de ser un espacio reducido, y para nada lo es. Pero de nuevo los detalles cuidados, como veis en la imagen de abajo a la izquierda, ya tenían preparado el proyector para la charla.
Juego de sabores en un menú sólo apto para carnívoros
Una vez sentados pudimos leer cual era el menú degustación "carnívoro" que nos esperaba y saborearlo en primera persona:
De primero teníamos Carpaccio de Solomillo de Pasto de León con Escamas de Parmesano y Aliño de Cítrico Valenciano.
A simple vista apetece probarlo, aprecias el verde del cebollino (aunque no lo mencionan en la carta), se puede observar el Aliño del Cítrico pero no el parmesano, personalmente, estaba bueno pero me faltó un punto de sabor, igual tenía que ser la nota del queso que lo potenciara. Por este motivo decidí jugar con las sales, traídas especialmente de Mallorca, primero utilicé la ahumada y luego la picante. Finalmente me quedé con la ahumada, muy sabrosa y le daba un toque diferente al carpaccio, alegraba más al paladar.
El segundo plato fue una Hamburguesa Gourmet con 100 grs. de ternera con Bacon y Aros de Cebolla.
Confieso que nada más darle el primer mordisco me encantó, muy sabrosa, la carne hecha en su momento justo, ni más ni menos. A diferencia de otros restaurantes, por decirlo de una forma sutil y clara "no era de tipo industrial o precongelada" sino que estaba elaborada con carne picada de muy alta calidad. Como acompañamiento tenía cebolla morada, tomate, lechuga, queso cheddar y bacon (muy bueno). Quizás por decir algo, hubiera preferido que el queso fuera un poco más fuerte para apreciarlo más dentro de todo el conjunto.
Los aros de cebolla espectaculares, estaban hechos en su punto (tenían un matiz final dulce) y realmente te daba pena que sólo hubieran dos porque se acabaron muy rápido. Algo que aprecio mucho es el hecho de que si se ofrecen aros de cebolla en la carta que estén hechos con mimo y cuidado dando como resultado un producto no grasiento y con el rebozado desmigajado, y estos estaban perfectos lo cua es de agradecer.
Respecto a algunos detalles mejorables, comentar que es entendible que se necesita mucha coordinación para atender a 30 personas a la vez pero las hamburguesas se sirvieron a una temperatura medio-tibia, y cuando ya le dabas el último bocado, estaba fría, lo cual no sabe igual. Algún que otro camarero puso el plato encima de los cubiertos, quizás fuera por la prisa de atender a todos correctamente (que lo hicieron y hay que felicitarlos por ello) pero hay que cuidar esos detalles.
Finalmente, como tercer plato degustamos un Lomo Bajo de Buey de 21 días de maduración Acompañado de su Ensalada Fresca, Cebolla y Vinagreta de Sidra.
Plato para compartir entre dos personas, la carne hecha al punto, sabrosa y se nota que detrás de este plato (y cada uno de los anteriores) hay un gran trabajo de selección de la materia prima porque carnes así es difícil encontrarlas en cualquier restaurante. Quizás yo la hubiera dejado hacerse un poco más por la parte del centro, pero esto ya son gustos personales.
Los tres platos estuvieron acompañados por el vino tinto Marqués de Terán, seleccionado especialmente para la ocasión, que maridó muy bien con las carnes escogidas por el Restaurante El Patriarca.
Y para finalizar la degustación, nos sirvieron Helado Crème Brulée, muy bueno y el detalle de servirlo en tazas con diferentes diseños todos muy alegres y coloridos, le dio un toque original al evento.
Al terminar la comida, Audrey nos agradeció personalmente uno a uno nuestra asistencia a este evento que habían organizado con tanto cariño y esfuerzo, también aprovechó para mencionar que siguen realizando talleres infantiles los sábados lo cual me parece una idea muy buena, ya que mientras los padres cenan tranquilamente, ellos aprenden entre otras cosas, a reciclar y a aprender un poco más sobre la gastronomía.
Y tras esta velada en la que fuimos muy bien acogidos, nos tocó volver al trabajo y entre otras cosas, escribir sobre ello, y aquí tenéis mi primera experiencia y crítica gastronómica. Sin duda todo un acierto y de la que salgo más que contenta :)